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viernes, enero 15, 2010

La ofensiva concertacionista ante una eventual derrota


Nota: Bachelet, ¿Jefe de Estado o Jefe de Campaña? Bachelet está dañando la democracia. No corresponde a un Jefe de Estado intervenir tan descaradamente (ella es presidenta de Chile, no de la Concertación). Qué pena. Es desilucionante ver cómo el poder hace que la gente deje de lado principios y valores, y actúe de formas tan reñidas con las normas y la moral, perdiendo los escrúpulos. Nos gusta creer que Chile es un país serio y distinto a los demás del tercermundo, pero cuando vienen las elecciones, esa mascareta se cae y aflora el tercermundismo de los políticos locales. Poder a cualquier precio, es la consigna. Las instituciones no funcionan ni se respetan (la Contraloría ya le ha dicho al gobierno que deje de intervenir, pero continúan, pues la Contraloría no tiene capacidad de castigar los abusos de este tipo).

La espectacular ofensiva comunicacional y el intervencionismo electoral desplegado por el gobierno y los principales líderes de la Concertación ante la posibilidad de perder el poder que han conservado ininterrumpidamente durante 20 años, no tiene precedentes en la historia electoral reciente de nuestro país. En un primera fase ella se desplegó fundamentalmente a denostar y descalificar moral y políticamente a la persona (y a la mujer) de Marco Enríquez Ominami llamándolo majadera y despectivamente de “díscolo” e incluso de “traidor” (aunque ahora por esas curiosidades de la vida Camilo Escalona felicita su contribución a la “causa”). En una segunda fase, ella se ha orientado con virulencia hacia la persona de Sebastián Piñera, calificándolo veladamente de “negociante”, por el hecho de ser un empresario exitoso, o de “conservadurista”, es decir una suerte de “encarnación” de la derecha pinochetista, y por ende no democrática. En síntesis, se ha buscado crear la sensación que la democracia chilena, es la única en el mundo occidental, que cuenta con una oposición (lo cual es necesario para que el sistema funcione), pero que dicha oposición no es capaz de darle gobernabilidad al país, porque en su esencia no es democrática.

Esto explica en gran medida, el clima “artificial” de enfrentamiento que la “casta” política de la Concertación ha impuesto a la campaña electoral inscribiéndose de lleno en la dialéctica amigo-enemigo como una categoría central de la política chilena. Es triste reconocerlo, pero estamos asistiendo en nuestro país, a una aberrante transferencia de la lógica propia de la guerra al ámbito de la política lo que provoca un daño difícil de reparar en nuestra convivencia democrática. ¿Debería extrañarnos? ¿Puede sorprendernos? Detrás de estas actitudes y conductas, Antonio Gramsci “cabalga en la sombra”. Recordemos que muchos líderes de la Concertación se han reconocido públicamente “hijos” intelectuales del co-fundador del partido comunista italiano, sobre todo de su idea de que la verdadera revolución no es primeramente económica sino cultural y educacional, lo que implica necesariamente el uso sistemático de la mentira y de cualquier medio en vistas a manipular la “opinión pública”. Lo que es más irrisorio es que hoy día practican sin pudor alguno, lo que ellos mismos antes le criticaban a la dictadura y a Pinochet.

Siempre he creído en la honestidad y transparencia de Marco Enríquez Ominami y en su grandeza de espíritu, y que el mal llamado “progresismo” representa una fuerza política y electoral que llegó para quedarse en la sociedad chilena, aunque no comparta sus tesis esenciales. Sin embargo, sería un grave error de apreciación y realismo político, pensar y vivir bajo la cándida ingenuidad de que en Chile tenemos la presencia de un socialismo renovado plagado de “conversos”, cuya mayor expresión la representa la figura de Eduardo Frei Ruíz-Tagle y la misma Concertación (sobre la DC no me pronuncio porque no logro vislumbrar en la oscuridad hacia dónde va). Lo que hemos tenido en Chile, ha sido más bien una mutación estratégica pero no ideológica de un socialismo que no ha renunciado a sus principios y a sus tesis esenciales. De otra forma ¿Cómo se podría comprender la presencia del partido comunista apoyando en pleno la campaña de Frei? El mismo partido comunista que nunca ha criticado al grupo guerrillero de las FARC en Colombia, y al mismo gobierno de Hugo Chávez o al régimen cubano, como tampoco lo hizo en su momento con la ex Unión Soviética (qué gracia tendría hacerlo ahora).

Tanto el gobierno como la Concertación, empleando viejas y conocidas tácticas ideológicas, se ha dedicado sistemáticamente a descalificar y denigrar moralmente a todos los que piensan distinto al gobierno, o que creen realmente que nuestro país necesita un cambio en la forma no solamente de hacer política (como dice Piñera), sino más profundamente de entender a la misma. ¿Qué sentido tiene estigmatizar a la gente que se siente representada por la centro-derecha? ¿Cuál es el objetivo de calificar de poco democrático a los que no se sienten representados por ninguna de las dos opciones y votarán nulo en la segunda vuelta? La democracia no funciona bajo la perspectiva de la existencia de una sola alternativa de gobernabilidad o de un partido o coalición única, donde la oposición es imposible o indeseable.

