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sábado, diciembre 05, 2009

Falta un Estado Moderno que No Sea Paralizante del Dinamismo Económico

Oscar Guillermo Garretón, el presidente de la Fundación Chile, señaló que el país necesita avanzar hacia un sistema de auditoría y de contraloría por resultados, proceso que el actual contralor general de la República podría llevar adelante.

—¿Cómo evalúa la actual situación del país?

—Está terminando un ciclo muy exitoso de la economía chilena, y tiene que comenzar otro para lo cual muchas de las cosas que estamos haciendo tienen que cambiar. Por lo tanto, las empresas como los gobiernos no pueden seguir haciendo lo mismo, la inercia no sirve, se requieren cambios profundos si queremos tener una economía igualmente exitosa en los próximos 20 años. Los motores que explicaron el dinamismo de la economía chilena parecen ya no ser suficientes para garantizar tasas importantes de crecimiento. Y esto no tiene que ver con que se haya hecho algo mal, sino con que probablemente cumplimos ya una etapa.

—¿Qué nos falta para ser un país desarrollado?

—Esto tiene que ver con la productividad del país, es decir, con la del recurso humano en el sector privado y público, con el desarrollo de las competencias laborales en la masa de la población. Hoy tenemos sectores como la agricultura que es muy importante para Chile, donde la productividad del trabajador agrícola es muy baja comparada internacionalmente. El desarrollo de las competencias laborales puede tener un impacto muy fuerte, y por eso estamos trabajando como Fundación en ellas.

Hay también atajos al desarrollo que son muy relevantes. Hoy, por la crisis mundial, el capital humano o el saber humano está más barato, así como mandamos gente afuera a estudiar post-grados, también podemos traer gente para acá. Un potente profesional científico o tecnológico, instalado en el país en una universidad por dos años, puede significar 30 post-grados en la medida que puede multiplicar las tareas.

—¿Qué rol juega la modernización del Estado?

—El Estado también necesita modernizarse con innovaciones duras. Hay ciertos tapones que lo hacen un Estado ineficiente para los desafíos que tiene el país en el Siglo XXI. Particularmente el Estado post-crisis global. Hay algunos temas que abordar que son ineludibles si queremos tener un Estado moderno y que no sea un factor paralizante del dinamismo de la economía.

Uno de ellos es que tiene que cambiar la política estatal de recursos humanos en varios sentidos, el estatuto administrativo es algo que no se corresponde con un estímulo a la eficiencia de su capital humano. Me refiero a la inamovilidad, a los ascensos por antigüedad, falta de componente variable de las remuneraciones, se dice que hay, pero en realidad es un mito, termina siendo fijo, formas de reclutamiento, de selección.

— ¿Falta meritocracia?

—Sí, en los cargos ejecutivos se ha hablado de nombrar técnicos y no políticos y creo que pueden ser ambas cosas pero, sobre todo, lo que necesitamos son emprendedores con ganas, y no gente que está ahí esperando para la próxima elección o para volver a la empresa privada. Necesitamos seleccionar a la gente de acuerdo a los requisitos del cargo que tiene y eso opera en las empresas por igual. Ser técnico no le asegura a una persona llegar a ser gerente de algo, y hay gerencias o directores de servicios públicos que manejan muchos más recursos que empresas privadas, por eso hay que seleccionarlos de acuerdo a los requisitos para el cargo y no solamente por ser político o técnico.

—¿Entonces hay que terminar con los operadores políticos en el Estado?

—El Estado es una herramienta política, por tanto, tengo la impresión de que se justifica un nivel político, pero me encantaría que en el sector público hubiera derecho a huelga por servicios, no veo por qué las ineficiencias de algunos las tengan que pagar los servicios eficientes como el SII, que cada uno negocie en base a sus realidades en vez de estar tironeando para abajo y nivelando en el piso a todos los servicios.

—¿Cómo evalúa el sistema contralor chileno?

