Editorial diario La Primera, Lima - Perú
Por culpa de no haber llevado a cabo las reformas liberales profundas que el Perú requería, hoy la población –olvidando la pesadilla que fueron los gobiernos populistas de antaño– rechaza a quienes proponen un relativo manejo ordenado de la economía y el retiro del Estado de la actividad empresarial.
No sólo el pueblo, lamentablemente, siente ese desencanto. Son cada vez mayores los sectores pensantes y hasta empresariales que parecen haber perdido la confianza en que países como el nuestro puedan llegar al desarrollo a través del sendero del libre mercado y la democracia.
El intelectual mexicano Enrique Krauze, director de la revista Letras Libres, en el último número de la misma sostiene una larga conversación con Mario Vargas Llosa y en ella dice lo siguiente:
“Sobre la modernidad y los pretextos que se ponen en la América hispana para enganchar nuestro vagón al raudo tren de la modernidad, les voy a describir un país.
Es un país predominantemente católico, muy atrasado durante el siglo XIX y parte del XX, emisor de millones de migrantes, y con un vecino imperialista, terrible y opresor. Además, debo agregar, violento y con tradición guerrillera, y revolucionario, y para colmo con querellas religiosas.
No es México (N. de R.: tampoco el Perú), es Irlanda. Pues bien, Irlanda ha decidido (...) y al cabo de ni siquiera una generación, es una economía potentísima.
Entonces esa posibilidad está abierta para los países de Iberoamérica si se deciden a hacer las reformas necesarias”.
Ejemplos como el de Irlanda hay por todo el planeta. Sin ir muy lejos, Chile, donde la izquierda ha sabido comprender el valor del mercado y sus beneficios para los sectores populares.
Todo hace suponer que se vienen años de retroceso o, en el mejor de los casos, de parálisis. Tal vez sea un castigo por nuestra propia indolencia y cobardía, pero lo cierto es que, aun si así ocurriera, la enorme posibilidad del Perú es el mejor aliciente para no tirar la esponja.
Si el Perú miopemente apuesta por fórmulas pasadistas, será ocasión de retomar banderas y hacer de la crisis venidera una oportunidad de fragua liberal.
Es más, a la luz de la larga historia, tal vez se necesite un trauma que despercuda del sopor político a quienes deben ser los llamados a agitar las banderas de la modernidad y convertirlas en emblemas arraigados en el pueblo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario