LA SEMANA pasada los países de América Latina y el Caribe nos reunimos en Lima a revisar el avance de la Sociedad de la Información en la región. Para Chile era vital provocar allí un punto de inflexión.
En la cita planteamos a nuestros vecinos pasar de la reflexión y los grandes acuerdos a la acción con metas y plazos, ampliando el concepto de "sociedad de la información" al de "sociedad del conocimiento", acorde con el plan de gobierno del Presidente Piñera, lo que fue aprobado por la asamblea. Latinoamérica ha avanzado, pero la brecha digital que nos separa del primer mundo sigue tan latente como hace 10 años y, en nuestra opinión, existe un alto riesgo de que se siga ensanchando.
En el campo de las tecnologías de la información, el Presidente nos ha impuesto la tarea de hacer realidad las promesas que llevan una década esperando, para que los beneficios del desarrollo digital lleguen a las personas. Nuestra meta: banda ancha para todos al 2018, alcanzando el 2014 la media de la Ocde, con una penetración de 70% en hogares, duplicando la penetración por persona y triplicando la inversión en telecomunicaciones. Este esfuerzo de inversión público-privada es indispensable para los desafíos que vienen.
El tráfico global de internet se multiplicará por cuatro al 2014, creciendo un 34% y el tráfico móvil online crecerá un 108%. El crecimiento del tráfico de América Latina será mayor que en todo el mundo: 51%. Este aumento en la demanda y uso de internet es una buena noticia, aunque para Chile y los países sudamericanos supone también un problema. Por ejemplo, en las tarifas locales de banda ancha incide fuertemente -hasta 40%- el costo de enlaces internacionales que son provistos sólo por dos empresas, sobre todo al ver que el promedio de tráfico de la región que pasa por Miami -incluyendo el destinado a Europa, Asia e intrarregional- llega al 75%.
En Chile este promedio es 85% y crece cada año. La explicación está en los usos de la banda ancha, donde el acceso a redes sociales y especialmente a sitios de video es cada vez más intensivo. Así, el costo de los enlaces internacionales seguirá siendo un factor crítico para el precio de la banda ancha en el mercado local. Por ello es tan relevante que nueve países del Cono Sur hayan acogido el plan de Chile, que incluye al menos tres estrategias multilaterales que ayudarán a bajar los costos. Estas son, construir redes de fibra óptica que interconecten a los países; acercar los contenidos internacionales, favoreciendo la instalación de estos proveedores en la región; y atraer nuevos inversionistas de enlaces internacionales que aumenten la competencia, agregando la demanda regional.
La sola coordinación de Chile con Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay ha tenido efectos en el mercado. El precio promedio de los enlaces internacionales bajó de 100 a 60 dólares por Mbps desde que Chile planteó este camino. El 2011 veremos más avances, con un rol clave de Cepal, que junto con coordinar a los países, formará un Observatorio de Banda Ancha para medir mercados y metas. Con esta estrategia regional, más la mayor competencia local, aspiramos a reducir los precios promedio de la banda ancha en el mercado chileno a la mitad el 2014.
Artículo original
No hay comentarios.:
Publicar un comentario