Los hombres con parejas más jóvenes mejoran en 11% su expectativa de vida. Ahora, un estudio del Instituto Max Planck dice que cuando ellas tienen un cónyuge de menor edad no pasa lo mismo. ¿Por qué? No se benefician ni sicológica ni socialmente de ellos.
Si nos guiamos por los números, el amor permite vivir más. Según datos del INE, en Chile los hombres casados viven en promedio 12,6 años más que los solteros, mientras que las mujeres en matrimonio tienen una expectativa de vida seis años mayor que sus pares solteras.
Pero las cifras también indican que no todas las personas se benefician igual del amor. Estudios previos afirman que los hombres que se casan con mujeres menores viven más. Sin embargo, una investigación realizada por el Instituto Max Planck de Alemania muestra que las mujeres mayores casadas con parejas menores no gozan de este beneficio.
El estudio, realizado en Dinamarca, siguió durante 15 años a un millón 800 mil personas casadas, de 50 años de edad o más. Mientras un 65% de las mujeres estaban casadas con hombres mayores, sólo un 15% tenía esposos menores. Los resultados mostraron que, en contraste con el patrón masculino, cuando las mujeres son mayores que sus esposos tienen un mayor riesgo de morir. "Se observa un 40% de mayor mortalidad en aquellas mujeres que son entre 15 y 17 años mayores que sus parejas", indica el estudio publicado en la revista Demography.
Una situación que no es exclusiva de los casos con diferencia de edad extrema. Las mujeres casadas con hombres entre siete y nueve años menores tienen una expectativa de vida un 20% más baja que aquellas que están con parejas de su misma edad.
MENOS BENEFICIO SICOLOGICO
Según Sven Drefahl, líder del estudio, una explicación a este fenómeno puede ser que cuando la mujer contrae matrimonio con un hombre más joven es visto como algo alejado de los estándares considerados como normales. "Estas parejas podrían ser consideradas como extrañas y recibir menos apoyo social. Esto podría traducirse en una vida menos alegre y más estresante, lo que conduciría a una reducción en la salud y, por último, al aumento de la mortalidad", explica a La Tercera el demógrafo del Instituto Max Plack.
Otra explicación que esbozan los autores es que las mujeres logran establecer mejores redes sociales que los hombres. Así, un esposo mayor y más solitario podría verse beneficiado por una esposa más joven y con más actividad social. Sin embargo, un esposo menor no ayudaría a mejorar la calidad de vida de su mujer en este ámbito. "La red social y el soporte afectivo es tremendamente importante en el bienestar sicológico y en la salud", destaca Edmundo Campusano, sicólogo y académico de la U. Central.
UN PROBLEMA DE CUIDADO
Una explicación alternativa a este fenómeno se encuentra en el ámbito de la salud y se refiere a que las mujeres entregan mejores cuidados de salud a sus esposos mayores, que los hombres menores a sus esposas de mayor edad. "Es poco habitual que hombres más jóvenes cuiden a sus esposas mayores", afirma Homero Gac, geriatra de la Clínica UC San Carlos de Apoquindo.
Un estudio realizado por el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Semana) mostró que un 81% de quienes cuidan a adultos mayores dependientes son mujeres, especialmente sus esposas o hijas. Una situación que corrobora Gac, quien indica que mientras un 90% de los hombres que asisten a su consulta son acompañados por sus esposas, la cifra cae a sólo el 40% cuando se trata de mujeres acompañadas por sus esposos.
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