El rescate de los 33 mineros atrapados en Copiapó es ejemplo de un país responsable y políticamente maduro.
La unidad de Chile como nación y su capacidad para enfrentar grandes adversidades -el devastador terremoto de febrero último y después el derrumbe de la mina San José, en Copiapó-, son imponderables que muestran cómo asumen los grandes desafíos los pueblos que privilegian la eficiencia como modelo de organización política, aunando esfuerzos estatales y privados por el bien común.
El fortalecido presidente Sebastián Piñera, confundido como un rescatista mas, al concluir el exitoso operativo reunió al equipo y destacó la admiración mundial que ganó su país: "Lo hicimos a la chilena, y eso significa que lo hicimos bien\', dijo el mandatario que tomó la Operación San José como un desafío personal, capitalizando el patriotismo, el tesón, la fe y la cultura del trabajo que distinguen a los trasandinos.
La capacidad para enfrentar y superar la adversidad sólo se entiende cuando del pueblo está unido tras un objetivo superior, por encima de banderías, posiciones o especulaciones sectoriales. La titánica meta fue alcanzada porque durante los 70 días que duró la tarea de salvamento, ningún sector gravitante se encerró en unitarismos ideológicos o mediáticos en la búsqueda de culpables y mucho menos para demonizar a la actividad minera como origen de catástrofes y de todos los males ecológicos, económicos, tributarios y laborales. En absoluto se tocaron estos temas porque se trata de la columna vertebral de la riqueza chilena, una cuestión de Estado con liderazgo mundial, como principal productor de cobre.
La estrecha relación de la sociedad con la explotación de los recursos naturales y distribución del ingreso, sustenta el desarrollo minero; es una política de Estado que ningún color partidario -menos con tintes ideológicos-, alteran la expansión de esta industria sustentable. De ahora en más habrá cambios en la legislación para evitar accidentes como el de Atacama y determinar responsabilidades incumplidas. En principio ya fue despedido el funcionario que tenía a su cargo las inspecciones de rigor.
Lo que representa la minería para Chile, a partir del verdadero respeto a los derechos humanos, lo observaron 1.000 millones de televidentes alrededor del mundo, en los pasos finales de la Operación San Lorenzo. Cada maniobra de la "Fénix 2", con una rapidez que fue en aumento, sin contratiempos y sincronización sorprendente, son pruebas indiscutibles de una sociedad organizada con firme conducción política, gran efectividad profesional, tecnológica y logística y, fundamentalmente, la inquebrantable unidad nacional.
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