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domingo, abril 25, 2010

Artículo argentino, a fondo: Volver al futuro


En Chile se está montando el radiotelescopio más poderoso de la historia. Las antenas de Alma permitirán obtener imágenes del universo con una resolución nunca antes alcanzada.

´Cerca de San Pedro de Atacama, en el corazón del desierto más árido del planeta, técnicos y científicos de todo el mundo están montando el radiotelescopio más poderoso de la historia, que permitirá explorar nuestros orígenes cósmicos.

Alma, el primer proyecto astronómico global, se levanta en la Cordillera de los Andes, a 5.000 metros de altura, en una región única por sus características climáticas y territoriales, que han convertido a un pequeño pueblo chileno en un centro arqueológico y turístico asombroso.

Los fines de semana, en San Pedro de Atacama, se suelen hacer fiestas clandestinas. San Pedro es un pequeño pueblo híper turístico de unos 5.000 habitantes, al norte de Chile, en el desierto más árido del planeta, donde no existen permisos comerciales para bailar.

Pero la gente baila igual, por supuesto, porque habría que ser un turista europeo jubilado o un desalmado para no sentir deseos de mantenerse despierto, en movimiento, mientras dura la noche en este oasis. Aproximadamente una hora antes que cierren los locales del centro, para evitar que la información se filtre a Carabineros, el lugar de la fiesta comienza a correr de boca en boca; en forma civilizada primero, y a los gritos después, cuando la calle Caracoles se llena de grupos recién expulsados de bares y restaurantes, algunos con sus tragos dobles a medio tomar en vasos de plástico, casi todos hablando incoherencias en cualquier idioma, y preguntándose unos a otros si van a ir al “carrete”, si alguien tiene lugar en el coche.

Así, una noche de abril, uno puede encontrarse en medio del desierto, a unos 15 kilómetros de San Pedro, rodeado de gente desconocida, de rocas y de cerros, debajo del cielo más claro y nítido que haya visto en su vida, en medio de una fiesta clandestina.

Una barra apenas iluminada, dos grandes parlantes, y la nada misma en el horizonte, la noche recortándose contra un paisaje que pertenece a otro mundo. Es fácil descubrir entonces por qué la gente tiene raptos místicos en San Pedro y se entusiasma con la idea de hacer fogatas en el desierto, y es fácil distinguir a los que llegaron por primera vez, y todavía no están lo suficientemente embriagados por otras cosas como para descubrir lo que tienen sobre sus cabezas: son los que miran una vez hacia arriba, y ya no pueden dejar de hacerlo mientras dura la noche.

Lo que se ve en el cielo es el motivo por el cual algunas personas en San Pedro hablan de sus “amigos del alma”, aunque no se refieran justamente a sus amigos más antiguos ni a los más cercanos, sino a los que habitan en las alturas, cerca del volcán Licancabur, trabajando para que los científicos puedan llegar lo más lejos que hayan llegado nunca en la observación de los astros.

“El cielo de San Pedro, en su pureza indescriptible, atrajo tanto a los primeros atacameños, como a los actuales exploradores de los cielos”, dice Ralph Bennet, asistente de la oficina de Educación y Difusión Pública del proyecto Alma. El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (Alma), es una instalación astronómica internacional en proceso de construcción cerca de San Pedro: el fruto de una asociación inédita entre Europa, Norteamérica y Asia del Este, en cooperación con Chile, para montar en el desierto de Atacama el radiotelescopio más potente del mundo (10 veces más poderoso que el telescopio espacial Hubble), que permitirá a los científicos explorar los orígenes del cosmos, las primeras estrellas y galaxias que surgieron de las ‘épocas oscuras’ cósmicas, hace miles de millones de años.

Después de unos 10 años de prueba de sitios en distintas partes del mundo, apenas unos pocos lugares en la tierra reunían las condiciones de amplitud, sequedad y altura necesarias para emplazar el proyecto Alma. “Algunos, por ejemplo, están en el Tíbet”, cuenta Bennet.

