por César Hildebrandt
No es que la Corte Interamericana de Derechos Humanos haya fallado en contra del Estado peruano –así, en abstracto–. Es que la Corte ha acusado de perpetrador de masacres a Alberto Fujimori Fujimori, con lo que el asunto de su extradición desde el Chile que lo acoge se complica.
De allí el nerviosismo de las marthas y los shows de los raffos. De allí por qué a García le interesa tanto hablar en estos momentos de los gastos de Toledo: para que la gente no repare en la gravedad de la sentencia internacional en contra de Fujimori.
Al ciudadano japonés que nos gobernara lo han condenado por ser el autor intelectual de los diez asesinatos del caso La Cantuta y de los 41, en 1992, del penal Castro Castro. Uno de los jueces de la corte de San José señala en su voto que lo ocurrido en Castro Castro “fue una masacre premeditada” y la unanimidad de los juristas que integran el máximo tribunal de los derechos humanos en esta parte del mundo no tiene la menor duda de que el escuadrón de asesinos llamado “Colina” obedecía órdenes presidenciales.
Ninguna de las dos matanzas, dicen los jueces, se habría podido cometer “sin el conocimiento y órdenes superiores de las más altas instancias del poder ejecutivo peruano de aquel entonces…”
No se sabe si la sentencia de San José, tan poco comentada por la prensa alanista y sus anexos telefónicos, apunta sólo a Fujimori o es un presagio de lo que podrá ocurrirle al propio García, que hizo en las prisiones, pero en dimensión mayor, lo que su actual compañero de aventuras hizo en Castro Castro.
El dictamen de San José califica como “crímenes de lesa humanidad” lo ejecutado por Colina y ordenado por Fujimori, quien, como se tuvo en cuenta en el fallo, premiaría más tarde a sus esbirros con reconocimientos firmados, ascensos delivery y amnistías personales.
El problema es que hace unas semanas, el abogado de Fujimori solicitó a la Corte Suprema de Chile que rectificara al juez Orlando Álvarez y que le ordenase que mantuviese abierta la recepción de pruebas cuando dicho magistrado ya había anunciado el cierre del expediente para su decisión final. La Suprema chilena no se ha pronunciado sobre dicha apelación y ahora podría decir, si la justicia fuera su objetivo, que acepta la solicitud de Fujimori y que, por tanto, se reabra el proceso de recepción de pruebas, con lo que sería posible la incorporación de la sentencia de San José al expediente de la extradición. Si eso sucediera, podríamos estar casi seguros de que el prófugo regresaría esposado y que las marthas y los raffos berrearían interminablemente en las ondas amigas de sus radios amigas y sus televisiones de entrecasa.
Que Fujimori pueda ser extraditado con el telón de fondo de sus crímenes en contra de los derechos humanos es algo que pone en un grado de excitación difícil de describir al señor presidente de la República. García no desea eso y hace todo lo posible para entretenernos defendiendo sus no-negociaciones con Telefónica y la caridad acordada con las empresas mineras, llamando demagogos a los que le recuerdan sus promesas y cabezas calientes a los que dicen que es aburrido verlo a diario inaugurando lo que pensaron otros, ceremoniando tareas de ministros y hablando maravillas de sí mismo.
Pero es que así se calma, dicen. Un fantasma golpea con sus nudillos su ventana: un fantasma japonés y ensangrentado de sangre de terceros.
http://www.laprimera.com.pe/noticia.php?IDnoticia=36069
miércoles, diciembre 27, 2006
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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