Tomado de diario La Republica, Lima - Peru
La enorme derrota de Alejandro Toledo como presidente es que deja la pobreza donde la encontró. Uno de los argumentos fuertes de su campaña 2000/2001 fue que su saga de éxito personal (lo que en inglés se llama rags to riches, algo así como del harapo a la fortuna) podía ser replicada por un número suficiente de experiencias peruanas. No ha sido así.
Toledo termina su mandato jactándose implícitamente, aunque es seguro que él no lo ve así, de haber hecho más ricos a los ricos y a los acomodados. Un fenómeno cuyo eufemismo mayor es entre nosotros la expresión éxito macroeconómico. Acaso el crecimiento económico que presidió hubiera podido sacar a muchos del hoyo, pero sus políticas lo previnieron.
Este presidente siempre creyó que al forrar los bolsillos de las transnacionales estaba "enseñando a pescar" a los pobres en lugar de "darles pescado". Recocinado lugar común, y además falso: fueron las transnacionales las que aprendieron a pescar en aguas peruanas, y los pobres se quedaron con la boca abierta esperando el pescado toledano.
Una visión cínica simplemente lo felicitaría por haber administrado con eficacia el tema centenario de la pobreza. Más aún, por haber sabido recurrir a su propia pobreza de origen para aprovecharse de la de los demás: se llevó buena parte de sus votos y no entregó nada a cambio. Su caña de pescar fue otra yuca.
Comenzó sugiriendo que iba a liquidar la pobreza ("lucha frontal"). Luego logró que la mirada pública se fijara más en sus esfuerzos formales y no en sus pobres resultados. Terminó polemizando en torno de unas cifras que todos sospechan maquilladas. Esto último para vender la idea de que la pobreza había sido reducida un nada portentoso, y probablemente falso, 6%.
Lo más cerca que ha estado de confesar su derrota fue cuando declaró que él había logrado el crecimiento y que a su sucesor le correspondía resolver el problema social que él dejaba detrás. No nos deja la fórmula de cómo convertir un crecimiento orientado hacia los de arriba en un goteo para los de abajo. Pero la economía nunca fue su fuerte.
¿En cosas de pobreza su presidencia ha sido peor que otras presidencias? No necesariamente. Ningún presidente de los últimos decenios logró reducirla, y un par la acrecentó. Pero ninguno dejó Palacio tan satisfecho de sí mismo como Toledo, y ninguno jugó de manera tan descarada con las esperanzas de los pobres.
Por eso en la historia de Toledo hay un elemento de traición étnica y política que no será fácilmente olvidado: nadie jugó con las esperanzas andinas como si se tratara de una esperanza personal. Ese fue uno de los motivos de que fuera tan intensamente detestado por una amplia mayoría durante la mayor parte de su gobierno.
miércoles, julio 26, 2006
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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