—El sistema contralor chileno – independiente de la eficiencia que se la ha ido introduciendo– en su forma es algo que no se corresponde en una sociedad moderna donde lo que se controla son resultados, y se controlan ex post lo que el gobierno hace, pero no antes más que sus resultados. Si es antes y después la verdad es que el efecto paralizante sobre el aparato público es muy grande, y debe colocarse énfasis en ir a una auditoría o contraloría por resultados. No hay nada que inventar, es algo que existe en otras partes del mundo. La verdad que si se asume que eso hay que hacerlo así, me da mucha esperanza de que un hombre que viene de afuera de la burocracia de la Contraloría, como es el actual contralor (Ramiro Mendoza), pudiera liderar un cambio, una modernización de la función contralora en el país, eso se necesita urgente.

—¿Qué propone para modernizar el Estado?

—Nunca he estado en una empresa privada que no esté en permanente reorganización. Debemos dar un paso en el aparato público para que el Presidente de la República tenga, al menos, una o dos veces durante su mandato la posibilidad de reorganizar el aparato público de manera de poder eliminar duplicaciones, recoger experiencias aprendidas y transformarlas en asignaciones de tareas donde a lo mejor no estaban, etc. Eso es extremadamente importante. Además, que las platas y recursos humanos sean consistentes, sobre todo en el enorme flujo de recursos que se les está entregando a las regiones y el escaso apoyo de capital humano que tiene que gestionar esos recursos.


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martes, octubre 20, 2009

El nuevo rol del líder político

Desde hace más de una década que la percepción ciudadana respecto de las instituciones políticas, no es la mejor. La generalidad de las encuestas, informes y estudios nos habla de la desconfianza que hay a hacia la clase política y sus instituciones. La mala imagen que existe de sus miembros, la falta de trasparencia y probidad en algunos de sus actos, sumado a la ausencia de la meritocracia para participar en ellas, son parte de los argumentos. Lo anterior, las bases para no participar en los procesos políticos, según muchos ciudadanos.

¿A qué se debe esto?

Existe una concepción errónea del concepto de liderazgo y por tanto de la acción de liderar en la mayoría de los líderes políticos. Estamos ciertos, hablar de liderazgo en la academia, es hablar de transformar las organizaciones en virtud de un concepto de cambio continuo, es hablar de visión de futuro y de gestionar la confianza a partir de la lectura de contextos emocionales de sus dirigidos. Por el contrario, hablar de liderazgo en el entorno político, es hablar de autoridad en virtud de la imposición, es hablar de carisma en virtud de la facha y es hablar de títulos en virtud de los certificados conseguidos.

Paradigma de las dos preguntas

Si pudiéramos preguntarles a una determinada audiencia o a un reducido grupo de personas que frecuentamos. ¿Quién de ustedes son líderes? La respuesta les aseguro siempre será la misma. O son muy pocos los que manifestarían serlo o derechamente ninguno de ellos. Ahora bien, si la pregunta fuera ¿Cuáles son las características propias de un líder? En este caso, son muchos los que indicarían a lo menos una de ellas.

La respuesta a lo anterior es solo una, existe un preconcepto erróneo de lo que es liderazgo, que lo vincula a creer que se necesitan condiciones excepcionales para serlo y a mirar a ciertas personas como con capacidades inherentes para tenerlo. Nada más contrario a la realidad. Nada más alejado de lo que es.

¿Qué pasa en el entorno político chileno?

En la generalidad de la clase política chilena, existe la convicción de todo lo anterior, sumado a una reforzada creencia, en virtud de la cual, los ciudadanos necesitan que les digan dónde ir, hacia dónde caminar y qué prioridades económicas, políticas y sociales son mejores para él. Ello se ha visto potenciado con una historia política marcada por la generación de líderes, siempre con el necesario germen autoritario que se disfraza con el concepto de “republicano” y se confunde con el de “estadista”.

¿Hacia dónde deberíamos avanzar?

Debemos entender que el nuevo liderazgo político, debe avanzar raudamente hacia la construcción por parte del líder de un nuevo acuerdo social. Es cierto, tenemos problemas respecto a la calidad de la educación, el desempleo, la falta de seguridad pública, entre otras cosas. Sin embargo, ello no significa que el líder deba cargar con cada una de las soluciones solo y buscar respuestas desde lo alto; sino muy por el contario, “desarrollar en cada uno de los ciudadanos la capacidad organizacional y cultural para encarar con éxito lo problemas en concordancia con sus valores y propósitos”, de acuerdo al concepto de adaptación social de Ronald Heifetz.

