Desde el pasado 5 de agosto 32 chilenos y un boliviano quedaron sepultados como consecuencia de un derrumbe en la mina San José, situada en el desierto de Atacama, unos 800 kilómetros al norte de esta capital.
La tragedia, que conmovió a muchos, concitó sin embargo la mayor atención mundial a partir del 22 de agosto, cuando el presidente de Chile, Sebastián Piñera, mostró a la opinión pública un mensaje escrito en tinta roja: "Estamos bien en el refugio los 33", decía la nota.
Desde entonces, angustiosa ha sido la espera de los trabajadores por volver a la superficie, lo que finalmente parece que podrá concretarse en unos 15 días, según confirmó la víspera el mandatario chileno.
De acuerdo con el jefe de Estado, se aproxima cada vez más el rescate definitivo de los mineros. "Estamos muy cerca de rescatarlos y espero compartir ese momento tan importante", subrayó Piñera en entrevista concedida a la Asociación de Radiodifusores de Chile.
El gobernante aseveró, incluso, que podría reajustar su agenda ante la previsible coincidencia de la operación de socorro con una gira programada a partir del 17 de octubre por países de Europa.
Mientras, la más avanzada de las perforadoras, la T-130, se situó ayer a unos 200 metros de los accidentados, aunque el túnel de salida requiere de una última ampliación de su diámetro.
La potente petrolera, la RIG-421, debió paralizar la labor de excavación debido a un desvío en la ruta. Tras rebasar los 230 metros de profundidad fue sometida a un trabajo de reposicionamiento.
Artículo original
No hay comentarios.:
Publicar un comentario