De Mejillones a Cardones. Entre esas localidades de la II y III regiones, distantes 750 kilómetros entre sí, iría el tendido que permitirá a Chile tener una gran red eléctrica de más de 3 mil kilómetros y que unirá por primera vez el país desde Arica a Quellón, en la Isla Grande de Chiloé. Según el ministro de Energía, Ricardo Raineri, una parte al menos estaría lista hacia 2016 y costaría unos US$ 600 millones.
La Comisión Nacional de Energía (CNE) trabaja en un estudio completo, que estará terminado en el primer semestre de 2011. Según Raineri, este análisis definirá, entre otras cosas, cuánto cuesta interconectar, cuál es la mejor forma de hacerlo y cuánto pueden bajar los costos de generación de electricidad, que no sólo son los más altos de A. Latina, sino que también duplican los de EEUU.
Esta iniciativa es, para el gobierno, más que un proyecto. "Es una obra de integración", en las palabras del secretario ejecutivo de la CNE, Juan Manuel Contreras. En lo técnico, se están haciendo los estudios, pero en la decisión de política pública existe la convicción de que hay que impulsarla. "Todo indica que la interconexión conlleva un gran beneficio económico y social para el país y tiene un positivo impacto en reducir los costos de electricidad", dice Raineri.
En Chile coexisten cuatro sistemas eléctricos. Dos de ellos son grandes: el Sistema Interconectado del Norte Grande (Sing) y su símil del Centro-Sur, el SIC. Ambos suman, en parque generador, unos 16 mil megawatts (MW). A ellos se agregan dos minúsculos sistemas, uno en Aysén y otro en Magallanes. La idea es unir el Sing y el SIC.
"Hoy, las demandas máximas del SIC son 6.400 MW diarios y del Sing son 2.000 MW por día", explica Contreras. Por ello, "la interconexión debiera unir un punto importante del Sing, como Mejillones o Crucero, con otro más al norte del Norte Chico, que pueden ser Cardones o Maitencillo", señala. Así, pese a que el SIC y el Sing están separados por sólo 70 kilómetros, se necesita unir dos puntos de consumo fuerte y por tanto más distantes. Hasta ahora, lo más probable es que vaya entre Mejillones y Cardones, cerca de Copiapó (ver infografía). Ello implicaría unos US$ 500 millones, según la ex secretaria ejecutiva de la CNE, Vivianne Blanlot. Francisco Aguirre Leo, socio de Electroconsultores, agrega otra opción: unir dos puntos fuertes, como Santiago y Mejillones, lo que implicaría US$ 1.000 millones.
¿Quién haría este proyecto? Los privados, responden en el gobierno. Contreras, de la CNE, precisa que la ley contempla dos modalidades principales para recuperar la inversión. Una es hacer una licitación internacional, una vez que las autoridades recomienden la expansión del sistema troncal, asignando el proyecto a la oferta más conveniente. "En este caso, quienes invierten reciben el pago anual que ofertaron, el que proviene de los usuarios del sistema de transmisión", explica.
La segunda modalidad prevista en la ley consiste en que un grupo de empresas adquiera "cuotas de la línea", lo que obliga a que los sistemas operen como si fueran independientes. De esta manera, explica el titular de la CNE, "el beneficio que obtienen los inversionistas corresponde a los diferenciales de precios entre sistemas".
Según Aguirre Leo, en el primer caso, los usuarios de los dos sistemas pagarían entre US$ 1 y US$ 2 adicionales cada mes por el precio de la electricidad. Si el costo de la interconexión sólo lo pagaran los usuarios del Sing -que es lo que podría ocurir en caso de desarrollar la segunda opción- su cuenta de luz subiría entre US$ 12 a US$ 15 MW/h al mes. El ministro de Energía acota que como un sistema interconectado es más eficiente, se producirían rebajas en los costos, que harían descender la tarifa final.
