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domingo, marzo 07, 2010

Chile respira profundo y encara la catástrofe

Nadie sabe cuándo ocurrirá un terremoto. Los sismólogos pueden anunciar posibles impactos, dados los desplazamientos de las placas teutónicas, pero no existe aún el sistema de alerta temprana y precisa. Lo que sí se sabe es que un terremoto reclamará respuestas inmediatas frente al desastre y obligará a gastos extraordinarios para el retorno a la normalidad.

Instituciones para la emergencia y presupuestos con capacidad de reacción son dos componentes esenciales de una política de catástrofe. Chile ha aprendido desde la experiencia más dura porque su geografía así le determina. Desde las crónicas de la colonia se registra el relato de terremotos que destruyeron ciudades enteras. Darwin, en su vuelta al mundo estudiando especies y geografías, presenció otro en 1835 en Concepción. A comienzos del siglo XX casi desapareció Valparaíso, en 1939 el epicentro estuvo en Chillán y en 1960 se sufrió el terremoto más grande de los registrados por toda la humanidad, con 9.6 grados, quebrando toda nuestra geografía del sur.

De todo ello emergió la sabiduría del rigor. Hay que tener instituciones para la emergencia, hay que tener disposiciones constitucionales para usar recursos con rapidez. Pero también importa tener un país con una economía lo más sana posible, para acceder con prontitud y en buenas condiciones al crédito internacional y así respaldar la reconstrucción sin alterar la marcha hacia el desarrollo. Allí es donde se valora cuando un país tiene un riesgo-país bajo y una deuda pública mínima o inexistente.

Haber establecido a comienzos del año 2000 la regla del 1% del Producto como Superávit Estructural en los presupuestos anuales fue fundamental para poder, en ese momento, enfrentar con una política anticíclica la crisis económica internacional que afectaba al crecimiento de Chile. Luego, cuando vino el alza de las materias primas, en particular el cobre, Chile se vio muy favorecido por esta norma. Gracias a ello hubo ahorros que sirvieron para pagar prácticamente toda la deuda pública del país.

Por ello hoy Chile es un acreedor neto porque nuestros activos exceden a nuestras deudas. En un informe reciente, nos recordaba el ministro Andrés Velasco, de los 30 países de la OCDE, salvo Australia, Luxemburgo y Noruega, Chile figura en la categoría de aquellos países que no tienen deuda porque el activo supera al pasivo.

Como decía en días pasados Sebastián Edwards, un académico chileno residente en California y siempre observador crítico -a veces muy duro- de la marcha económica de Chile: "Es posible aumentar enormemente el gasto público sin poner en peligro la estabilidad macro, ni la reputación del país. Y esto es por un par de razones simples: gracias a la estupenda labor de los ministros Eyzaguirre y Velasco, Chile no tiene, para todo efecto práctico, deuda pública. Vale decir, el gobierno tiene una enorme capacidad para endeudarse en los mercados de capitales a costos bajísimos. Y esta capacidad debe usarse. A esto hay que agregarle el hecho de que las tareas de reconstrucción son gastos de 'una vez', y en ese sentido no representan una presión permanente sobre el presupuesto".

Hoy los datos del desafío de la reconstrucción son elocuentes: más de quinientas mil viviendas están destruidas y muchas otras, dañadas; se estima en más de 2 millones los damnificados; hay carreteras, puertos, puentes, colapsados; y buena parte de la base productiva de la zona central de Chile, afectada.

Aún no existen todos los elementos precisos a la mano para hacer un cálculo de los costos. Hay quienes han hablado de 15 mil a 30 mil millones de dólares, aplicando sus modelos computarizados para la administración de catástrofes. Otros indican que estas cifras son elevadas y piden moderar las estimaciones.

Es cierto que la actividad minera, especialmente el cobre, casi no tuvo interrupción. Tras recuperar la energía eléctrica y evaluar posibles daños, ya el lunes 1° de marzo todas las mineras estaban trabajando. Pero hay sectores como el forestal y el agroindustrial que deberán actuar con urgencia para cumplir con sus metas de exportación. En suma, con el balance en la mano, Chile deberá buscar el crédito internacional para llevar adelante la gran tarea de reconstruir el país. Y allí es donde nos favorece la sanidad financiera ganada.

En estos días, hemos visto el espíritu con que hay que enfrentar la tarea por delante a partir de la colaboración entre la presidenta Bachelet y el futuro gobierno del presidente Piñera. Es esa misma colaboración la que uno esperaría ver en la ciudadanía toda.

El alma nacional siempre supo de solidaridad y de unión ante la adversidad. Por ello, los actos de vandalismo y saqueo que ahora se han visto en las zonas del sismo deben llamar a una profunda meditación entre los chilenos. Ese no es el Chile que estábamos acostumbrados a ver.

Es cierto, en toda sociedad hay elementos delictuales que deben ser sancionados por la misma, pero lo registrado, más allá de los delincuentes, sugiere un malestar más profundo en la sociedad chilena.

El terremoto llegó a 12 días de la transmisión del mando. Sin duda, una circunstancia donde se ponen a prueba las instituciones y la voluntad cívica del país Ojalá los signos de coordinación y sentido de unidad que se han observado en estos días sean el signo del futuro. La reconstrucción va más allá de lo material, también reclama el mejor espíritu de convivencia. Una vez más, Chile debe respirar profundo, juntar fuerza y mirar con optimismo hacia el porvenir; hoy se encuentra en mejores condiciones para enfrentar este enorme desafío, pero la emergencia requiere de ayuda.

Por eso, cuando una vez más la comunidad internacional nos extiende la mano uno siente que no estamos solos frente a la tarea. Gracias, a todos, por esa fraternidad.

Ricardo Lagos
ex Presidente de Chile

Artículo original

2 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=fhWtgb1e7AY

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  2. Anónimo11:09 a.m.

    Oye Javier ponle nombre al video porque no todos los buscadores concuerdan en la busqueda.

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.