Un informe le da una mala nota a la calidad institucional argentina

Nota: Como reflejo de la mala institucionalidad argentina está el hecho que ese país rechazó extraditar al terrorista Apablaza a Chile, argumentando que Chile no tiene una democracia que garantice un debido proceso, demostrando que en Argentina no prima la justicia, sino los amiguismos y prebendas políticas.

Uruguay y Chile se llevaron la mejor calificación sobre eficacia democrática.

Argentina figura en el puesto número 15 entre 18 países en el Índice de Calidad Institucional y Eficiencia Política, según revela el informe 2010 de Desarrollo Democrático en Latinoamérica, que realiza anualmente la fundación alemana Konrad Adenauer y la consultora Politat.com. En ese ranking, Argentina apenas supera a Bolivia, República Dominicana y Honduras , donde hubo un golpe de Estado este año. El resto de los países de la región obtuvieron mejores notas a la hora de medir la eficacia de las instituciones y del sistema político.

En la cabeza de esa lista se encuentran Uruguay y Chile que alcanzan casi ocho puntos sobre diez mientras que Argentina obtuvo apenas 3,230 puntos . En rigor, siempre estuvo aplazado por debajo de los cuatro puntos pero este año le fue aún peor.

El informe -al que accedió Clarín- explica que entre las razones de la baja performance nacional “se incluyen tanto aspectos del funcionamiento del sistema político que afectan la institucionalidad -como fue el caso de las candidaturas testimoniales que significaron un engaño a la ciudadanía-, así como la creciente tensión entre el poder y la prensa libre ”. En este aspecto, el director del proyecto consideró que “en esta materia pueden esperarse peores resultados para el próximo año de acuerdo a lo que nos indican los datos que estamos relevando durante este año ya que parece existir una clara vocación política de ocupar y controlar el espacio de la comunicación”. Esto es así porque el índice 2010 se hace sobre datos recolectados en 2009. La incidencia del conflicto entre el Gobierno y los medios se verá aún más claro en la próxima edición de esta medición.

Para este estudio de la fundación socialdemócrata, las condiciones de libertad en el ejercicio del periodismo son un indicador fundamental “para que la democracia se fortalezca y para impedir los abusos de poder”. Una de las líneas de trabajo del informe es la evolución de los reclamos sociales de la crisis de 2001. En ese camino, entienden “que el gobierno parece reconocer ese emergente y lo utiliza para instalar su propia agenda política. A pesar de producir divisiones en la sociedad, esto le permite lograr alineamientos incondicionales de sectores que adhieren fervorosamente en temas que son planteados como encrucijadas políticas”.

El trabajo sostiene que esta situación profundiza una visión de la política como “algo ajeno y turbio” para los sectores más independientes. Así, “parece acelerarse el proceso de vaciamiento de las estructuras política e institucionales del país”, agrega.

Argentina también recibe malas noticias en la medición de “democracia de los ciudadanos, sus derechos y libertades” donde se detuvo la curva ascendente que arrastraba en los últimos cuatro años y derivó en una caída del 6% .

Con todo, hay otros aspectos en los que el país tuvo mejores calificaciones. El índice le da un séptimo lugar en el ranking en índice de desarrollo económico, superando levemente el promedio regional. En el aspecto social, el resultado es aún mejor: quedó en el cuarto puesto entre los dieciocho países medidos.

El estudio posiciona en el mejor lugar -en todas las dimensiones- a Chile, Uruguay y Costa Rica por “por contar con un sistema político que funciona en base al respeto institucional y con agendas de largo plazo”.

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