Vinos de Argentina y Chile ganan mercado

Perfil: Wines of Chile

Empresas sudamericanas quieren crecer en México, donde el consumo aumentó 57% en los últimos 8 años; la cerveza sigue siendo la bebida más vendida, pero sólo creció 15% en ese periodo.

La copa es aún pequeña. No es poco para cualquier bodeguero sudamericano meterse en terrenos de Modelo y Corona. El consumo de vino en México es de medio litro anual por persona, insignificante frente a los 58.4 litros de cerveza consumidos.

Pero las empresas chilenas y argentinas están viendo la película y no la foto. Mientras el consumo de cerveza creció 15% en los últimos ocho años, el de vino saltó 57% en el mismo periodo.

Ese repunte fue resultado de algunos cambios de tendencia. Los mexicanos están dejando de tomar licores fuertes como el tequila para elegir el vino. “Ya empieza a ser considerado como buen complemento de la riqueza gastronómica del país”, dice Alberto Arizu, director general de la bodega argentina Luigi Bosca.

Tras lanzar una estrategia de desarrollo de marca hace tres años, las ventas de Luigi Bosca en México crecieron 79% entre enero y agosto de 2008. Y México se transformó en el tercer destino de las exportaciones de la bodega argentina, detrás de Estados Unidos y Brasil.

Los espacios que el vino argentino está ocupando los obtienen desplazando a los chilenos. “Aun cuando el consumidor mexicano tiene claras las diferencias entre ambos vinos, en su mente los dos siguen siendo ‘vinos del Cono Sur’, con perfiles similares en sus estilos”, precisa Rafael Almada, director general de la Asociación Nacional de Vitivinicultores de México.

Superar, o por lo menos igualar, a los chilenos es difícil, al menos en el corto plazo. Concha y Toro es la viña chilena líder en ventas en el mercado mexicano. Haber ingresado antes que Argentina al mercado y no pagar aranceles por el TLC explican la mayor presencia de vinos de ese país frente a los argentinos en México, dice Antonio Mezher, director comercial de Digrans, distribuidora de Concha y Toro en México.

“Es casi imposible competir vía precios con las viñas chilenas. Por eso nuestra estrategia está en valor y no en volumen”, indica Arizu.

El brindis aún es para pocos. Pero las viñas chilenas y argentinas no quieren perderse la oportunidad de levantar sus copas en México.

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