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viernes, diciembre 19, 2008

52% de peruanos tiene disfunción eréctil

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De capa caída

Tarde o temprano llega. Ningún hombre está libre de pasar por este trance conforme los años transcurren y el cuerpo ya no responde como a los veinte. Una investigación ha revelado que en el Perú se trata de un mal de muchos. Y que no son pocos los que se resisten a admitir que algo está fallando entre sus piernas. La verdad es que no hay por qué alarmarse. Los urólogos llevan una década prescribiendo medicamentos que, en la mayoría de los casos, permiten recuperar esa vitalidad sexual tan indispensable para sostener la autoestima y la armonía en la pareja.

Por Ghiovani Hinojosa

Su pronunciación sonroja a los hombres mientras que las mujeres enfrentan estoicamente sus consecuencias. Para muchos peruanos no es fácil hablar de disfunción eréctil, aquella incapacidad masculina de mantener una erección rígida o de hacerlo de forma inconsistente. En medio del tabú que implica referirse a tamaños asuntos, la medicina avanza en la comprensión de esta falencia que, según cálculos de Laboratorios Pfizer, perturba la vida sexual del 52% de peruanos mayores de 40 años.

Mal extendido

Si bien se ha venido rumoreando sobre la magnitud del problema desde hace varios años, un estudio elaborado por Pfizer, titulado “Disfunción Eréctil en el Norte de Sudamérica”, elimina la incertidumbre: más de la mitad de los peruanos adultos no puede tener una erección satisfactoria. Y esto no sólo implica el reto de emprender una lucha coordinada entre el hombre y su pareja, sino, para empezar, reconocer que existe la enfermedad.

“Generalmente cuando a un paciente se le menciona la disfunción eréctil lo minimiza. A veces tiene que venir la mujer para decirle la verdad”, cuenta el urólogo Máximo Lazo. Y la verdad es que ya no tiene la misma potencia que antes o que, cuando empieza un momento de grata sexualidad, este se esfuma rápidamente. La impresión de Lazo es que buena parte de quienes pululan entre la impotencia y la inseguridad no sabe que padece algún tipo de disfunción. “La mayoría solo lo acepta cuando su mal es severo, hay un temor general a comentarlo“, señala.

Pero agrega que, respecto de años anteriores, “ahora los pacientes no dejan pasar el problema muchos años“. Y es que antes, según Lazo, los peruanos que sospechaban de una baja en su rendimiento sexual por la flacidez de su erección no tenían la misma oferta de información ni tratamiento de que disponen hoy. Y eso los llevaba a ocultar sus angustias nocturnas.

En cuanto a los principales tipos de disfunción eréctil que presentan los peruanos mayores, el urólogo Lino Núñez explica que “con mayor frecuencia encontramos disfunciones leves, relativamente fáciles de tratar y que responden muy bien con la medicación. Las severas son poco frecuentes porque tienen complicaciones mayores, ya sea neurológicas, de metabolismo o de diabetes“. Así, se configura un escenario en el que un grupo de peruanos que sobrepasa los 40 años experimenta un bajón sutil pero certero en su capacidad de erección.

Y enfrentado a la versión que afirma que alrededor del 40% de jóvenes menores de 30 años sufre el mal, el doctor Lazo responde que “la incidencia de la disfunción eréctil tiene una relación directamente proporcional con la edad”. Las personas mayores tienen predisposición a padecerla, pero también afecta a jóvenes, aunque en menor medida. En estos casos, es ocasionada generalmente por razones psicológicas. Y en este contexto, la ciencia hace esfuerzos por comprender mejor la enfermedad.
Grados de erección

Hace pocos años, cuando un paciente quería realmente estar seguro de los detalles de su disfunción, el médico lo sometía a la meticulosa prueba del Rigiscan, un aparato que medía la rigidez de las erecciones inconscientes durante la noche. En base a estampillas colocadas en la base y el tope del miembro viril, conectadas a un sistema grabador en el muslo, se registraba los datos en una computadora. Y así tanto el tratado como el tratante conocían de forma objetiva los alcances de la enfermedad.

Pero esto fue revolucionado en un congreso de la Asociación Europea de Urología (EAU) en marzo del año pasado, cuando un panel de expertos introdujo el concepto de Escala de la Firmeza de la Erección (EHS), conocida comúnmente como “Grados de la erección”. Según esta idea, el pene experimenta cuatro etapas de erección calculados en base a su rigidez y nivel de tumescencia (cantidad de sangre).