En un contexto práctico, el nuevo liderazgo tiene que ver con gestionar organizaciones públicas en virtud de conceptos de gerencia co –inspirativa, basados, de acuerdo a Maturana, en la premisa de que hoy vivimos en una sociedad en que los ciudadanos sabemos que sabemos y entendemos lo que entendemos que entendemos. Al nuevo líder político, entonces, le queda comprender que la visión de futuro que debe inspirar y movilizar a sus partidarios, se sostiene “en que la emoción que guía las conversaciones de colaboración es la confianza y el respeto mutuo”.

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martes, septiembre 01, 2009

Futuro Ingreso de Chile a la Ocde

Este año hemos tramitado varios proyectos de ley relacionados con las recomendaciones que hizo la OCDE a nuestro país para poder incorporarse a esta. Estos tratan cuatro diferentes ámbitos: los gobiernos corporativos de las empresas públicas; la responsabilidad de las empresas en ciertos delitos económicos; el combate al cohecho, y los convenios para el intercambio de información tributaria.

Para Chile, convertirse en un país miembro de esta organización reporta grandes beneficios. Pertenecer a la OCDE inmediatamente mejora nuestra imagen y nos posiciona como un país seguro y estable, comprometido con sus políticas económicas y con su institucionalidad. Además, como miembros de la OCDE tendremos acceso a la cooperación de su área de estudios, lo que nos permitirá contar con asesorías técnicas y académicas para la elaboración de políticas públicas de calidad.

Luego de la invitación recibida por el citado organismo en 2007, el gobierno de Bachelet ha manifestado un elevado interés en concretar nuestra incorporación a la OCDE antes de marzo de 2010. Esto por la elevada rentabilidad política de ser recordado como el gobierno en el cual Chile pasó a ser parte del “club de los países ricos”.

Sin embargo, la premura con la cual se está avanzando en cumplir con los estándares exigidos por la OCDE, ha dificultado llevar a cabo el análisis profundo y riguroso que se necesita para tratar estas materias. Las recomendaciones hechas por esta organización tienen por objetivo mejorar la institucionalidad y la calidad de las políticas públicas del país, acorde con los principios de democracia y libre mercado que alberga esta institución. Acoger estas observaciones sólo como requisitos de entrada, y trabajarlas aceleradamente, impide el necesario debate para buscar la manera más adecuada de incorporarlas a la institucionalidad chilena y así asegurar que estas efectivamente sean una contribución al progreso y desarrollo de nuestro país.

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miércoles, junio 24, 2009

Chile está próximo a sentir los positivos efectos de su eventual adhesión a la OCDE

Los analistas sugieren tres ítems que beneficiarán el avance económico y social de nuestro país con este nuevo paso de integración. Y aunque quedan importantes desafíos microeconómicos pendientes, la nación ya está preparada para asumir su participación en el "club de los ricos".

SANTIAGO, junio 24.- El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, mantiene contactos para agilizar los trámites de ingreso de nuestro país a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y prepara las maletas para París, a poco más de un mes desde que fuimos invitados oficialmente a participar en el "club de los ricos".

Fundada en 1960, la OCDE tiene su sede central en la capital francesa. Desde el 2006, el secretario general de esta organización es el mexicano José Ángel Gurria.

Se le ha apodado como el "club de países ricos", ya que las naciones integrantes aportan al mundo el 70% del mercado mundial. Ello quiere decir que la asociación agrupa a los más desarrollados del planeta. Esto tiene una importancia gravitante, pues el ejemplo que brindarán estas potencias acelerará el camino hacia el desarrollo chileno.

En 1997, Chile entró a participar en calidad de observador y el 16 de mayo del presente año, fue invitado a formar parte una vez cumplamos algunas exigencias básicas.

Ante esto, los analistas no vacilan en enumerar al menos tres pilares básicos que beneficiarán a la economía del país con esta casi segura incorporación a este organismo internacional cuyo objetivo es poner en línea las políticas socioeconómicas de sus 30 Estados miembros, y que entre otras tareas realiza más de 500 publicaciones económicas al año.