“Hay otros en el continente Antártico. Pero ¿te imaginás lo que sería construir un observatorio y movilizar toda la gente que mueve Alma en un lugar así de inaccesible?”. Allí estaba entonces el Llano de Chajnantor, a 5.000 metros de altura y a unos 300 kilómetros al este del Océano Pacífico, en el corazón de una región que se ha utilizado para filmar escenas de Marte por su aspecto de otro mundo, esperando que los hombres terminaran con sus deliberaciones, con sus estudios atmosféricos y meteorológicos, para recibirlos nuevamente. Chajnantor o Tchaknatur, donde serán emplazadas las 66 antenas de alta precisión del proyecto Alma, era una cumbre venerada por los pueblos antiguos a causa de su cercanía con el sol, cuyo nombre en Kunza –la lengua ancestral del pueblo atacameño– significa “lugar de despegue”.

Del libro Cerca del cielo, sobre el patrimonio biológico en la zona de Alma: “La naturaleza y la ciencia harán un pacto único en la meseta de Chajnantor. El radio observatorio más poderoso del mundo buscará descifrar los misterios de las primeras épocas del cosmos, en el mismo entorno en que los pueblos originarios establecieron, desde el comienzo de los tiempos, su comunión con la Pachamama (madre tierra)”.

En la tierra. Antes de convertirse en la capital astronómica de Chile, antes de convertirse incluso en la capital turística de Chile, San Pedro de Atacama ya era la capital arqueológica de Chile, un atributo que incluso forma parte del escudo del pueblo. “Acá hay una cuestión climática: no se pudre nada. Entonces San Pedro es un gran cementerio. Acá todo sitio es arqueológico. Si vos querés construir algo más o menos grande tenés que hacer un estudio de impacto para ver si hay sitio arqueológico.

Cuando hicieron el tema del alcantarillado, de hecho, a cada rato tenían que salir arqueólogos del museo a hacer rescate de enterramientos, porque donde hacés un pozo encontrás un enterramiento, por las condiciones de preservación”, explica el argentino Hugo Finola, licenciado en Filosofía, en el Museo Arqueológico Regional Padre Gustavo Le Paige.

Afuera, el sol implacable del desierto castiga las paredes de adobe de las casas atacameñas, y vacía parcialmente las calles del centro, usualmente invadidas por turistas “gringos” con las mejillas blancas coloradas y sombreros tipo Indiana Jones.

En sus inicios, como sucede a menudo con los rincones que guardan secretos, con los sitios insólitos, San Pedro era un destino de mochileros y viajeros particulares, interesados en gran medida por las riquezas arqueológicas y los tesoros de la cultura atacameña, de la que existen rastros que datan de hace 11.000 años.

Los que llegaban hasta el “pueblo de adobe” entonces ni siquiera se imaginaban la posibilidad de tirarse con una tabla de sandboard por las inmensas dunas del Valle de la Muerte, pero seguramente conocían la existencia de “Miss Chile”, una momia de unos 2.500 años de antigüedad que estuvo en exposición en el museo Le Paige hasta mayo de 2007, junto a otras 45 momias legendarias.

La “Miss Chile”, perteneciente a uno de los primeros grupos humanos de agricultores que se asentaron en el Desierto de Atacama, cerca del año 500 A.C., estaba tan bien conservada que aún tenía sus pestañas. Al igual que las otras, se había momificado en forma absolutamente natural a causa de la salinidad del suelo en que había sido enterrada y a la extrema sequedad de la zona.

“Todavía hay problemas –dice Finola– porque afuera se sigue vendiendo el museo como el que tiene más momias del mundo, y la gente viene acá y se agarra con la pobre chica de la entrada”. A pesar de que era uno de los grandes atractivos turísticos de la zona, e incluso del país, las momias se retiraron de exposición en cumplimiento de una política de respeto a los antepasados, pero la llegada de turistas de todo el mundo, principalmente europeos, siguió creciendo en el pueblo.

