Tomado de diario Correo, Lima - PerúLa “revolución bolivariana” necesita expandirse internacionalmente. En Latinoamérica apunta a crear un bloque económico y político que le haga contrapeso a EEUU.
El chavismo influye sobre los partidos oficialistas en Brasil, Uruguay y Chile. En México y Bolivia aspira a llevar pronto a la Presidencia a López Obrador y Evo Morales. En Nicaragua, El Salvador y Colombia, cultiva buenos lazos, junto a Cuba, con movimientos que han tenido o siguen teniendo guerrillas.
En el Perú, las fuerzas pro Chávez tienen un reducido peso en el Parlamento, aunque pueden crecer en los sindicatos y en las elecciones del 2006. Tres son sus principales vertientes: los Partidos Comunistas; los nacionalistas de los Humala y el “Bloque Progresista” de Javier Diez Canseco.
Tras el cisma de inicios de los sesenta entre Moscú y Beijing, las dos principales ramas en las que se dividió el Partido Comunista (“Unidad” y “Patria Roja”) van confluyendo. Hace cuatro décadas Mao concebía que la URSS era “social imperialista” y por eso sus partidarios atacaron como “fascistizante” a Velasco, cuyo régimen era apoyado totalmente por Brezhnev.
Tras el desplome de los gobiernos “comunistas” en Moscú y Tirana, Beijing encabeza el mayor Estado “socialista” (aunque con creciente inversión privada).
Si bien Chávez emula abiertamente a Velasco, China ya no lo ve como un agente “social-imperialista”, sino como un freno a la megapotencia. Por eso los Partidos Comunistas “Unidad” y “Patria Roja” pueden confluir en torno a la línea de buscar un Chávez.
Ellos conciben que éste puede ser el comandante (r) Ollanta Humala, quien saluda a Chávez, aunque, a diferencia suya, no se proclama “socialista” o de “izquierda”.
Mientras Ollanta busca crear una fuerte y moderada alternativa electoral, Antauro ha preferido la insurgencia y combinar posiciones que le acercan a las extremas izquierda y derecha. Por un lado pide la amnistía al senderismo y por otro muestra simpatías por Rudolf Hesse, ex lugarteniente de Hitler, y niega que seis millones de judíos fueron asesinados por los nazis.
Dentro de los marxistas hay desde quienes creen que Antauro tienen rasgos fascistas (por su autoritarismo, homofobia, xenofobia anti-Chile y desdeño al Holocausto nazi) hasta quienes le ven como posible aliado “anti-imperialista”.
Diez Canseco no quiere coaligarse con los Humala y para competir con ellos ha decidido izquierdizarse. Acaba de cambiar el centroizquierdista nombre de su Partido Democrático Descentralista por el de Socialista.
Mientras el pro chavismo de Ollanta resalta el elemento nacionalista castrense, el de Diez Canseco se acerca más a la vertiente democratizante de Lula, Tabaré y Bachelet.
El nuevo Partido Comunista unificado podría plantear una alternativa electoral basada en los sindicatos que lidera, aunque prefiere catapultar la candidatura de Ollanta.
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