BENEFICIOS SOCIOECONÓMICOS

A fines de mayo, la Presidenta Michelle Bachelet visitó la sede oficial de la OCDE (OECD en su sigla en inglés, Organisation For Economic Co-Operation and Development), reuniéndose con Gurria para formalizar el futuro ingreso de Chile a este exclusivo club. En la cita, el secretario general fijó una fecha tentativa a fines del 2009.

De concretarse este ingreso, Chile sería la primera nación sudamericana y la segunda de Latinoamérica, después de México, en conseguirlo. Los economistas coinciden en celebrar con optimismo este nuevo paso en materia de integración internacional.

El director del Centro de Economía Internacional del Instituto Libertad y Desarrollo, Francisco Garcés, ha dicho que son tres los beneficios de esta adhesión: podremos compararnos con otras economías avanzadas, contaremos con la evaluación objetiva de la OCDE a nuestros planes y consolidaremos nuestra institucionalidad.

"Los aciertos, errores y omisiones, en cuanto a políticas públicas económicas y sociales de Chile, serán analizadas más objetivamente por la OCDE en forma periódica", explicó Garcés. Con esto, la credibilidad de estas políticas será "importantísima para los inversionistas internos y externos, para los prestamistas nacionales e internacionales".

Primero, hay "un reconocimiento de la OCDE a la estabilidad económica y el marco político de Chile. Con todas las dificultades que hemos tenido, aún así hemos mostrado una estabilidad en las últimas dos a tres décadas en esas dos materias, que son vitales para el riesgo país", dice el economista Víctor Valenzuela, académico de la UNAB.

El experto agrega que "probablemente es el acuerdo más importante de las últimas décadas, porque en el fondo nos están sacando la etiqueta de ser un país tercermundista o en vías de desarrollo. Y aunque estemos entrando a la cola, sin dudas nos vamos a ir como uno de los mejores", indica.

"El benchmark es ahora de primera clase", cree Valenzuela. Somos el primero del curso en el vecindario pero las cosas son diferentes a la par con las grandes potencias. Esto nos pone en tarea de país desarrollado, acelerándose así el camino hacia tal condición. Con el diagnóstico periódico de nuestros planes públicos, se genera "un ingrediente que nos pone a hacer la tarea propiamente tal".

DESAFÍOS PENDIENTES

Ahora bien, son necesarias algunas disposiciones parlamentarias para esta adhesión. Al menos la nación ya cumple con ciertos requisitos como la consolidación democrática y los ingresos medios, además de destacar la forma cómo ha enfrentado la crisis. En ese sentido, todo indica que hemos traspasado umbrales en tiempo récord.

Entre estos desafíos, lo principal es aplicar políticas ambientales de forma cabal y eficiente, integrando consideraciones ecológicas en las grandes decisiones. También avanzar en temas laborales, educativos y de transparencia financiera. "Hay un pack de mejoras que debemos cumplir", explica Valenzuela.

"Para acuerdos previos de esta naturaleza, Chile no siempre ha cumplido con los estándares mínimos y ha tenido que mostrar voluntad de legislar para resolver los problemas pendientes", señala el académico UNAB. Ese es el desafío.

"Lo que está pendiente es la parte microeconómica del país, porque la parte macroeconómica es la que nos ha llevado a esta adhesión", dice el experto. "Dentro de las tareas que nos puso la OCDE, está la incorporación de la mujer en mayor medida a la fuerza de trabajo, porque hoy es un mal índice", concluye enfático Valenzuela.

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lunes, mayo 18, 2009

Ranking de Calidad Institucional en el mundo

- Relacionado: Chile con menos riesgo político que EEUU - Perú: Por qué Chile nos está ganando

Chile supera a países como Francia y España, es el mejor evaluado -por lejos- en Latinoamérica

BUENOS AIRES (ABA).- La Argentina está ubicada en el lugar 114 del ranking de calidad institucional y registra una fuerte caída respecto al año pasado, cuando figuraba en el puesto 103, y más aún en relación a 2007, ya que estaba 93 en el escalafón mundial.

