Hernán Zeballos PhD en economía
Durante 69 días todo el mundo vivió jornadas de ansiedad, de incertidumbre, con la noticia de 33 mineros atrapados en la mina San José, en la localidad Copiapó de Chile, los primeros 17 días, los atrapados, no sabían si en el exterior tenían conocimiento de que ellos seguían con vida y los prisioneros tampoco sabían si los de afuera suponían de su supervivencia.
A los 17 días, hubo señales que permitieron confirmar que los mineros se encontraban con vida. A partir de ese momento, liderizados por el Gobierno chileno, numerosas organizaciones se pusieron a la tarea de organizar el rescate, el cual, como se sabe se concretó al 69 día. Fue una organización digna de ejemplo, se pidió cooperación, una de las cuales sin duda muy importante fue la NASA, la cual elaboró el diseño de la cápsula de rescate, se trasladaron equipos de perforación que hicieron tres túneles y una operación que debía durar hasta diciembre, se concluyó con dos meses de anticipación. Según informaron los medios de comunicación, se movilizó un total de 500 personas, entre técnicos, personal de comunicaciones, apoyo logístico y otros. Se conformó un equipo de rescate el cual desde el primer descenso fue bajando en la cápsula para apoyar en esta tarea.
Las 24 horas que duró el rescate, tuvieron en vilo a millones de personas, las que seguimos todo el proceso, por la transmisión en vivo de los principales canales internacionales CNN, la BBC, y Tv Chile.
La salida de los mineros, desde el primero hasta el número 33, fue llena de emoción, de alegría, uno sentía como que cada uno de esos personajes era algo suyo. La emoción de las personas que esperaban en el punto de salida, fluía como las propias imágenes, el abrazo sincero, emocionado del presidente Piñera, de su esposa, de los familiares y personal de coordinación, era como si cada uno de nosotros estuviera recibiendo a un hermano o un hijo que estuvo ausente por mucho tiempo.
Dos actitudes mostraron el espíritu del equipo que permaneció atrapado. El segundo en emerger, lleno de energía, distribuyendo pedazos de roca como si fueran souvenirs, alegre, con abrazos y sonrisas. Así como del último, el “jefe” de grupo quien tuvo la capacidad de organizarlos, de cuidarlos y de enfrentar con serenidad y coraje una situación extremadamente difícil, se mostró lleno de energía, haciendo un recuento al Jefe de Estado y éste recibiéndolo de jefe a jefe, como le dijo, fueron los más destacables de este extraordinario ejemplo de conducta humana, de una sociedad y de un país que como expresó el Presidente: es un país unido ante todas las circunstancias y al que le gusta hacer las cosas bien.
Esta lección de conducta, de espíritu humano y social, debería servirnos de ejemplo para sacudirnos del espíritu de víctimas y de odio de unos contra otros. Todos, debemos sentir optimismo, energía para superar nuestros problemas y avanzar como Nación que busca y quiere un mejor destino.
Artículo original
domingo, octubre 24, 2010
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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