La oferta española ofrece 300 millones de euros en infraestructura para que el telescopio más grande del mundo se ubique en La Palma (Canarias). Chile hizo llegar su propuesta el pasado 18 de febrero para que el E-ELT se ubique en cerro Armazones en la II región.
Luego de varias semanas de incertidumbre, el Ministerio de Ciencia e Innovación de España entregó a las autoridades del Observatorio Europeo Austral (ESO) su propuesta para instalar en ese país el Telescopio Europeo Extremadamente Largo o E-ELT (por sus siglas en ingles).
De esta manera, la carrera que tienen como protagonistas a Chile y al país ibérico por alojar a este telescopio de 42 metros de diámetro está en su fase final. Ahora sólo falta que las autoridades de la ESO, encabezadas por su director, Tim de Zeeuw, elijan durante los próximos meses la mejor ubicación para el “ojo más grande del mundo”, que será capaz de encontrar y analizar planetas similares a la Tierra y que presenten condiciones para alojar vida.
Según fuentes del Ministerio de Ciencia e Innovación de ese país, la propuesta española ofrece financiar los 300 de los mil millones de euros que se necesitan para la construcción del telescopio. Sin embargo, el aporte sería ofrecido en infraestructura y servicios y no en efectivo como se especuló durante meses, lo que podría significar un serio tope en su candidatura. Los españoles pretenden co-financiar, a través de sus empresas, el proceso de construcción y puesta en marcha de la infraestructura necesaria para alojar al E-ELT en Roque de los Muchachos, en La Palma (Canarias).
LA PROPUESTA CHILENA
A través de la Cancillería, Chile entregó su propuesta el pasado 18 de febrero a ESO, proceso que involucró a varias ministerios, y que tiene la principal carta sus cielos que ofrecen 350 noches despejadas al año.
De hecho, ESO cuenta con tres centros astronómicos instalados en el norte del país: Paranal (II región), Alma (II región) y La Silla (IV región). Además, las autoridades del país se comprometieron a donar 18.900 hectáreas de terreno en el cerro Armazones, más la creación de una zona de protección lumínica de 32 mil hectáreas de terreno para evitar que otros proyectos se instalen cerca del posible observatorio. Finalmente, se estableció un compromiso formal para que tanto el observatorio Paranal, próximo a la ubicación propuesta por Chile, como el E-ELT tengan conexión eléctrica directa.
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