Los resultados del estudio fueron presentados y analizados este miércoles 17 de agosto, por los expertos en salud pública Héctor Sánchez, director del Instituto Salud y Futuro de la UNAB, y Manuel Inostroza, académico y ex superintendente de salud.
La muestra se hizo sobre la base de 800 entrevistas cara a cara realizadas en julio de 2011 e incluyó residentes de la Región Metropolitana, Región de Valparaíso y Región del Biobío.
“Medimos en esta segunda encuesta cuál es la percepción de la gente del sistema salud en general, pero contrastándola también con su propia realidad. Les pedimos dar cuenta de cuál es la evaluación respecto a cómo ha sido su experiencia en la dimensión médica y cuán satisfecho está con las diferentes prestaciones médicas que ofrece el sistema de salud público y privado en Chile”, explicó Héctor Sánchez.
¿Con qué nota calificaría el actual sistema de salud chileno? En 65% de las personas lo califica con notas menores a 4.0. En promedio, los chilenos califican la salud en Chile con nota roja (3,8) y son el grupo socioeconómico C1 (clase media) y las mujeres los más críticos de todos. Por lo tanto, la percepción sobre la calidad del sistema de salud es desfavorable, manteniéndose la tendencia del año pasado.
Prestaciones médicas
Con respecto a la percepción que tiene la gente sobre su oportunidad para acceder a las prestaciones médicas en Chile, las notas en general no sobrepasan el 4.5. Las prestaciones que fueron evaluadas incluyeron “la entrega de resultados de exámenes (4,3)”, “atención de urgencias SAPU de su sector (4,0)” y “obtención hora medicina general en su consultorio o centro médico (3,9)”. La oportunidad de “hospitalización” y finalmente, la posibilidad de “ser operado” reciben las notas más bajas de la encuesta, con un 3,5 y 3,3, respectivamente.
Las atenciones de urgencia en los hospitales también reciben una pésima evaluación por parte de los chilenos. En general, le ponen nota 4, las mujeres son mucho más críticas (probablemente, porque tienen que acceder con más frecuencia a los hospitales, por sus hijos, ya que califican la atención con un 3,7. Se repite el hecho de que a medida que desciende el grupo socioeconómico (GSE), aumenta la percepción de que las atenciones de urgencia son muy poco oportunas.
Al igual que en el 2010, se observa en esta medición una alta percepción de desprotección financiera de la población con el plan de salud actual, siendo un problema trasversal por GSE y plan de salud. El 75% de los encuestados cree que la población chilena esta “nada” o “muy poco protegida” con su plan de salud actual. En promedio, los chilenos califican con nota 3 la protección y cobertura de su sistema de salud y plan convenido, tanto para el sistema público como el privado.
Ahora bien, a la pregunta ¿cuán cubierto y protegido financieramente se siente usted con su actual plan de salud?, la evaluación de los entrevistados mejora en un 1.0 porcentual con respecto a la percepción general. La nota desciende con el GSE evidenciando diferencias notables como un 4, 8 en el C1 versus 3,8 en el Nivel socioeconómico D. Algo similar ocurre con usuarios de FONASA (3,9) frente a usuarios de Isapre (5,0).
A juicio de Manuel Inostroza, a pesar de que la ciudadanía reconoció en la agenda pública del sector salud (mejor percepción) y el esfuerzo por reducir las listas de espera por parte del gobierno, la experiencia continúa siendo deficiente para los usuarios. En otras palabras se valora el esfuerzo discursivo pero la gente no percibe mejoras en su experiencia de salud y ello la desalienta respecto de su futuro.
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