Perú: Ministerio de Defensa compra a empresas ligadas a mafia fujimontesinista

Organizaciones involucradas en millonarios actos de corrupción siguen haciendo de las suyas.

Al estilo de la dictadura, el secreto militar es usado para adquisiciones irregulares de armas, coincidieron en afirmar representantes del Grupo de Trabajo contra la Corrupción.

Con la llegada del segundo gobierno aprista no sólo se reinstauró el uso del secreto militar al estilo de la mafia fujimontesinista, sino que han reingresado y se han reactivado como proveedoras del Estado, empresas dedicadas a la venta de armas, aeronaves, equipos o servicio de mantenimiento involucradas en actos irregulares cometidos durante aquel régimen, periodo oscuro en el que este sector se convirtió en espacio de corrupción, coincidieron en afirmar Inés Arias Navarro, coordinadora, y Gabriela Flores, responsable de comunicaciones e investigadora del Grupo de Trabajo contra la Corrupción.

Arias y Flores dijeron a LA PRIMERA que investigaciones promovidas por su entidad siguiendo las compras de armamentos o los servicios de mantenimiento (overhall) en las que están implicados traficantes de armas que negociaron con el propio ex dictador Alberto Fujimori, permitieron detectar un gran negociado en el sector Defensa, que por sus características es un campo fértil para este tipo de “faenones”.

Indicaron que existen muchas empresas interesadas en convertirse en proveedoras del Estado peruano y por ello enlazaron con una persona como Rómulo León para que les haga todo el trabajo de enlace con la persona que tiene la decisión final, como sucedió con la empresa israelí Elbit System, recomendada por León a Ántero Flores Aráoz, cuando era ministro de Defensa, luego de lo cual vendió más de 64 millones de soles al Estado peruano, cuyos representantes pasaron por alto la vinculación de la compañía con lobbies o negocios ilícitos como su relación con Fortunato Canaán y Carlos Motte Piconne.

Lamentaron que estas irregularidades no hayan sido tomadas en cuenta debido al secreto militar que rodea a las compras y contrataciones del sector Defensa, factor que impide transparentar información como sí se pudo hacer en el caso de Petroperú, lo que posibilitó se descubra el famoso faenón.

Agregaron que esta situación permite negociados con empresas vinculadas a traficantes de armas y a empresas que buscan beneficiarse indebidamente.

Sobre la contratación de Elbit System, empresa recomendada por León a su amigo de años Flores Aráoz y que no aparece en los registros de los organismos reguladores de las contrataciones y adquisiciones del Estado, precisaron que es preocupante la presencia de un personaje ligado al “faenón”, así como el retorno de otros personajes que, incluso, están procesados o investigados por actos de corrupción en el sector Defensa durante la época de Fujimori y que, increíblemente, contratan con el mismo Estado al que estafaron.

El gran retorno

Gabriela Flores recalcó que están regresando operadores emblemáticos vinculados a Fujimori y Montesinos como lo fue el prófugo Moshe Rothschild, el proveedor de armamento que gracias a una llamada de Fujimori le vendía al Estado. Rothschild formó parte de los “Gordos” y está procesado, en el caso más emblemático de corrupción de los 90, que es la compra de los MIG 29 y Sukhoi. Su brazo derecho, Luidmila Jor, quien también huyó del país, está ganando licitaciones, a través del consorcio Óscar Avia Group y Trepsa, para el mantenimiento y reparación de los aviones bielorrusos, los mismos de los 90.

Otro de los operadores de esta mafia, Ricardo Newton, por medio de la firma Protemax, firmó contrato con las Fuerzas Armadas para instalar el blindaje a los helicópteros del Valle de los ríos Apurímac y Ene (Vrae) cuando su empresa está especializada en blindar otro tipo de vehículos.

También está el caso de Percy Carrión, amigo del general EP Óscar Villanueva Vidal, conocido como cajero de Montesinos, que a través de su empresa Kibo Representaciones vendió helicópteros a las Fuerzas Armadas.

Otro amigo del cajero de Montesinos, Alfonso Lizarazo, quien sí se encuentra procesado, vendió uniformes, equipos y alimentos con serias deficiencias al Ejército.

Por su parte, Arias recalcó que estas empresas volvieron a hacer negocios con el sector Defensa a partir del 2007, cuando Flores Aráoz ya era ministro, por lo que debía conocer los informes de las compras de armamento y contrataciones de servicios, así como por haber sido legislador en el gobierno toledista y estar por ello al tanto de qué empresas estuvieron vinculadas a la corrupción en la dictadura. “Parece que no le interesa o en todo caso tiene mucho interés en que ello ocurra” acotó, a tiempo de señalar que el ex ministro, que se declara ajeno a los negociados, debe ser considerado responsable por haber contribuido a abrir las puertas a estas mafias.

A su vez, Flores recordó que en la época de Toledo empiezan las investigaciones en el Congreso y el Poder Judicial, se reducen las compras militares y se transparenta la información en Defensa, con los medios de comunicación y la comunidad internacional muy atentos. “Pero llega al 2006 y vuelve el uso del secreto militar y a partir del 2007 y, en especial en los últimos años, hay una inyección de inversiones en Defensa por el tema del Vrae, el tema de Chile”.

“Y es que la ley habla sólo de inhabilitación (para ser proveedores del Estado) de personas sentenciadas, lo que ha hecho que muchos procesos, sobre todo vinculados a delitos económicos y financieros relacionados al sector Defensa, aun no hayan terminado, y ese vacío es utilizado para justificar las compras a esas personas”, dijo.

Alianza aprofujimorista

Ambas coincidieron que es cada vez más evidente que hay un todos vuelven, un regreso gracias a la vinculación del APRA y el fujimorismo que permite que estas personas contraten tranquilamente con el Estado. “Es evidente que existe un puente en el caso de contrataciones en el sector Defensa; es claro, como el indulto dado a Crousillat, la decisión que ha tomado el TC con respecto al general Chacón y todo lo que se viene”, afirman. Precisan que para ello existen colaboradores como Ántero Flores Aráoz o el actual ministro del sector, Rafael Rey, quien ha salido a defender los tanques chinos a pesar que son vendidos por una empresa que reconoció haber pagado coimas en otras operaciones con el gobierno de Fujimori.

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