Nota: Despues de leer el titular y el artículo, queda claro porque los empresarios chilenos tienen resquemores para comprar más tierras y producir en Perú. Por otro lado, resulta gracioso ver como los peruanos se plantean como una potencia agricola, omitiendo que Chile exporta 5 veces más en productos agrícolas.Algunos ya se instalaron en nuestro país y otros coordinan adquirir extensos terrenosTras lograr el control de sectores estratégicos como el portuario, el energético y el inmobiliario, el empresariado chileno ahora tiene en la mira la agricultura peruana, por lo que mientras algunos ya se asentaron en el país, otros vienen coordinando su ingreso a través de la adquisición de extensos terrenos, aunque reconocen que uno de sus temores son las consecuencias que puede generar entre los peruanos que se hagan “dueños” de la tierra.
Un informe publicado por el diario chileno La Tercera da cuenta del “dilema” en el que se encuentran sus exportadores al no saber si “subirse o no al carro de la agricultura peruana”.
“Los agricultores chilenos llevan un tiempo vitrineando en Perú. Recorren campos, cotizan precios, conversan con abogados y se reúnen con exportadores. Quieren formarse una opinión para saber si apostar o no al auge agrícola peruano”, refiere el rotativo.
La razón, explican, es que en una década Perú cuadruplicó sus exportaciones de fruta y hortalizas: pasó de US$684 millones en 1998 a US$2.718 millones en 2008. Y se coronó como el mayor exportador de espárragos del mundo: gracias a su clima, saca tres cosechas al año.
Indican que los socios de la mapocha Exportadora El Parque, Sebastián Bulnes y Mark Ibáñez, hijo de Manuel Ibáñez Scott, han aterrizado varias veces en el aeropuerto Jorge Chávez. “Hemos conversado con peruanos y chilenos residentes allá. Estamos en etapa de exploración”, comenta Bulnes.
Los que sí incursionaron fueron los socios Guillermo Jünemann y José Elías Rishmawi. En 1988, cuando un extranjero no podía tener tierras en Perú, se asociaron a un peruano y plantaron 20 hectáreas de espárragos en Huarmey, 300 km al norte de Lima, pero actualmente poseen 500 hectáreas plantadas (entre Huarmey e Ica) y 100 mil cajas anuales para la exportación.
De tanto ir y venir de Lima, donde Inversiones Comosa levantó seis edificios, Juan Pablo Montalva, uno de los socios junto a Alfredo Schmidt y Patricio Guzmán Mira, terminó invirtiendo en Ica hace dos años y ya está viendo sus primeras producciones de espárragos.
Rishmawi comenta que Perú pasó de ser conocido como productor de coca a destacarse por los espárragos, “y lueguito lo será por la palta y la uva de mesa”.
“En estos cultivos se centra el interés nacional. Chile tiene al mayor exportador de paltas del mundo y de uvas. Perú puede ser un aliado en paltas, porque las temporadas de cosecha se complementan. Chile exporta de agosto a diciembre y Perú, de marzo a agosto. En la uva, sin embargo, compiten, porque Perú cosecha de septiembre a marzo y Chile, de diciembre a marzo”, refiere La Tercera.
“Hay muchos productores chilenos a los que les interesa abastecer de paltas a sus clientes todo el año. Pueden hacer una alianza con exportadores peruanos y cada uno vende en su temporada”, sostiene Sebastián de la Cuadra, quien exporta palta congelada y pulpa de chirimoya y lúcuma de Perú a EE.UU., México y Chile.
Los empresarios chilenos consultados reconocen que las opciones en Perú son “comprar tierra, aliarse con exportadores o comprar fruta de terceros”. Esta última alternativa fue la escogida por Río Blanco. Desde 2005 posee una oficina en Lima que exporta uva de mesa. “Partimos con ingresos por US$1,5 millón y este año debiéramos andar en US$4 millones”, afirma Carlos Barros, gerente general de Río Blanco. “Estamos esperando el momento oportuno” para invertir en tierras, agrega.
La estrategia
El medio precisa que los chilenos no han invertido en la agricultura como lo han hecho en la construcción en Lima e indica que la razón se debe a algunos temores de su empresariado. Tal vez el más importante de ellos es que “temen que ser dueños de un recurso sensible como la tierra despierte sentimientos antichilenos”.
Otras aprensiones serían “la inseguridad de que un nuevo gobierno cambie las reglas del juego” o “la seguridad, no sólo de las inversiones, sino la personal”, dado que “han leído sobre asaltos en caminos solitarios”.
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