Tras dos años de intensa colaboración, a través de la participación de tropas nacionales en la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet está decidido a ser un actor en la nueva etapa que comienza a escribir esta isla hoy, luego de que el Presidente electo René Préval asuma el poder.
De ahí que, en medio la discusión por el uso de los excedentes que obtiene el Gobierno por el alto precio en que se transa la libra de cobre, la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, escogiera esta lejana ciudad para señalar que dados los recursos extraordinarios que está percibiendo el Fisco, Chile estaría en condiciones de otorgar créditos blandos a países de América Latina que lo requieran.
“Lo quiero decir muy claramente, aunque nuestro ministro de Hacienda se ofenda un poco: parte de esos recursos podrían ser préstamos blandos para países latinoamericanos que así lo requieran”, afirmó Blanlot.
En este sentido y tras reunirse con el Presidente electo René Préval, la ministra de Defensa explicó que Chile tiene “recursos disponibles por mucho más de 20 millones de dólares. El cobre está a cuatro dólares la libra, por lo tanto no es un problema de disponibilidad de recursos; el problema que tenemos en Chile es de restricción de gasto, por lo tanto estamos pensando cómo ahorrar una gran parte de los recursos que entran por el cobre”.
Según las estimaciones, si la libra de cobre se mantiene en un promedio de 2,3 dólares, el Fisco obtendría aproximadamente 10 mil millones de dólares extra y considerando que La Moneda por disciplina fiscal no dispondrá esos recursos para gasto social, bien podría utilizarlo en la ayuda de países más pobres.
La idea lanzada por Blanlot no resulta descabellada. Chile está en condiciones de disponer de una cantidad de recursos que resultan indispensables para que el Gobierno de René Préval pueda desarrollar –por ejemplo- un programa económico y social.
En la práctica y según ha trascendido, el Gobierno de Préval dispone, para su primer año de Gobierno, de un presupuesto de 90 millones de dólares. Cifra demasiado reducida si se considera que el presupuesto anual de la Minustah es de 410 millones de dólares y la cifra que en el mismo período maneja La Moneda es de US$ 44 mil millones.
El monto es demasiado escaso cuando se considera que en Haití escasean elementos que en Chile son básicos, como la electricidad y el agua potable, y que -por ende- el Gobierno de Préval debe desarrollar programas de mejora de las condiciones sociales y económicas de la isla.
ABC
En este mismo contexto y además de la decisión presidencial de pedir al Senado extender la permanencia de las tropas nacionales en Haití, Chile junto a Brasil y Argentina, en lo que se denomina grupo ABC, prestarán colaboración al Gobierno de Préval en materias económicas, de organización política y social.
De hecho, en el frontis de la residencia presidencial, ubicada en el acomodado sector de Petion-Ville, Préval señaló que ha pedido “al grupo ABC que sigan apoyándonos para la consolidación de la estabilización en el país”.
“Esta cooperación del grupo ABC es distinta de la Minustah. Es un grupo de técnicos en reforestación, comercio, economía, gobierno local, que nos acompañen y ayuden a definir una política”, agregó.
En esta línea y tras agradecer la rápida respuesta obtenida de los gobiernos de Chile, Brasil y Argentina, la autoridad haitiana anunció que mañana (lunes 15 de mayo), a las 07:30 horas, se reunirá con el equipo de trabajo del ABC.
Paralelamente, Préval solicitará que la Minustah “permanezca en Haití por el tiempo necesario, que esperamos sea lo más corto posible”.
En este contexto, la petición del Presidente electo de Haití para que Chile, Argentina y Brasil extiendan la ayuda hacia un ámbito civil y social obedece -según dijo Blanlot- a que los tres países han tenido “historias con crisis de las cuales han podido levantarse y por lo tanto, tienen una experiencia útil para Haití, además de que han tenido una solidaridad especial”.
Así, la idea es que Chile colabore dentro de la Minustah, acompañe a Haití en las conversaciones con los países donantes y ofrezca propuestas de desarrollo viables para el nuevo Gobierno.
“Está claro que se requiere un esfuerzo tremendo en términos de cooperación civil, económica, social, programas de desarrollo y construcción de infraestructura, pero nada de eso se puede hacer hoy día y probablemente no se va a poder concretar durante los próximos dos años, si no hay un apoyo militar que mantenga las condiciones para que se pueda trabajar”, afirmó.
A juicio de Blanlot, el retiro chileno de Haití debería producirse “cuando les hayamos ayudado a constituir una policía parecida a nuestros carabineros. No sé si son seis años, probablemente en ese tiempo nuestros militares puedan retirarse, pero deberán ser reemplazados por otros militares de otros países. Haití requiere que las fuerzas militares que hoy están apoyando sean reemplazadas por una policía de gran calidad”.
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