¿En qué se parecen Estados Unidos, China y Chile?

Tomado de La Prensa Gráfica, San Salvador - El Salvador

Editorial

Si uno piensa en Estados Unidos, China y Chile, le resulta fácil encontrar muchas diferencias entre ellos y es bastante difícil encontrar elementos que tengan en común.

China es un país más grande que los otros dos y tiene muchísima más población que Estados Unidos y Chile juntos. La China tiene cerca de 1,300 millones de habitantes mientras que Estados Unidos no llega a los 300 millones y Chile no supera los 15 millones.

Cada país tiene una moneda diferente, un idioma y una cultura muy diferentes. La historia de cada país y la religión que se practica en cada país es diferente. En China hay muchos budistas y ateos, mientras que Estados Unidos es una sociedad mayoritariamente cristiana evangélica, mientras que Chile es principalmente católico.

Estados Unidos es la principal potencia económica y su desarrollo se inició hace más de dos siglos con su independencia y con la revolución industrial, mientras que el desarrollo actual de Chile comenzó en la década de los setenta y el de China en la década de los noventa.

Hablando de diferencias en materia económica, Estados Unidos ha tenido un tipo de cambio libre desde los setenta cuando desapareció el patrón oro, mientras que China tiene un tipo de cambio fijo al día de hoy y Chile tiene un tipo de cambio libre desde 1999, luego de dejar atrás un sistema de bandas de flotación.

Estados Unidos maneja un déficit fiscal muy importante que lo ha llevado a acumular trillones de dólares en deuda, la cual es comprada por países como China y muchos otros países del mundo. China maneja un déficit fiscal mientras que Chile maneja en estos momentos un importante superávit fiscal producto de un incremento en la recaudación de impuestos y del altísimo precio del cobre, que sigue siendo un importante apoyo de las finanzas públicas chilenas.

Dichas todas estas diferencias y muchas más también hay similitudes importantes que explican el desarrollo de estos países.

A pesar de que Estados Unidos es el país más rico del mundo es uno de los desarrollados que más está creciendo en estos momentos. El crecimiento de este año está rondando el 3.3%, mientras que China ha crecido este año a una tasa del 9.4% y Chile a una tasa cercana al 6%.

Cada uno de estos tres países van a ser los que más van a crecer este año en su categoría. Estados Unidos está creciendo a una de las tasas más altas de los países desarrollados, mientras que China es uno de los países que más crece en Asia y Chile es el que más crece en América Latina. Por ejemplo para América Latina se estima un crecimiento promedio de 4% para este año y Chile crece a casi 6%.

A pesar del impacto de los precios del petróleo los tres países están manteniendo bajo control la inflación. Al mes de septiembre, Chile lleva una inflación anualizada de 3.9%, China de 3.8% y Estados Unidos de 4.7%.

Si quisiéramos extraer lecciones de la experiencia del desarrollo de estos tres países pudiéramos sintetizar su éxito en unos pocos factores. Los tres han tenido un liderazgo político que ha impulsado los cambios económicos que se han requerido y logrado un consenso en su sociedad sobre el modelo a seguir. Los tres han creído en la propiedad privada y en que el sector privado debe ser el que invierta y genere el desarrollo del país.

China y Chile han creído en las exportaciones como su orientación básica del desarrollo. Estados Unidos cree en las exportaciones, pero su mercado interno es tan grande y rico que es la base de su desarrollo. China, a pesar de su gran mercado interno, basa su crecimiento en las exportaciones y en un futuro tendrá un mercado interno enorme que le permitirá crecer aún más. Mientras que Chile tiene las exportaciones como base de su desarrollo por ser un país pequeño y abierto al comercio internacional.

Estados Unidos, China y Chile han invertido mucho en educación durante más de un siglo.

Su capital humano preparado les permite tener grandes ganancias de productividad y desarrollo de tecnología que les permite competir con relativa facilidad en el mundo.

Si quisiéramos extraer lecciones de estos tres casos exitosos de desarrollo, las podríamos resumir en tres: La primera es un liderazgo firme y sostenido en el tiempo con un consenso de la sociedad sobre el modelo a seguir. La segunda es la importancia de las exportaciones para un país pequeño como el nuestro aunque para nosotros el tema de los servicios debe ser un complemento muy importante. La tercera es que la inversión en buena educación permite grandes ganancias de productividad a través del desarrollo de tecnología propia.

Si nos centráramos en esas tres cosas básicas, en lugar de querer hacer miles de cosas simultáneamente, nuestro país podría comenzar a dar pasos firmes en la dirección correcta y eso nos ayudaría a cimentar las bases del desarrollo que tanta falta nos hacen.