Porque Atacama siempre parece tener algún “más” para ofrecer a los que llegan a San Pedro, para mantener viva la capacidad de asombro: el desierto “más” árido del planeta, el tercer campo geotérmico “más” importante del mundo (los géiseres del Tatio), el yacimiento de Litio “más” grande del mundo (el 40% de las reservas mundiales), ahora el radio observatorio “más” potente que haya existido nunca y, con él, la segunda construcción “más” alta del mundo, aunque difícilmente los turistas puedan llegar a visitarla.

Durante el día, si uno mira en dirección al volcán Láscar, desde San Pedro de Atacama se alcanzan a distinguir las edificaciones del llamado Centro de Operaciones de Alma (OSF por su sigla en inglés): un camino sinuoso sobre la cordillera, coronado por unas miniaturas blancas que se levantan a 2.900 metros de altura, donde conviven unas 300 personas entre administrativos, técnicos, científicos y contratistas; los “amigos del Alma”.

Más arriba, a 5.000 metros, está el Llano de Chajnantor, donde se ubicarán las 66 antenas de Alma “y también donde se encuentra una edificación llamada AOS (Array Operations Site -Sitio de Operaciones del Conjunto de las antenas de ALMA-) que es la segunda construcción a más altura en el mundo, después de una estación de trenes en el Tíbet”, cuenta Bennet. Allí se encuentra el Correlador: “Un inmenso computador encargado de correlacionar todas las señales recepcionadas por las antenas para convertirlas en una sola gran señal que luego se convierte en una imagen”.

En el cielo. Del libro Cerca del cielo, editado por la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (ESO) en Chile: “Los lugares más ‘fríos’ del universo, como las nubes de gas y polvo donde se forman las estrellas, emiten un tipo de ondas llamadas milimétricas y submilimétricas, que tienen el ancho de un cabello humano o incluso menos, y sólo se pueden captar gracias a la radio astronomía. Las antenas de Alma permitirán obtener imágenes del universo en el rango de las ondas milimétricas y submilimétricas, con una resolución nunca antes alcanzada”.

“Se dice que Alma será, cuando esté 100% operativo, el radiotelescopio más potente del planeta, porque sencillamente lo será”, explica Ralph Bennet a UNO desde Santiago de Chile, “tanto en su capacidad recolectora (sensibilidad) como en su resolución angular (dada por el diámetro del telescopio; mientras más grande, más resolución)”.

El principio de funcionamiento de Alma es, simplificando mucho, como el de un zoom de una cámara fotográfica: “El ideal científico sería tener un solo plato (antena) gigante de más de 15 kilómetros de diámetro, pero eso en la práctica es imposible tanto a nivel práctico como económico y tecnológico. Se decide por lo tanto tener muchas antenas las que, al ubicarse en distintas configuraciones, hagan el equivalente a tener un gran plato. De esa forma, en su configuración más extendida de 15 kilómetros, las antenas actuarán como si se tratara de un plato de ese diámetro. De la misma forma, en una configuración más compacta (por ejemplo de 120 metros de diámetro), las antenas actuarán como un disco de ese diámetro”.

Uno puede mirar al cielo en San Pedro de Atacama durante la noche, y después volver la vista hacia la pantalla para leer que cuando Alma esté terminado, alrededor del 2012 (hasta ahora existen sólo tres antenas instaladas funcionando en simultáneo en Chajnantor), científicos de todo el mundo usarán el radio observatorio para estudiar los primeros tiempos de nuestro universo y la formación de galaxias, estrellas y planetas con una resolución inigualable.

Tal vez sea imposible hacerse una idea, pero siempre quedará abierta la posibilidad de rendirse ante lo que están encima de nuestras cabezas como los primeros hombres que llegaron al desierto. “El hombre”, dice Bennet, “a pesar del paso del tiempo, sigue mirando y admirando los cielos con la misma humildad de siempre, intentando develar sus misterios. Cambia la tecnología, el asombro es el mismo”.