Nuestro país no solo es uno de los que ha sufrido mayor deterioro, sino que, incluso en Latinoamérica, figura entre los peor ubicados. Es superado entre otros por Chile, Brasil, Costa Rica, Uruguay, México, Perú y Colombia.

El Índice de Calidad Institucional (ICI) es una medición que contempla 7 rubros: rendición de cuentas, estado de derecho, libertad de prensa, nivel de corrupción, competitividad, facilidad para hacer negocios y dos indicadores de libertad económica (Fraser y WSJ Heritage).

Se trata de un trabajo que viene realizando el International Policy Network (Red de Política Internacional), ONG del Reino Unido y los Estados Unidos.

En el caso de Argentina la investigación estuvo a cargo de Martín Krause, director general del CIIMA (Centro de Investigaciones de Instituciones y Mercados de Argentina), así como en otros lugares hicieron lo propio otras 20 instituciones similares con el objetivo, entre otros, de "promover el respeto por las personas y por la propiedad, para eliminar la pobreza".

En el caso de nuestro país su estándar es bajo en casi todos los indicadores, especialmente en transparencia (ítem en que figura incluso detrás de países rezagados en la medición general como Bolivia y Cuba), libertad económica y libertad de prensa, superando el promedio solo en "voz y rendición de cuentas".

Siguiendo una evolución trianual, Argentina y Nicaragua son los que han tenido cambios más desfavorables dentro de Latinoamérica, y en general son varios los países que registraron una caída: Argentina (de 93 a 114), Uruguay (de 50 a 60), Brasil (de 90 a 98), Nicaragua (95 a 116), Bolivia (118 a 133), Paraguay (128 / 136), Ecuador (133 a 144) y Venezuela (161 - 174).

Por el contrario, los países que más vienen evolucionando son Canadá (pasó del 11 al 6) y Colombia (100 a 97).

En síntesis, el ordenamiento de mayor a menor en América Latina es (tomando los principales de América Central y Sudamérica): Chile (24) -que supera por ejemplo a Francia y España-, Costa Rica (52), Uruguay (60), El Salvador (77), México (79), Perú (83), Colombia (97), Brasil (98), República Dominicana (102) Argentina (114), Nicaragua (116), Bolivia (133), Paraguay (136), Cuba (162) y Venezuela (174).

De los países latinoamericanos Chile es el único que se encuentra entre los 50 primeros del mundo en ICI.

El país trasandino ocupa en este continente el primer lugar en siete de los ocho componentes del ICI, la excepción es el rubro libertad de prensa, donde es superado por Costa Rica con el que comparte idéntico indicador en corrupción (es escasa en ambos casos).

Tomado todo el continente americano, Chile es el cuarto en orden descendente después de Canadá, Estados Unidos y St. Lucía, le siguen (sin tomar en cuenta las islas o pequeños países del Caribe): Uruguay (14), México (20), Perú (21), Colombia (22), Brasil (23), Argentina (28), Bolivia (31), Paraguay (32), Ecuador (33), Cuba (34), Haití (35), Venezuela (36).

A nivel mundial, el índice muestra a Dinamarca en primer lugar, escoltado por Suiza, y siguen: Nueva Zelanda, Finlandia, Islandia, Canadá, Irlanda, Holanda, Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Andorra, Suecia y Noruega.

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jueves, mayo 14, 2009

Chile lanza su propio buscador gubernamental

Chile lanzó hoy el servicio de Internet que hará las veces de directorio de todos los sitios web del Estado, como un organismo para facilitar la información y así cumplir con la Ley de Transparencia.

El secretario ejecutivo de Estrategia Digital, Ernesto Evans, fue el encargado de desarrollar este proyecto que en sus propias palabras ayuda a "hacer más fácil el proceso de transparencia". El buscador fue realizado en conjunto con la Unviersidad de Chile y tiene el doble objetivo de ayudar a la gente y llevar un registro de las búsquedas.

Las instituciones estatales están agrupadas en dos grandes categorías: para empresas y para personas, y dentro de ellas hay una serie de subcategorías que las organiza por temática. Además hay un buscador para hacer más sencillo el conocimiento de qué sucede en los entes del país. Si quiere conocer la página, CLICK aquí.



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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.