Artículo boliviano: Ayer, el salitre… ¿mañana, el litio?

Nota: La verdad es que esto es paranoia o mala intención. Chile tiene inmensas reservas de litio, y es el mayor productor mundial. Respecto a las FFAA, Chile no necesitaría "prepararse" para invadir Bolivia, porque bastaría un pelotón de boyscouts. Respecto a la Guerra del Pacífico y los tratados: Primero que todo, los bolivianos deberían asumir la responsabilidad por la guerra que ellos desataron al violar un tratado de límites. Por otro lado, los tratados fueron firmados décadas después de terminada la guerra, así que no corresponde buscar desconocer su valor, por supuestas presiones o amenazas (y después pregunta, ¿para qué se arma Chile... pues para que los vecinos respeten los tratados y los límites del país).

Al promediar el pasado mes de octubre, el consultor internacional Roberto González Peláez me invitó a escribir un artículo sobre la necesidad de que Bolivia busque por todos los medios diplomáticos a su alcance su ingreso a “Asia-Pacific Economic Cooperation” (APEC, por su sigla en inglés), el “Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico”, con la finalidad de incluirlo en un libro que estaba proyectando lanzar en breve. La gentil invitación tenía su origen en interesantes conversaciones que frecuentemente sostenemos sobre temas de interés nacional.

Debido a un viaje que debía emprender precisamente en esos días a la República Popular China decliné la invitación; sin embargo, a mi retorno y conocidos los recientes acontecimientos que dan cuenta de un previsible fracaso de la “Agenda de 13 puntos” con Chile por la desembozada oposición del Gobierno del presidente Piñera; la reciente visita de parlamentarios chilenos a la viceministra de RREE, Mónica Soriano; y las declaraciones públicas del senador chileno Eugenio Tuma formuladas en La Paz en las que ha hecho alusión a que Bolivia forme parte de APEC, se hace oportuno comunicarle a la opinión pública algunos asuntos concomitantes con el tema, puesto que tienen connotaciones preocupantes, por lo que he podido informarme, y que considero de vital importancia para la integridad territorial de nuestro país.

APEC fue creada en 1989 “con el fin de impulsar y consolidar el crecimiento y la prosperidad de los países del Pacífico”. Es un foro eminentemente comercial constituido (al año 2009) por más de 2.716.782.000 personas. Para tener una idea de su magnitud hay que saber que está integrado, entre otros países, por China, Estados Unidos, Rusia, Japón y 17 países más, incluido Chile, que ingresó en 1994 y que junto a Perú (1998) y a Méjico (1993) son hasta ahora los tres únicos países latinoamericanos miembros plenos. Ecuador y Colombia están gestionando su ingreso y esperan poder integrarse en 2011.

Coincidimos con Roberto González en la necesidad de que Bolivia extreme esfuerzos para lograr su incorporación como miembro pleno de APEC, haciendo prevalecer para tal fin su históricamente innegable condición originaria de Estado nacido a la vida independiente como país costero con vasto litoral propio en el océano Pacífico y que ahora, después de la injusta y desigual Guerra del Pacífico (1879 - 1884) por el salitre y por el guano, Bolivia sigue ligada al Pacífico por efecto de tratados (impuestos y discutibles) y acuerdos suscritos con Chile y otros con Perú.

Durante mi vista a la exposición mundial “Shanghái 2010”, luego a Beijing y otras dos ciudades importantes, me propuse que el tema principal de mis conversaciones con todos aquellos personajes con los que pudiese reunirme y que estén vinculados a países miembros de APEC sea el de sondear sus criterios (por cierto que personales) sobre las posibilidades de una eventual gestión para que Bolivia solicite su incorporación a ese foro. Me sorprendió el conocimiento de los antecedentes históricos que casi todos ellos y ellas tienen sobre la Guerra del Pacífico, resultando lo más significativo en todos los casos, sin excepción, la buena y entusiasta receptividad a la idea. Les solicité que se constituyan en “embajadores y embajadoras de buena voluntad” en sus respectivos países para difundir la idea, dejándoles absolutamente aclarado que ésta es, cuando menos de momento, una iniciativa estrictamente personal nacida de un puñado de inquietos bolivianos amantes de su país.

Ante ciertas dudas de que Bolivia tenga ahora vinculaciones físicas reales con la cuenca del Pacífico, les respondí que sí las tiene, puesto que entre otras cosas, de una prolija y detallada revisión de los “tratados” impuestos por los antiguos gobernantes de Chile, algunos investigadores e historiadores han establecido fehacientemente que existen islotes que no figuran en esos “tratados”, por lo que continúan siendo propiedad y territorio boliviano. Pero sin embargo, de aquello, a mi juicio, la más importante y definitiva razón que le da y permite a Bolivia la calidad de perteneciente a la cuenca del Pacífico es el hecho de ser innegable tributaria con ingentes volúmenes de sus aguas superficiales y subterráneas que discurren y escurren a lo largo de toda la parte accidental de la “Cordillera Occidental de los Andes” que corre frente a las costas del Pacífico y que finalmente se depositan en ese océano. Este razonamiento, aparentemente tan simple, les pareció “muy interesante y plenamente válido” para poder viabilizar el ingreso de Bolivia a APEC.

Lamentablemente –esto es lo preocupante– en medio de esas mis oficiosas indagaciones se me dio una terrible y grave versión, motivo de este artículo, que reitero es necesario transmitirla para que el Gobierno del Estado Plurinacional, a través de la Cancillería, pida a Chile las respectivas explicaciones sobre lo siguiente: Se sostiene que Chile a tiempo de renovar su equipo militar, concretamente tanques de última generación, ha retirado de su parque los antiguos que desde hace tiempo y hasta ahora están siendo reacondicionados en talleres y maestranzas del Ejército chileno para “campaña en altura”, por encima de los 4 mil metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m).

Si ello es evidente, surgen la interrogante ¿contra quién se prepara Chile mientras la “Agenda de los 13 puntos” parece encaminarse a un enésimo fracaso? Obviamente a 4 mil m.s.n.m no es contra la Argentina en el Aconcagua y menos contra Perú en el Machu Picchu. ¿Es que se está alistando para una eventual invasión que le permita arrebatarnos el ahora codiciado litio como lo fue en el pasado el también codiciado salitre? ¿Los pretextos serán las aguas del Silala o la cada vez más cercana posibilidad de concretar el corredor bioceánico por Ilo en Perú?

Si personas ligadas a APEC lo sospechan, ¿por qué no habría de preocuparse el Estado Plurinacional de Bolivia?

Es pues el momento de acelerar las gestiones diplomáticas que nos permitan acceder a ese foro que puede ejercitar presiones determinantes favorables a Bolivia.

El autor es ex diputado por Cochabamba

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