Justo después del Big Bang

En términos muy sencillos, señala el asistente de la Oficina para Educación y Difusión Pública del proyecto, lo que los científicos podrán estudiar con Alma, se enumera en:

1. Observar cómo se forman estrellas y planetas y sistemas planetarios. Esto gracias al tipo de radiaciones o luz que podremos observar (proceso de formación muy frío que emite ondas que captaremos gracias a la resolución que tendremos). Con Alma y su conjunto principal de 50 antenas y su conjunto compacto obtendremos respuestas de cómo se formaron planetas como el nuestro, cómo se desarrolla la vida, etcétera.

2. Observación de las primeras estrellas y galaxias justo después del Big Bang. Son muy lejanas, pero la radiación que recibimos ahora de esos objetos está justo en las frecuencias que seremos capaces de captar.

3. Astroquímica. Formación de moléculas en el universo. La mayoría de las que conocemos emiten en las frecuencias o longitudes de onda que captará Alma. Por ejemplo, podremos observar un planeta en formación en otro sistema planetario y junto a la utilización de otro tipo de instrumento (espectrógrafo), podremos descomponer la luz que nos llega de ese planeta y conocer las moléculas que forman su atmósfera”.

Un encuentro de culturas

“Será un encuentro simbólico de culturas que desde tiempos antiguos miraron hacia el cielo, cada una desde una perspectiva propia. Solamente un par de ejemplos: ahí donde los europeos veían a Alfa y Beta Centauro, los primeros sudamericanos, contemplando las estrellas desde los confines del mundo, veían los Ojos de Llama, aquel importante camélido de las zonas altiplánicas. Y en el mismo punto del cielo en que los europeos veían la constelación de Géminis, los sudamericanos veían Puma Yunta (par de pumas, animales andinos sagrados)”.

Del libro Cerca del cielo, patrimonio biológico en la zona de Alma.

El lugar de Alma

“Con respecto a por qué se decidió por Chile después de unos 10 años de pruebas de sitios en distintas partes del mundo, la respuesta se basa en cuatro puntos fundamentales:

Amplitud. Un radio observatorio con las características de ALMA con 66 antenas que pueden ubicarse en distintas configuraciones siendo la más extendida de 15 kilómetros, necesita un terreno suficientemente amplio, lo más llano posible y en el lugar más seco posible del mundo.

Sequedad. Como sabrás, el enemigo número uno de la radioastronomía es la humedad y por eso la importancia de la sequedad del ambiente. Las gotas de agua en el ambiente distorsionan las señales que captará ALMA y se hacía imprescindible que el sitio escogido fuera desértico.

Altura. Las señales que captará ALMA son realmente tenues y para poder captarlas de la mejor manera posible, hay que alejarse del nivel del mar. De esta forma evitamos también los cúmulos de humedad que hay en la atmósfera. Al estar a más de 5000 metros de altura, nos evitamos más o menos la mitad de la altura de la atmósfera.

Política. Era además imprescindible estar en un lugar con un acceso relativamente fácil y en un país políticamente estable”.

Artículo original

5 comentarios:

  1. Me acaban de confirmar que ESO eligio a Chile en vez de Islas canarias para instalar su telescopio extra largue.

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  2. jaime8610:19 p.m.

    confirmado compañero

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  3. Anónimo11:03 p.m.

    alguien sabe que fue de la vida Cufifo?

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  4. Anónimo12:37 p.m.

    Anonymous said...

    alguien sabe que fue de la vida Cufifo?
    ..........................

    la verdad que ni idea, hace meses que no postea

    ResponderBorrar
  5. alguien sabe que fue de la vida Cufifo?
    ..........................

    la verdad que ni idea, hace meses que no postea

    12:37 PM

    _:_:_::_::_:_:_:_:_:_:_:_:_:_:_:

    A decir verdad , desde el terremoto , Dios quiera que no haya sufrido una desgracia, se hecha de menos .

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.