En los últimos tres meses, el gas ha aportado sobre el 20% de la generación a nivel local. Desde que Argentina profundizó los recortes de suministro, en la década pasada, su presencia era más bien escasa.
Seis años tardó el gas natural en retomar su protagonismo en la matriz energética chilena. A contar de noviembre pasado, según datos de Bice Inversiones, este combustible está aportando entre el 22% y 26% de la generación eléctrica en el Sistema Interconectado Central (SIC), que cubre desde Taltal a Chiloé y que abastece a más del 93% de la población del país.
Desde mediados de la década pasada que no se veía esta tendencia. El gas natural redujo significativamente su presencia cuando Argentina recortó los envíos a Chile, en 2004, porque no tenía producción suficiente para abastecer el mercado interno y de exportación.
Por ello, las eléctricas debieron recurrir al diésel como respaldo para hacer funcionar sus plantas. Para entonces, ese combustible no tenía presencia en la matriz energética. Tres años después, en agosto de 2007, llegó a aportar el 42% de la generación local. El gas, por su parte, pasó de representar el 30% de la energía del SIC, a prácticamente cero en la crisis. Todo este proceso fue acompañado con fuertes alzas en los costos de la energía y en los gastos de mantención de las plantas a gas.
Ahora, en medio del fenómeno de "La Niña" -responsable de una manifiesta sequía en el país y de fuertes déficit en los embalses-, la generación térmica vuelve a apuntalar el suministro eléctrico. Pero a diferencia de años anteriores, las mayores empresas: Endesa, Colbún y AES Gener, casi no están recurriendo al diésel, que a agosto de 2010 llegó a ser 22% de la matriz total.
La mayor disponibilidad proveniente del terminal de Gas Natural Licuado (GNL) de Quintero, donde operan como socios British Gas, Enap, Metrogas y Endesa, y los acuerdos de suministro alcanzados entre algunas de esas compañías y las generadoras, abrieron la puerta para que el gas tome nuevamente una posición de relevancia.
En Endesa señalan que actualmente operan con GNL San Isidro I y II, y eventualmente ha operado también el complejo Quintero dos unidades. A su vez, Enap Refinerías estableció un contrato con Colbún para abastecer de gas al complejo Nehuenco, que comenzó a operar formalmente el pasado 1 de enero. Por su parte, Metrogas suscribió un acuerdo con AES Gener para el primer trimestre, que permite abastecer a la central Nueva Renca y existe intención de extenderlo.
Así, en enero, el terminal de GNL ha operado con un promedio de 8,2 millones de m3/día y ha llegado a 9,5 millones m3/día, muy cerca de su capacidad máxima. Además, a través del gasoducto GasAndes, Argentina está inyectando en enero un promedio de 500 mil metros cúbicos diarios (m3/d) de gas al sistema y parte de ese volumen se ha usado para la generación eléctrica.
En enero hay más de 10 unidades trabajando con gas y las estimaciones de la Comisión Nacional de Energía (CNE) indican que la presencia del GNL seguirá siendo importante hasta mayo o junio, cuando las lluvias comiencen a inclinar la matriz energética hacia la hidroelectricidad.
Los menores costos
¿Por qué ahora y no antes? Sebastián Bernstein, consultor y ex secretario ejecutivo de la CNE, señala que las empresas se adelantaron a un escenario con costos energéticos más altos por la sequía y tomaron al GNL como resguardo. "Estos contratos entre las eléctricas y socios del GNL se produjeron porque el año está muy seco, los costos marginales estarán altos. Es una forma de defenderse de ellos ", afirma.
Mabel Weber, de Bice Inversiones, agrega que se está usando el gas ante una mayor disponibilidad y un menor costo respecto del petróleo. Coincide Pedro Miquel, ingeniero senior de la consultora Systep. "Como es más barato que el diésel, las centrales usarán GNL y lo ocuparán en vez del petróleo", explica.
En este contexto, Colbún reconoce oficialmente que por usar GNL ha logrado bajar en 30% su costo marginal de generación.
Para Bernstein, el GNL traerá beneficios al sistema eléctrico, el que en 2010 incrementó en 43% sus costos. "Esta es una operación que afecta el mercado para bien. Está conteniendo los costos, aunque el marginal lo dan centrales más caras que con GNL. Por lo tanto, los precios siguen bastante disparados", sostiene.
Por su parte, la consultora y ex titular de la CNE, María Isabel González, aclara que si bien el GNL es más barato que el diésel, es más caro que el agua o carbón. Explica que Chile paga altos precios por él, entre US$11 y US$13 por millón de BTU, respecto de los US$3,5 de Estados Unidos.
Esta inquietud también ha sido planteada por Colbún, cuyo gerente general, Bernardo Larraín Matte, ha señalado que los altos costos de la energía están relacionados con los precios que se paga por el GNL.
La señal del gobierno
Para el gobierno, este es un tema importante. El Presidente Sebastián Piñera, en la Cena de la Energía de comienzos de enero, planteó la necesidad de usar al máximo la capacidad de generación con GNL.
"Nadie puede pretender que no se esté utilizando una capacidad disponible (...). Es urgente tomar medidas que apunten a viabilizar el uso de las capacidades instaladas en ciclos combinados, usando gas y gas licuado. Hay que asegurar el uso de las centrales y que ese uso sea el máximo que permita su capacidad", enfatizó. También manifestó que había que abrir los terminales de GNL. Esto permitiría a otros actores usarlos y traer este combustible más barato.
Bernstein estima que la apuesta debe ser a largo plazo, con una clarificación de las condiciones para favorecer la entrada de nuevos actores al GNL, lo que permitiría a futuro reflejar la baja de precios en los mercados internacionales, haciendo competitivas las centrales existentes e incluso las nuevas.
Artículo original
Esto de las GNL si es una tremenda noticia para Chile.
ResponderBorrarBenditas GNL ... que permiten reemplazar al sucio diesel y carbòn.. por algo un poco màs decente y màs barato.
Esperemos agranden la de quintero y la de mejillones. Hagan otra en conce; otra en Pisagua pa las mineras, Arica e Iquique; y que en Magallanes arreglen la cagá que tienen con los pozos y los precios.
chao