Artículo peruano: El diferendo no solo se gana en La Haya

Nota: El burro hablando de orejas. La historia "republicana" peruana registra el penoso antecedente de 34 golpes de estados en 189 años, es decir, uno cada 5 años y medio. Pero se permiten poner en duda el sometimiento de los militares chilenos al poder político, siendo Chile el país con la historia democrática más estable de la región. Que los peruanos se preocupen de los generales como Donayre, que contrariando a su propio gobierno, se permitió reafirmar sus dichos antichilenos por cadena de televisión, sin recibir ninguna amonestación. Para mayor abundamiento, basta mirar la frecuencia con la que los militares peruanos protestan por sus bajos sueldos o por las reducciones presupuestarias, algo impensado en Chile.

Nos imaginamos que el Estado peruano, que no el gobierno de salida aprista, tiene un plan B para la eventualidad, remota pero no negada, de que las Fuerzas Armadas de Chile intenten desacatar el fallo de la Corte Internacional de La Haya, sobre el diferendo marítimo, escenario que ayer ha motivado sendos comentarios a cargo del canciller, un ex canciller y el ministro de Defensa, entre otros.

No creemos, como sostiene con seguridad el ex canciller Luis Gonzales Posada, que esa sea una “hipótesis fantasiosa”, bajo el argumento suyo de que las Fuerzas Armadas chilenas están subordinadas al poder civil.

Los Estados en contienda, lo sabemos, no tienen siempre una respuesta única para una circunstancia jurídica eventualmente adversa. Nada hace suponer, por ahora, que Chile no respetará el fallo de la Corte Internacional de La Haya, sobre todo si es favorable. Pero tampoco hay la seguridad de que Chile no explorará salidas jurídicas que se puedan incorporar al proceso, como nuevos elementos de juicio.

Por ello, el Perú debe estar preparado y contar con alternativas inteligentes y, sobre todo, expeditivas. Mejor es recalcar que un escenario como el planteado implicaría un golpe de Estado contra la democracia chilena, pues constituiría un atentado contra el ordenamiento jurídico internacional, que llevaría a juicio a todos los que desacaten una resolución de un tribunal supranacional cuyas resoluciones Perú y Chile nos hemos comprometido a respetar.

Prosigue la luchacontra las drogas
El hecho de que el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Douglas Fraser; y la embajadora de ese país en el Perú, Rose Likins, renueven su apoyo al Perú para su lucha contra el narcotráfico, en materia de inteligencia y soporte tecnológico, significa que el país del norte tiene al país en su estrategia antinarcóticos.

Así lo ha entendido el propio ministro de Defensa, Jaime Thorne, quien destacó, asimismo, la labor de inteligencia que desarrollan todos los países involucrados en este tema.

Dejemos de lado entonces la grita triunfalista, electorera y política que señala, falsamente, que “el Perú no es más el país de la droga”.

Lo es, desgraciadamente, pero puede revertirse o aminorarse en escala mayor este fenómeno con una aceptación de nuestras limitaciones y un compromiso de que se luchará con denuedo para contrarrestarlo.

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