Hasta tal punto se ha llegado en la descalificación personal que no se ha trepidado en vulnerar uno de los derechos fundamentales de la persona sin el cual no hay democracia posible: la libertad de conciencia. Todos los que hoy día están fuera de la Concertación, y que participaron con generosidad en su misma gestación (tal es el caso de Jorge Schaulsohn), han tenido que sufrir la crítica feroz y el escarnio público de las maquinarias partidistas cuyo único interés es preservar el poder a como de lugar.

De ahí la necesidad de recurrir a la mentira como una estrategia válida con tal de no perder el gobierno, lo cual se ha graficado en una verdadera “campaña del terror”, que en la historia política de Chile siempre se asociaba a la derecha, pero que ahora ha pasado a ser un patrimonio de la izquierda. Pareciera que muchos de los artífices de la campaña electoral son fieles seguidores de las enseñanzas de Adolf Hitler quien señalaba en su obra, Mi Lucha, estas terribles palabras: “una mentira colosal lleva en sí una fuerza que aleja toda duda…Una propaganda hábil y perseverante acaba por llevar a los pueblos a creer que el cielo no es en el fondo más que un infierno, y que, por el contrario, la más miserable de las existencias es un paraíso…Pues la mentira más descarada deja siempre huellas, aún cuando se le haya reducido a la nada”. Este es uno de los ejemplos más brutales sobre el poder destructivo que tiene la mentira en el alma de una nación y en la vida política de los pueblos. Es justamente por esto que la mentira no tiene cabida en una genuina democracia ¿Cuánto se ha mentido en esta elección? ¿Es posible medir sus efectos y sus daños en nuestro tejido social? ¿Qué se pretende cuándo se afirma hasta la saciedad que la centro-derecha no le da gobernabilidad a Chile?

Sin embargo, lo que me ha causado mayor tristeza han sido las recientes declaraciones emitidas por la Presidenta Bachelet, por quien siento un profundo respeto y una gran admiración por su calidad humana. Ciertamente todo ciudadano tiene derecho a manifestar su opción personal, y eso incluye a la misma Presidenta. Pero otra cosa muy distinta es señalar que ésta última se basa, entre otras cosas, no tanto en qué candidato le da continuidad a su gobierno, sino en la honestidad del mismo, creo que eso tiene un carácter de “insinuación” (aunque no haya sido la intención de la Mandataria) con respecto a la persona del candidato opositor, y no me parece justo para la gran mayoría de chilenos que se sienten representados por Sebastián Piñera.

Dejemos tranquila la conciencia de los ciudadanos para que sean ellos realmente quienes con plena libertad decidan cuál es la mejor opción presidencial para nuestro país.

3 comentarios:

  1. Anónimo1:28 p.m.

    Mauro Pinochet: La presidenta tiene un 80% de aceptación No crees que tu comentario es absolutamente destemplado y desequilibrado...????

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  2. Yo creo que estas confundido.

    Si me preguntan a mi si apruebo o repruebo a Bachelet, tendria que aprobarla, porque despues de todo, no hizo un mal gobierno... no fue un desastre, pero tampoco fue una maravilla.

    Lo interesante seria saber, ¿con que nota aprueba cada persona a Bachelet?

    Por que cuando vas al colegio, puedes decir que PASASTE, pero una cosa es pasar con un cuatrito y otra es pasar con un siete.

    Creo que ese ha sido el error de la Concertacion respecto al respaldo que creen tener, por la alta "aprobacion" de Bachelet.

    Eso tambien explicaria que la propia Concertacion diga que la aprobacion de Bachelet es una construccion mediatica.... es decir.... no es real (lo dijo uno de los coordinadores de Frei hace dos dias).

    Ahora, objetivamente, lo que ha hecho Bachelet en la campaña politica contraria los usos republicanos de Chile, donde historicamente los presidentes no se han involucrado en las elecciones.... el primero en hacerlo de manera grosera, fue Lagos (que tambien inauguro una era de populismo electoral con las inauguraciones de estaciones de trenes una por una, subiendose a buses del transantiago para recorridos de mentira, etc.)... antes de eso, no ocurrio esto en Chile.

    Por lo tanto, lo que hace Bachelet, es -ademas de agredir al casi 50% de los chilenos que tienen otra opcion- dañar la convivencia y el sistema democratico..... ella es la Jefe de ESTADO y la presidenta, no la Jefa de Campaña de Frei... ella representa a CHILE, no a la Concertacion.

    Te guste o no, es una actitud reprobable. Lo han dicho los propios historiadores y expertos en politica.

    No corresponde, ni ha sido la tradicion en Chile.... y seria igual de criticable si lo hiciera un gobierno de derecha.

    Ya esta bueno que nos dejemos de doble estandares ASQUEROSOS.... te aseguro que si Piñera fuera presidente, TU serias el que se estaria quejando por el intervencionismo..... lo que demuestra que NO CORRESPONDE.

    Si queremos una politica de calidad, COMENCEMOS SIENDO CONSECUENTES CON LO QUE EXIGIMOS A LOS CONTRARIOS, exigiendo lo mismo a los que nosotros mismos apoyamos.

    Si no, el circo politico chileno va a seguir cada dia peor.

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  3. Anónimo11:35 p.m.

    chile hoy . no pierdan el norte de sus comentarios ,inparciales para sienpre ser leidos y creidos.

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.