Ventajas de la unión
El gobierno ve varios beneficios en la interconexión. Para empezar, optimiza el despacho de las centrales eléctricas en esta gran mega red, con la cual siempre entrarían las más baratas. Además, al tener un único gran sistema, el desarrollo de nuevos proyectos también se hace más eficiente. "Se ahorrará en centrales de respaldo y se construirán las más convenientes", puntualiza Contreras.
Adicionalmente, explica, habría una "mejor utilización de los terminales de Gas Natural Licuado (GNL) -de Quinteros y Mejillones- y respaldo mutuo entre ellos". También favorece la existencia de proyectos eólicos y solares en el Norte Grande, que en vez de tener un respaldo a diésel, debido a su bajo factor de planta (tiempo de utilización), como ocurre ahora, tendrían plantas hidroeléctricas como soporte, lo cual contribuye a bajar costos y bajar el nivel de las emisiones, añade Raineri.
Asimismo, agrega el ministro, optimiza el uso y desarrollo de grandes proyectos. Vivianne Blanlot argumenta que la interconexión hace viable, por ejemplo, hacer una central nuclear en el Norte Grande para, desde allí, abastecer al país.
El timonel de la CNE concluye que la unión del Sing y el SIC, "aumenta la competencia entre generadores, eleva la cantidad de oferentes para los clientes y optimiza el costo medio de generación".
Para Blanlot, hay otra ventaja: permite abastecer desde el Norte Grande a todo el desarrollo minero y agroindustrial que tendrá en las próximas décadas la III y IV Región. "Hay sensibilidad para hacer allí centrales a carbón, como lo muestra el episodio de Barrancones y se confirma lo que pasa con Castilla. Ahí no hay potencial hidroeléctrico y las otras energías renovables no producen lo suficiente", explica. En cambio, en la II Región se ha producido una suerte de "zonificación eléctrica" de manera natural en lugares como Mejillones.
Efecto en huella de carbono
En el Norte Grande las mineras celebran este impulso a la interconexión. Hugh Rudnick, académico de la UC y socio de Systep, opina que a ellas la unión de los sistemas les permitiría "reducir la huella de carbono de las exportaciones de esa zona del país, huella que se anticipa será una carga para dichos envíos en países desarrollados por el calentamiento global".
El Sing, por abastecerse de una matriz de generación 100% térmica y fundamentalmente de carbón, entrega energía con una alta huella de CO2 por Kw/h, que por ende se traspasa a los productos exportables, explica Rudnick.
"La interconexión SIC-Sing, al agregar importante generación hidroeléctrica del SIC, reducirá esa huella de las exportaciones del Sing, aunque aumentara la del SIC, afectando a los exportadores de ese sistema, y aumentando sus barreras de entrada a distintos mercados, principalmente europeos", señala.
Por lo mismo, a algunas viñas y productoras de celulosa no les gusta demasiado la idea, señala un conocedor del tema. Blanlot precisa que la "huella de carbono" mejoraría si es que se da un impulso al GNL de Mejillones y se usa la gran capacidad instalada en centrales a gas que allí hay.
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Pagar el doble que lo que pagan los de Estados Unidos ganando 250.000 pesos me parece que los empresarios eléctricos son unos degenerados y el que permitió esta estafa y abuso su cómplice.
ResponderBorrarTuvo que llegar Piñera a gobernar para atajar los desmanes de la concertación.
Estados Unidos? 22% cesantia en California, 18% cesantia en Arizona ,suma y sigue ,segun el programa de noticias de CBS ," 60 MINUTES " mas visto en EE UU en el reciente mes de Octubre 2010, los adoradores del mercado , dejaron a medio EE UU ,en la calle , rematandole sus casas ,a un quinto del valor original, casa que costaba 500.000 dolares, hoy no dan mas de 100.000 dolares por ella, yo quisiera seguir ese sistema de vida, en donde el dinero ,se remplazo por cupones para comer, como de felices estarian ,los tipos como el anonimo 8:32 PM , de vivir en un sistema economico tan justo.
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