El ex ministro de Obras Públicas abogó por la creación de una institucionalidad que se preocupe de diseñar las estrategias de desarrollo en el largo plazo.
Eduardo Bitrán anunció la semana pasada que el 13 de abril dejará la presidencia del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad -cargo que ocupa desde principios del 2008- pero dejó listo los lineamientos que el país debe trazar para alcanzar el desarrollo. “No me quería ir sin antes entregar este documento”, dijo. Al mismo tiempo sostiene que su sucesor, el ex senador Fernando Flores “es una persona capacitada y reconocida internacionalmente como un líder en el ámbito de la tecnología de la información”.
Del informe se desprende que Chile requiere de una institucionalidad sólida que permita al Estado responder a los desafíos que impone el camino hacia el desarrollo y que posea una estrategia de largo plazo, alejada de los gobiernos de turno.
Con todo, la Agenda de Innovación y Competitividad 2010-2020 plantea cinco puntos centrales que se deben trabajar durante la próxima década: fortalecer la innovación empresarial; mantener una visión estratégica para la formación de capacidades científicas; potenciar el capital humano desde la educación básica hasta la superior; mejorar el rol de las universidades en su contribución al desarrollo económico del país y consolidar una institucionalidad para la innovación.
Para Bitrán durante los últimos cinco años el Estado ha realizado el mayor esfuerzo en materia de inversión, elevando el presupuesto en un 14% por año. “El aspecto más débil que presenta el país es la innovación empresarial, ya que todavía no ha despegado en materia de Investigación y Desarrollo (I+D) y son muy pocas las que se atreven a hacerlo. A mi juicio lo que ocurre es que no existe un proceso dinámico de innovación en Chile y se deberá afrontar”, señaló.
Para el ex ministro de Obras Públicas éste es un tema “de mayor preocupación, y por eso se deben generar cambios para mejorar los incentivos y la competencia para que la innovación esté dentro de las prioridades de las empresas”. Pero no todo es atribuible a los privados, ya que según Bitrán el Estado “no ha generado los suficientes incentivos que los estimulen”.
Incentivos
Para mejorar los niveles de innovación en las empresas, Bitrán comentó que se debe generar un ambiente adecuado. “Hay que mejorar la capacidad, el conocimiento y la gestión tecnológica dentro de los ejecutivos de las compañías y en especial en las pymes”. Asimismo, es necesario que las empresas apliquen “rutinas de innovación que permitan que sea un proceso sistematizado para invertir y lograr tener rentabilidad. Y eso se logra a través de la entrega de subsidios provenientes de Corfo”.
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