Chile entre los cinco países de la Ocde donde padres pasan más tiempo con sus hijos

Hombres chilenos pasan 3,4 horas diarias con sus hijos, con lo que superan a padres de países como Reino Unido, Suecia y Noruega.

Los papás de este lado del mundo dan ventajas: en Chile la jornada laboral es de ocho largas horas en promedio al día, siendo el tercer país de la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) donde más se trabaja, detrás de Grecia y Corea. Realidad muy lejana de países como Noruega (5,4 diarias) y Holanda (5,3) que son los lugares en que menos trabajaban. Aun así, los números dicen que los chilenos se las arreglan para ver harto a sus hijos.

El estudio "Cooking, Caring and Volunteering: Unpaid Work Around the World" de la Ocde midió el tiempo que pasan las personas con sus familias en 16 de sus países miembros. Como Chile no fue incluido, La Tercera tomó los datos sobre tiempo con los hijos de la Encuesta Percepciones sobre Relaciones Laborales y Equidad hecha en Chile, en 2008 y pidió a la investigadora de la Ocde y autora del estudio, Verlee Miranda, que los comparara con los de su estudio.

Estableciendo las diferencias metodológicas, realizó un ranking que incorporó a nuestro país. La comparación dejó bien parados a los papás chilenos: se ubican en el quinto lugar entre los que más tiempo pasan con sus hijos al día, con 3,4 horas diarias, contra las 3 que promedian los países miembros de la Ocde. El análisis de la experta también clasifica a las madres nacionales, que con 4,3 horas se ven por debajo del promedio del organismo de 5,0.

El ranking muestra que los padres chilenos estarían más tiempo con sus hijos que los ingleses (3,2 horas), italianos y españoles (2,6) y alemanes (2,3). Liderando este ítem aparecen los austríacos (5,9) y daneses (5,7). Mientras que los que pasan menos horas son los eslovenos (2,0) y portugueses (1,4). Las madres chilenas, por su parte, superarían a las noruegas (4,1) y alemanas (4,0) en un listado que es liderado por las austríacas e irlandesas con 9,2 y 7,9, respectivamente. Las que menos pasan con sus hijos son las madres eslovenas (3,4) y portuguesas (2,5).

Más participación

Aunque cifras de tiempo con los hijos son un punto a favor para los papás chilenos, cuando se habla de participación, no lo son tanto. "En las tareas del hogar los hombres reportan más presencia en actividades de juego o haciendo las tareas, pero caen mucho en las asociadas a labores domésticas, como vestir hijos", explica el sicólogo de la UC Francisco Aguayo, experto en masculinidades. El profesional da cifras: el 26% de los papás en Chile juega todos los días con su hijo y el 43% lo hace varias veces a la semana. El 78% conversa con sus hijos de temas personales y el 25% dice cuidar de ellos en partes iguales con su pareja. Pero sólo el 5% los baña todos los días.

Con este escenario, los papás se sienten más presentes y cercanos, por ejemplo, cuando comparan la relación con su propio progenitor. Un estudio del Sernam de 2010 reveló la diferencia en la percepción de cercanía que tienen los padres con sus hijos en relación con sus propios padres: un 62% dice tener una relación cercana a sus hijos, mientras que sólo el 22% tenía esa relación con su propio padre.

Este nuevo estilo de paternidad les ha permitido explorar en terrenos antes vetados para ellos, como hacerse cargo de sus hijos sin ayuda de su pareja. Según la última Casen, en 17.213 hogares hay padres que crían solos a sus hijos menores de 10 años, más del doble de los 7.926 que registraba la misma encuesta en 2006.

Papá cool

¿Qué lectura se puede hacer de estos datos? "En general, los padres tienen más ganas de pasar tiempo con sus hijos", comenta la investigadora del Centro de Microdatos de la U. de Chile, Sandra Quijada. El sociólogo de la U. Central, Rodrigo Larraín, estima que en este cambio de mentalidad de parte de los padres hay una tendencia: hoy estar presente y comprometido con los hijos es cool. "Ser un papá con inteligencia emocional y expresivo es un símbolo de status que entrega una imagen valorada en planos como la búsqueda de trabajo y la atracción física", dice el sociólogo, quien ejemplifica este último punto con los padres que salen a "lindorfear" al supermercado con su guagua.

La otra cara de la moneda es la situación que viven las madres chilenas. Ellas, debido a su inserción al mundo laboral, aún en pañales, se ven obligadas a legitimarse constantemente en sus puestos de trabajo. "Para ellas es a la inversa, tienen que ser más responsables en el trabajo que ellos y lo hacen trabajando el doble", dice Larraín. Esto explicaría el bajo índice de las mujeres nacionales en la comparación con la Ocde: a mayor tiempo en el trabajo, menor en el hogar. Estas mujeres han debido cambiar el control presencial por uno a distancia a través del teléfono celular. "Llamando controlan a los hijos y a la nana para saber cómo está todo en la casa", concluye el especialista.

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