
La primera imagen muestra a un joven entregando sangre a un nazi (Erwin Rommel), mientras la segunda es un transplante de corazón a Juana de Arco. Por supuesto, las imágenes provocaron algunos escalofríos y cuestionamientos morales, además de preguntas a Sony respecto a qué pretende con esta campaña.

En realidad, ambas imágenes ganaron premios en el Festival El Sol por la gráfica (no se puede negar que están bien hechas). Ahora, el contenido de la imagen es otra cosa… aunque Sony ya ha tenido otras campañas polémicas, como una en la que entregaba indicaciones para suicidarse.
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