Bolivia: El gas boliviano, más cerca de Chile que nunca

Un artículo disparatado, lleno de inexactitudes. Probablemente, lo que quieren esas empresas, es exportar el gas boliviano por via marítima, asunto en el que Chile no tiene nada que ver. Chile ya ha declarado oficialmente que no le interesa el gas boliviano, y que ve a Bolivia como un proveedor poco confiable. Argentina y Brasil también han decidido dejar de depender de los bolivianos, así que no es una postura chilena para negociar. Ya hemos publicados muchos artículos a ese respecto.

Con estas palabras, Chile nos hace conocer que por fin después de años de lucha del pueblo boliviano en defensa de sus hidrocarburos, ha conseguido que el Gobierno boliviano se siente con empresas extranjeras residentes en Chile (no con el Gobierno chileno) a negociar y buscar una solución al problema energético que sufre ese país, pese a las tan rimbombantes y soberbias declaraciones de que ya no requería del gas boliviano y que éste lo adquiriría transportándolo por mar, para re gasificarlo en sus costas sobre el océano Pacifico. Chile conoce que jamás va a obtener gas en las condiciones, cantidad y precio que tiene el gas boliviano (nota: Una idiotez chauvinista. No hay gas más caro que el que no se tiene y Chile tiene los puertos regasificadores, el dinero y los proveedores para un abastecimiento ¡sin sorpresas!, algo que los bolivianos no pueden ofrecer. La estabilidad tiene un precio, y los chilenos están dispuestos a pagarla. Basta recordar que bolivianos y peruanos juraban de guata que nos asfixiarían energéticamente... y ahí se quedaron los bolivianos con su gas bajo el suelo. Lo que ocurre es que, con cada día que pasa, Bolivia necesita más el mercado chileno para venderle gas, pues Brasil y Argentina han decidido reducir sostenidamente sus compras al país altiplánico).

La situación de responsabilidad frente al Gobierno boliviano no es el Gobierno chileno, sino una de sus empresas. Seguramente nuestro gobierno solicitará a YPFB que atienda este asunto.

Esta situación es semejante a las relaciones que Bolivia tenía con empresas anglosajonas residentes en Chile, que fueron las causantes de la pérdida de nuestro riquísimo Litoral y de nuestros puertos, que ahora Chile sostiene que no los poseemos y que por lo tanto tenemos obligatoriamente que recurrir a los de Chile.

En ese entonces tampoco intervenía el Gobierno chileno, pero a la hora de la verdad entró a invadir este país, so pretexto de defender los intereses de esa empresa extranjera, contra un derecho legítimo boliviano de aplicar impuestos dentro de su territorio (nota: FALSO. Chile sólo exigió el cumplimiento del tratado de límites de 1874, obteniendo como respuesta boliviana un escalamiento del conflicto, al confiscar ese país las industrias salitreras. BOLIVIA VIOLO UN TRATADO DE LIMITES y alentó el enfrentamiento, probablemente buscando sorprender a Chile con su alianza militar con Perú. La guerra no comenzó por un "impuestito", como pretenden hacer creer engañosamente los bolivianos, sino por la violación de las fronteras. Fue la avaricia del caudillo boliviano en alianza con sus socios peruanos, mezclada con una cultura bananera que perdura hasta hoy en esos países, la que nos llevó a ese desastre).

Nos preguntamos, ¿que diferencia existe con la situación en que actualmente se está proponiendo al país?

Es por esta razón que las acciones de Gas Atacama no son como su gerente declara, una colaboración a Bolivia para que este pobre país que no tiene condiciones y tampoco un puerto que le permita exportar sus productos, tenga que recurrir a ellos rogando por un puerto que siempre lo vamos a considerar boliviano.

No volvamos a engañarnos, existen otras alternativas más ventajosas para el país y estas no están en las costas de Chile.

A cualquier persona que pueda leer un mapa de Sur y Norte América, incluida como es lógico México, se podrá dar cuenta de que el camino más corto entre los pozos gasíferos bolivianos y los mercados del Norte es el puerto de Ilo en Perú, que fue desacreditado por los que elaboraron el informe del Proyecto LNG para favorecer a Chile.

Este es un tema largo y que merece mucho más espacio, por lo que no lo vamos a tratar en esta oportunidad, pero las condiciones que nos ofrecía Ilo eran absolutamente más convenientes para Bolivia que la oferta chilena.

Seguramente Chile está tratando de modificar sus pretensiones anteriores, en las cuales exigía a Bolivia efectuar las inversiones en infraestructura necesarias para llevar el gas hasta su territorio y en él proceder a industrializarlo, con una inversión de 5.000 millones de dólares, que las empresas que conformaban el Proyecto LNG pretendían que Bolivia aporte, sin ningún tipo de seguridad en la posesión de los terrenos a utilizarse. ¿Alguien sería capaz de invertir dinero en un terreno que no es el propio?

Debemos industrializar el gas en Bolivia y vender energía eléctrica a Chile, lo que ya se trató de hacer con la geotérmica Laguna Colorada, pero ellos no querían energía eléctrica sino agua.

La industrialización del gas debe hacerse en el Chaco boliviano, porque este proceso genera importantes volúmenes de agua, que transformarían totalmente la economía de este tan deprimido girón patrio, equiparándolo en poco tiempo a nuestra desarrollada Santa Cruz.

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