Recibí un burlesco mapa sobre el corredor de acceso marítimo de Bolivia. No era hacia el oeste, cruzando la delgada franja chilena que nos separa del Pacífico, hasta llegar al pedacito de mar que queda entre el norte de Arica y la frontera minada entre Chile y Perú, que ahora el 95% de los ariqueños no quiere cedernos por ningún motivo. El corredor marítimo boliviano estaba dibujado sobre miles de kilómetros hacia el norte, cruzando Beni, Pando, los estados brasileños de Acre, Amazonas y Roraima, y todo el territorio de Venezuela hasta llegar a sus costas caribeñas.
Es parte del fallout, ese palio mortal de neblina radioactiva, que deviene después de la explosión nuclear que ha sido la teatral ‘primera’ nacionalización del siglo 21. Que no fue mucho más que un decreto reglamentario de la Ley de Hidrocarburos, pero que por torpes réditos políticos fue acompañada de operativo militar y proclamas patrioteras, que han causado mucho daño a las relaciones con el vecino Brasil.
Este gobierno centralista anarco-indigenista de corte aymara, es refractario a las consideraciones de orden geopolítico. En lo interno, es miope cuando se puntualiza algo irrebatible, como el desplazamiento del centro de gravedad económico del país hacia el oriente boliviano. En lo externo, es cegatón porque, claro, en reuniones de gabinete en que trataron el tema de nacionalizar, ¿qué podría advertir un Canciller enemigo de los libros, sobre la importancia para nuestra patria del coloso brasileño, una de 10 primeras potencias mundiales, con la que nos une, y ahora nos separa, una extensa frontera de 3.500 Km. de extensión?
Hace un par de años cité a Finlandia como un país que debiéramos emular. Su trilingüismo no fue óbice para concentrarse en aprender la lengua franca del mundo: el inglés. Media docena de guerras con la inmensa Rusia, no impidieron que basaran su despegue económico en firmar tratos bilaterales de comercio con su atropellador vecino. Otros tantos conflictos en el haber histórico con Suecia, no impidieron el imitar su política estatal de dar paso a la economía de mercado y apoyar al sector privado.
Postulé que Finlandia es un ejemplo de lo que Bolivia debiera hacer para salir de pobre en los próximos 20 años. Que Brasil y Chile son a Bolivia lo que Rusia y Suecia son a Finlandia. Con el segundo y la alianza del primero, propiciar que Chile ceda a Bolivia ocho Km. de costa al norte de Arica; serían compensación suficiente los megamillones de un megaproyecto binacional de petroquímica en el megapuerto de Mejillones, destinados a los megamercados del Lejano Oriente, financiados por megamillonarios árabes. Con el primero y la alianza del segundo, construir un real corredor bioceánico a través de Bolivia, con ramal a Mato Grosso, con trenes rápidos impulsados a gas desde Arica a Santos, desde Santa Cruz hasta Antofagasta y Mejillones. Abogué porque sembremos el gas en termo e hidroelectricidad para venderla a Brasil y a Chile: la energía sería a Bolivia lo que la dinamizadora transnacional de celulares Nokia es a Finlandia.
De la mano de un fantoche de Hugo Chávez, como lo llama la revista brasileña Veja, hemos avanzado mucho, pero exactamente a contrapelo de mis ensueños. Hoy el coloso vecino le da la espalda a Bolivia, porque “un país con la dimensión de Brasil no puede ser dependiente de nada, de ningún otro país del mundo”, dice Lula. Bolivia ya no es más su aliada adulada, así que en menos que canta un gallo, Brasil aprobó su Ley del Gas, que incentiva inversiones millonarias en el área, donde su potencial es o mais grande de América do Sul. Cuando Evo Morales, de casco petrolero con mamarracho de whipala con tricolor, marchó al frente de tropas militares a ocupar instalaciones civiles inermes, estaba en ciernes ampliar volúmenes de exportación a Brasil: 15 millones de metros cúbicos/día (MMMCD) más, a los actuales 30 MMMCD. No va más y para subrayar que no es papo, Petrobrás se retira de negociar para instalar un tubo paralelo al gasoducto SanSão (que para los que leen quipus, aclaro que quiere decir Santa Cruz-São Paulo). ¿Bolivia obtendrá aumento de precio de los actuales volúmenes? Pois não, si las actuales condiciones están contratadas por 19 años más. ¿Invertirá Brasil en extraer más gas de las profundidades? Pois não, si no van más las inversiones que se tenían contempladas.
No todo está perdido, por lo menos para el padrino venezolano. Brasil mirará con algo más de atención el Gasoducto del Sur, que llevará gas de Venezuela al Mercosur, completando la mamada de ponerle rival al gas boliviano, con la aceptación sumisa del protectorado venezolano-cubano en que nos estamos convirtiendo. U optará por traer gas en buques metaneros, cuyas tecnologías están cada vez más accesibles y baratas, del emporio del Atlantic LNG (¿se acuerdan del Pacific LNG?): la pequeña Trinidad y Tobago, con un tercio de las reservas bolivianas de gas, lo tiene en su territorio insular. Y los barcos pueden surcar el mar hacia el gigante del norte (Estados Unidos) o el del sur (Brasil).
De aquí a un par de décadas, los estudiosos calibrarán la burrada de truncar la alianza en ciernes con el poderoso vecino, cimentada alrededor de la provisión de gas natural, y de la privilegiada situación geográfica del país en el camino del comercio brasileño hacia los mercados del Pacífico. Trocarla por la alineación a un eje vertical de países con los que poco tenemos que ver y hacer, excepto depender.
O condoliente de que le metan el dedo a la boca a este pobre país vecino, Brasil se recordará de aquella canción de Chico Buarque, Vai Passar. Solo que no pasarán escolas en el sambódromo de Río de Janeiro, sino que va a pasar el cuarto de hora histórico de la comparsa populista de hoy, que tiene en Hugo Chávez y Evo Morales su dúo de vedettes.
*Winston Estremadoiro
es antropólogo.
winston@supernet.com.bo
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
Winston: Tú análisis me parece inteligente, práctico y patriota. Si Bolivia hubiese optado por hacer negocio con Chile, y dado paso al famoso megapuerto de Mejillones, hoy tendría mar y se habría potenciado como el principal corredor entre el Pacífico y el Atlántico. No lo hizo y así es como está.
ResponderBorrarSaludos
Bruno