No puede pasar desapercibido para los ciudadanos el extraordinario avance impulsado por Bachelet al promulgar la Reforma Constitucional en materia de Gobierno y Administración Regional. Por Jorge Navarrete.
“El centralismo es esencialmente un sistema de dominación”, enfatizó hace un par de años el senador Ricardo Nuñez.
“Chile será descentralizado, o no será desarrollado”, decía Joan Prats I Catalá, hace poco tiempo.
“Hoy necesitamos políticos que buscan el poder para distribuirlo, más que concentrarlo”, concluyó el año pasado James A Joseph.
“Queremos políticos con miras a la próxima generación, más que a la próxima elección”, señaló hace unos meses Carolina Muñoz de CONAREDE Juvenil.
Tales pensamientos constituyen la síntesis de un desafío de envergadura que se arraiga en los inicios de nuestra república.
De allí el eslabonamiento de reflexiones señaladas, porque a escala planetaria las experiencias descentralizadoras son diferenciadas por la complejidad que ellas encierran, tal como suele ocurrir con los procesos propios del poder.
Por ello no puede pasar desapercibido para los ciudadanos el extraordinario avance impulsado por la Presidenta Michelle Bachelet, el viernes pasado, al promulgar la Reforma Constitucional en materia de Gobierno y Administración Regional.
Efectivamente, ella subrayó el momento con las siguientes palabras: "con esta reforma -que quiero decir con franqueza, no ha sido fácil de concretar-, se vuelve más coherente el sistema político. Hace 20 años, era imposible concebir la idea de consejeros regionales electos y, menos aún, la de un presidente del Consejo Regional. Y ha quedado demostrado que no había incompatibilidad entre las bases del Estado unitario, por un lado -que es Chile-, y por el otro el esfuerzo de descentralización de sus regiones. Combatir el centralismo es, en realidad, una condición del esfuerzo para conseguir una mayor integración nacional, puesto que supone elevar la categoría de las instituciones regionales y dotarlas de legitimidad democrática".
Al mismo tiempo, la Jefa de Estado remarcó que "si hemos establecido la elección directa de los alcaldes, concejales y ahora de consejeros regionales, qué puede impedirnos, entonces, que ahora abordemos el cambio de la verdadera camisa de fuerza que es el sistema electoral vigente para elegir a los parlamentarios. Cada vez se hace más injustificable la existencia de un sistema binominal en el Parlamento, cuando coexiste con un sistema proporcional en los municipios que garantiza la fiel representación de la diversidad ciudadana y al que seguramente también tenderá el sistema electoral regional".
Sólo queda un último trámite –y no menor ni complejo- la ley que deberá regular la elección directa de consejeros y la transferencia de competencias, y que debiera implementarse ya al 2012, con el fin que ese año se realicen las primeras elecciones directas de consejeros regionales.
¿Tendrán los parlamentarios la grandeza para ver al candidato a consejero regional como un necesario servidor para la región y para nuestro país, y no como un mero eventual competidor u operador electoral?
Es posible. De lo contrario, al decir también de la OECD, no habrá en Chile desarrollo.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
De provincia.. queremos descentralizar.
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