Artículo publicado en enero de 2009
Un plan estratégico nacional es un esquema de acción que organiza la aplicación sinérgica de los recursos de poder del estado y de aquellos sobre los cuales puede influir, en vista a lograr un objetivo a largo plazo.
Este tipo de planes, proporcionan orientación y guía para la determinación de los objetivos y estrategias de corto y mediano plazo y para dar lógica y coherencia al manejo de las crisis coyunturales.
Las relaciones entre Chile y Bolivia están marcadas por una sucesión de crisis planteadas por Bolivia en torno a su aspiración marítima, que han encontrado en Chile respuestas contradictorias: desde el rechazo frontal hasta la proposición de cesiones territoriales sin compensación.
En la base de estas crisis Chile encuentra varios problemas: identificar quién es, en Bolivia, la contraparte con la legitimidad y representatividad necesaria para asumir compromisos y asegurar su cumplimiento en el tiempo; comprender qué es lo políticamente factible para esa contraparte, y manejar cada crisis con una visión que vaya más allá de lo coyuntural y de corto plazo evitando enviar señales contradictorias que proyectan hacia Bolivia y hacia la comunidad internacional una imagen de una política chilena voluble e intransigente.
El desarrollo económico chileno, tanto en magnitud como en su carácter y dinamismo, determinan que la presencia de los empresarios y los capitales chilenos en Argentina, Perú y Bolivia se haya ido haciendo más fuerte y activa y el estado debe dar estructura formal,- mediante acuerdos, tratados y convenios de todos los tipos,- a la nueva realidad de relación bilateral, que la vitalidad empresarial va construyendo.
El problema político que los gobiernos de Chile deben resolver ahora es crear las mejores condiciones posibles para que este potencial se materialice, reduciendo o eliminando los factores de riesgo físico, comercial o conflicto político y ello sólo puede lograrse estableciendo una relación mutuamente conveniente y con alta legitimidad tanto en Bolivia como en Chile.
¿Qué buscamos en Bolivia? En Chile no existe la intención de imponer un diseño geopolítico, ideológico o colonialista a Bolivia. Como se dijo, Chile tiene en ese país intereses concretos que derivan principalmente de la vitalidad económica y empresarial de nuestra sociedad y de sus necesidades de desarrollo; a nivel nacional y de dos regiones específicas, la I y la II y, como se señaló, la mejor vía para lograrlo pasa por la cooperación e integración: apoyar la creación de una situación que podríamos caracterizar como de “Amigos y Socios en el desarrollo y la modernidad”. Es decir una situación en que Bolivia sea un estado democrático, bien estructurado, con instituciones sólidas, en pleno control de su territorio, con participación activa en la Cuenca del Pacífico, con valores sociales y políticos compatibles con los nuestros, próspero y amistoso hacia Chile. Una Bolivia en la cual los chilenos puedan hacer negocios y viceversa en una forma fluida. Que haya una fuerte corriente de intercambio y cooperación política, social, educacional y de seguridad.
Alcanzada esta situación, la aspiración marítima boliviana posiblemente seguirá existiendo, pero en un marco de interdependencia económica y de sintonía política que permitirá buscar y encontrar un acuerdo que entonces si podría ser factible y duradero.
Una estrategia de integración en dos niveles y sobre tres objetivos.
En Bolivia está formándose una clase media mestiza y tecnocrática. Este grupo social recibe apoyo económico y educacional de algunos organismos internacionales y su crecimiento es lento pero inevitable. Este proceso de conquista del poder político y del aparato estatal, similar al ocurrido en nuestro país en las décadas de los ’30 y ´40, implicará una rotación de elites y la transferencia del poder político hacia la mesocracia emergente.
El objetivo general de la estrategia que se propone, apunta a ayudar a establecer en la sociedad boliviana valores que permitan una comunicación y cooperación con Chile basada en el beneficio concreto de las personas. No busca el control de su comportamiento ni la imposición de ideologías ni intereses chilenos específicos. Estas condiciones se pueden garantizar mediante la pluralidad de los actores nacionales que participen en el proceso. En este sentido, las políticas y acciones del estado chileno deberían promover y estimular la participación de todo tipo de organizaciones de la sociedad civil chilena, dejando la participación estatal para la cooperación con su equivalente en Bolivia, de manera de eliminar toda sombra de hegemonía o supremacía.
