Estos logros alcanzados por Chile, impensables en los inicios de la andadura, han contado con la implicación de toda la sociedad, incluyendo la de aquellos que manifestaban más aprensiones en que se conseguirían. La bonanza de lo ejecutado se ve reflejada en todos los índices que organizaciones de reconocido prestigio realizan anualmente sobre infinidad de materias, reforzando el término de "país vitrina"; eso sí, reconociendo, por supuesto, que aún queda mucho por hacer.
Foco de inversionistas
En esto bastante ha tenido que ver la inversión extranjera llegada a Chile. Los inversionistas que se han sumado a este esfuerzo nacional aportando lo mejor de cada uno contribuyen a que este despegue se consolide y sirva para que naciones de estándares similares vean que sí es posible dejar fuera la pobreza y la marginalidad extrema, en un clima de orden, transparente y seguro.
Consciente o inconscientemente la decisión de integrar Chile al mundo vía acuerdos y tratados de libre comercio ha ido fortaleciendo la actividad económica en general de todos los sectores, y de modo particular el comercial, que poco a poco ha ido cogiendo un tamaño que lo ha empujado a salir de sus fronteras. Varias de estas firmas engrosan la relación de multilatinas chilenas.
Hoy, pymes y grandes empresas extranjeras tienen a Chile como un mercado de prueba de sus bienes y servicios, antes de lanzarlos de modo masivo a escala regional o global. No es solo un observatorio del producto, sino también de los instrumentos utilizados para su distribución, promoción o precio.
Estas pruebas de mercado permiten someter a la mercancía en un entorno acotado a ensayos reales que descubran -si los hay- posibles problemas y determinar si se requieren de más datos antes de hacer un lanzamiento masivo a nivel nacional, regional o global. La información obtenida dará respuesta a varias cuestiones que son determinantes, tales como la fecha adecuada para introducir el producto, en qué lugares (provincias, regiones, países, etc.), a quiénes dirigirse de modo principal, el plan de acción que implementar, presupuestos, etc.
Auge del comercio minorista
Cualquier empresa europea que se plantee América Latina como destino de su oferta debe poner a Chile en su lista de países en los que es necesario estar presente debido a la fortaleza que exhibe su comercio minorista. El turismo de compra que se ha venido detectando en estos últimos años, especialmente de personas venidas de países latinoamericanos es una muestra a este crecimiento vigoroso del comercio.
Además, Chile cuenta con zonas francas (como Zofri, la Zona Franca de Iquique) o puertos libres de impuestos. Se encuentran en extremos opuestos del país: al norte, en Arica e Iquique, muy ligadas a Perú, Bolivia y Argentina, y Punta Arenas, a Argentina.
Los centros comerciales se encuentran distribuidos por las principales ciudades chilenas, en ellos es posible hallar toda clase de tiendas salas de cine, restaurantes, cafés y no tienen nada que envidiar a los grandes shopping centers característicos de Estados Unidos o Europa. Santiago de Chile, puerta de entrada de la mayoría de vuelos internacionales, es un lugar ideal para ir de compras y mirar escaparates (vitrinear), las grandes superficies abren todos los días de la semana.
Es probable que en un futuro no muy lejano Chile, un gran y enorme país abierto al mundo, pase a ser una de las puertas de entrada y salida del flujo del comercio regional, por lo que adelantarse y marcar presencia puede reportar importantes beneficios a quienes se establezcan directa o indirectamente.
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