“Si bien siempre se ha hablado de disfunción eréctil leve, moderada y severa, ahora se habla de grados que van desde el primero, cuando el pene está alargado pero flácido, hasta el cuarto, que es el grado de mayor rigidez“, detalla el urólogo Lazo. Así hay una correspondencia entre la escala de firmeza del pene y el tipo de problema del hombre. Si este llega al grado 2 se considera que su disfunción es moderada, si alcanza el grado 3 su disfunción es leve y si logra el grado 4 tendrá una erección firme y duradera.

Y llegar al nivel mayor tiene consecuencias positivas en la relación familiar, según escribe el doctor Gerald Brock en el documento de la reunión científica: “Numerosas pruebas han confirmado reiteradamente que solo las erecciones completamente rígidas, como las de grado 4, conllevan a una vida sexual verdaderamente mejorada y satisfactoria para el paciente y su pareja”. Se establece, entonces, una asociación explícita entre la dureza del miembro viril y la salud sexual.

Pero la utilidad de esta escala no se agota en señalar la dureza de tal o cual grado, aspecto perfectamente comprobable en la experiencia sexual de cada pareja, sino en que permite tanto al médico como al paciente hacer un seguimiento de las reacciones frente a determinado tratamiento. “Es un intento de objetivar la enfermedad, sirve para tener un diagnóstico en el primer momento y para saber luego si funcionan las tabletas o hay que utilizar un recurso mayor”, enfatiza el doctor Núñez. Esto en medio de la larga tradición de soluciones que ha ideado el hombre para combatir su flacidez.

Historia de la dureza

Núñez señala que a través de los siglos la humanidad recurrió, como en muchos otros problemas médicos, a los remedios naturales para curar la impotencia sexual. Son así milenarias las recetas que tienen a la maca y la uña de gato, entre otras plantas, como afrodisiacos y estimuladores de la erección. Sin embargo, no se han extendido estudios que prueben su eficacia.

Aún así, ha habido un largo vacío en las formas de enfrentar este mal. El urólogo Núñez lo recuerda así: “Cuando llegaba un paciente con el problema, le mandaba a hacer un montón de exámenes. Terminaban las pruebas y no tenía mucho que proponerle”. Una de las escasas alternativas era utilizar el Caverject, una ampolleta que se inyecta directamente al pene y que todavía se utiliza, aunque en menor medida, debido a su incómoda forma de aplicación.

Otro recurso popularizado a mediados del siglo pasado son las bombas de vacío, aparatos que se colocan en el miembro flácido y que fuerzan su erección a partir de la succión a modo de un chisguete. Este método es útil, explica el doctor Núñez, pero necesariamente produce pequeños sangrados o hematomas. Por ello, se recomienda utilizarlo sólo en el caso de pacientes que no reaccionan bien con las famosas píldoras de estimulación sexual.

Y es que la eficacia de las tabletas de sildenafil (Viagra) introducidas al mercado en 1998 por Laboratorios Pfizer es tanta que, según Lazo, “ahora hay un tratamiento para ofrecer”. Estos llamados erectógenos orales han revolucionado el escenario de la disfunción eréctil hasta el punto de motivar que “los pacientes se sientan más tranquilos para ir libremente a las consultas y buscar una evaluación”. Pero como nada es perfecto, las autoridades sanitarias de Estados Unidos investigan la relación entre este producto y algunos casos de ceguera registrados en ese país.

La disfunción eréctil es un padecimiento que se hace cada vez más tangible en el Perú. No sólo en los consultorios de los urólogos Lazo y Núñez, donde se ha visto a hombres desvergonzarse de sus prejuicios de “macho latino”, sino en cada rincón de la alcoba donde la comunicación permite sincerarse y enfrentar este mal como pareja.

Factores de riesgo

• Diabetes o males del riñón.
• Edad avanzada.
• Tabaquismo y abuso del alcohol.
• Estrés y ansiedad.
• Exceso de medicamentos para presión arterial y antidepresivos.

Medicación

Debe consultar con su médico el uso de:
• En grados leves o moderados:
Viagra (Sildenafil)
Levitra (Vardenafil)
Cialis (Tadalafil)

• En grados severos:
Caverject (Inyección en el pene)
Prótesis (Inserta en el pene)

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.