La estrategia para el avance hacia una nueva relación entre Chile y Bolivia se materializaría mediante la cooperación en dos niveles: un nivel nacional, y un nivel regional, que involucra a ese país fundamentalmente con la I y II Región.
- En el nivel nacional: La meta es la reducción del nivel de conflictividad intergubernamental y la obtención de libertad de acción para interactuar con los demás actores bolivianos de esta estrategia. La relación política de gobierno a gobierno debería ser formal y respetuosa; estrictamente apegada a los Tratados y Acuerdos vigentes, desestimando explícitamente toda concesión territorial; sin aceptar exigencias, pero dando tantas concesiones unilaterales como sea posible, cuando se estime conveniente y necesario. Esta política debería ser permanente y sin excepciones.
- En el nivel regional: La meta es la creación, ampliación y fortalecimiento de los beneficio mutuos de la interrelación entre la I y II Regiones con la zona Norte y Sur de Bolivia respectivamente, desde la óptica de los intereses de los habitantes de las regiones respectivas. El proceso sería descentralizado y avanzaría progresiva y libremente en todo lo que no afecte a la soberanía, tema que se situará exclusivamente en el nivel nacional.
La estrategia se materializaría desde los dos niveles señalados, sobre tres objetivos estratégicos:
- Estructura de poder actual: En este ámbito, como se señaló, el problema es el déficit de gobernabilidad en Bolivia y nuestra meta sería favorecer la creación y fortalecimiento de la estructura estatal. Chile apoyaría la creación y funcionamiento de los organismos y servicios estatales que mejoren el control de los gobiernos bolivianos sobre aquellos factores que generan riesgos a Chile: registro civil, policías, aduanas, controles fitosanitarios o similares, mediante acuerdos de gobierno a gobierno. En este ámbito un aliado útil para Chile son los organismos internacionales especializados y las agencias de otros países que se interesan en estos mismos temas y también resultan beneficiadas.
- Grupos de poder emergente: Nuestra meta es el crecimiento, fortalecimiento y obtención de la supremacía política en Bolivia de una clase media con valores modernos, que privilegie las ventajas económicas y de desarrollo de una relación fluida con Chile, por sobre los elementos emocionales del pasado histórico. Chile apoyará la creación de una burocracia moderna y tecnificada, de partidos políticos sólidos, de líderes educados y con valores compatibles con los nuestros. El medio sería el apoyo a la educación en todos los niveles, efectuada tanto en Chile ( de preferencia en la I y II Regiones) como en la misma Bolivia y el estímulo económico las persona e instituciones que interactúen con sus pares en Bolivia.
- Organizaciones sociales de base: Nuestra meta es la creación de una percepción, en la base social de Bolivia, de un Chile sensible, generoso y eficiente. Para esto, los esfuerzos deberían apuntar a apoyar la solución de los problemas más directos, básicos y concretos de la gente, mediante acciones que pongan en contacto a personas más que a organizaciones.
Esta propuesta trata de ir más allá de la diplomacia reactiva; más allá del manejo, en emergencia, de las sucesivas crisis; más allá de los gestos y del protocolo, en definitiva, de tener un objetivo claro y una estrategia para alcanzarlo.
La pregunta es si estas ideas serían viables y si nos llevarían a una mejor relación con Bolivia.
Artículo original
Sabia que este homosexual chileno le gustaba los peruanos; es por ello su blog, todo un caos, mostrando su frustracion porque ningun peruano se ha fijado en el.
ResponderBorrarPatricio Lynch Solo de Saldivar dijo...
pst..pst.. solitariooo, soltariooouu!! creo que estamos solos, te animas? soy un digno representante de la belleza y gracia chilena? que dices siiii?
30 de agosto de 2009 8:15
jajajaja.. y a Patty le gustan los cholos.. vive obsesinada por ellos.. jijijii.. de hecho si no son pareja son amigas,,
ResponderBorrar