Nelspruit fue un carnaval a la llegada de la "Roja" a la ciudad. La gente salió a la calle y el ritmo local acompañó el trayecto de la selección.NELSPRUIT.- Eran cerca de las 13:00 horas en Nelspruit (07:00 am en Chile), aun faltaba más de una hora para que la selección chilena arribara a White River y la ciudad ya era una fiesta.
En procesión una centena de vehículos se movían hacia el aeropuerto de la ciudad. Camionetas llenas de gente, autos con banderas nacionales y locales, todos iban en busca del equipo de Bielsa.
A la misma hora, en las afueras del resort que acoge a la "Roja" decenas de mujeres bailaban y cantaban esperando a el arribo del bus rojo.Todo fue una fiesta hoy en Nelspruit. La selección chilena se sintió como en casa desde que arribó a suelo sudafricano. Una vez ya en la losa del aeropuerto la delegación fue recibida por el embajador chileno en Sudáfrica Francisco Marambio. Fue la bienvenida oficial, mientras afuera los hinchas pedían a gritos la aparición de los jugadores.
Lo hicieron recién después de 30 minutos en el interior del aeropuerto. El arribo al bus fue rápido, tanto como el viaje hasta el lugar de concentración: En 10 minutos ya estaban instalados.Antes sí recibieron el calor de los sudafricanos. No se bajaron del bus, pero por las ventanas sacaron sus cámaras para grabar y captar imágenes de la locura que generaron en el lugar.
Una vez adentro del campo de concentración salieron a caminar. Gonzalo Fierro no soltó en ningún momento su cámara; Captaba todo lo que pasara en el resort, mientras los demás caminaban y avisaban vía teléfono a sus familias en Chile "que todo estaba bien".Marcelo Bielsa es caso aparte. Salió de inmediato a recorrer el centro de entrenamiento y se sorprendió de frente con las cámaras de algunos medios: Media vuelta y a otro lugar.
Harold Mayne-Nicholls fue otro de los que se vio caminar por la cancha. Estaba relajado el presidente de la ANFP, aunque se complicó al momento de ver también la prensa.Está todo armado en Nelspruit como para que Chile se sienta como en casa. Incluso hasta las trabajadoras del resort se mandaron a hacer unas poleras especiales con el "I love Chile".
Por el momento es todo paz y alegría en el centro de entrenamiento de la selección.Artículo original
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