Indudable es que las declaraciones del ya conocido General peruano fueron ofensivas e inaceptables para quien asume la más alta responsabilidad del Ejército de Perú.
Sin embargo, la reacción del gobierno chileno tampoco fue la más feliz.
Está naturalmente justificado considerar como insuficiente el retiro programado del General peruano como una solución al conflicto, que en realidad no supone sanción alguna de su superior. Sin embargo, condicionar al gobierno peruano en público al respecto y dejarlo virtualmente sin salida, tampoco puede considerase hábil por parte de nuestra diplomacia. Ello, sin contar que tampoco nos deja con otro rango de acción que no sea reiterar dicha salida, o bien caer en el papelón, lo más probable a estas alturas, de tener que aceptar la decisión peruana mirando para el lado y con un nuevo impasse que agregar a nuestra “mochila” bilateral.
Torcer el brazo públicamente, nada menos que desde Chile, a un presidente peruano que acaba de caer en la aprobación popular de su país al 19 % y pensar que se va a obtener lo que se busca resulta inverosímil. ¿Resultado? Alan García, arrinconado, reacciona como la mayor parte de los peruanos esperan que reaccione, rechazando en términos categóricos la postura chilena y escalando el conflicto. Ya ha trascendido el retorno a Perú de una fragata que se dirigía a Valparaíso a participar en la Expo Naval, luego del retiro de la invitación al Ministro de Defensa Peruano, todo ello también a través de la prensa.
Lima tenía buenas razones para adelantar el retiro del General peruano, incluso cuestionado por actos reñidos con la probidad funcionaria. Sin embargo, la torpe manera de exigir dicha salida (“el Presidente García sabrá lo que hace y ese general se va para su casa sí o sí”, señaló incluso Foxley), finalmente victimizó en el país vecino al conocido y peculiar militar e hizo inviable su salida anticipada como sanción a sus declaraciones. Evidentemente, una cosa lleva a la otra y aquí, se ha puesto en marcha un círculo vicioso que fuerza actuaciones de Chile y Perú, cada una peor que la anterior.
Sabido es lo difícil que resulta construir confianzas y lo fácil que es desvanecerlas. Lamentablemente, Perú no dio en un comienzo las señales que debió dar y este tipo de situaciones, con el desempeño exhibido primero por Perú y después por Chile, revive y sigue alimentando el centenario fantasma entre ambas naciones, cuando las relaciones bilaterales, al menos en términos migratorios, de intercambio comercial e inversiones, son más activas que nunca.
Cuidar dicho escenario, exige responsabilidad y coraje de ambas partes, pero también hoy más que nunca, “calma y tiza”.
Artículo original
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario