Con el precio del barril de petróleo por sobre los US$ 70 dólares, y ante la perspectiva de que el valor del crudo se mantenga alto, surgen voces que postulan la necesidad de estudiar si es viable optar por la energía nuclear.
Fue el Presidente Ricardo Lagos quien, en el discurso del 21 de mayo pasado, señaló que el país debe "pensar en otras fuentes no convencionales de generación de energía". En las últimas semanas, senadores de la Comisión de Energía de la Cámara Alta y el presidente de la Sofofa han recalcado también que no hay que descartar la opción de desarrollar energía atómica en Chile. Se unen así a una corriente de opinión que recorre al mundo entero. La Unión Europea, por ejemplo, discute, en el marco de su aspiración de diseñar una política energética común, si es viable aumentar la presencia de la generación nuclear dentro de su mix energético, como una manera de aminorar su dependencia externa en el tema.
En el mundo hay actualmente 450 centrales nucleares que responden por el 17% del abastecimiento energético del planeta. En Francia, 78% de la electricidad proviene de esa fuente.
Buena parte del debate, tanto en Chile como en el exterior, pasa por los riesgos que supone un eventual accidente, asunto que cobra actualidad al cumplirse por estos días 20 años de la peor catástrofe nuclear de la historia: la explosión de un reactor de la central de Chernobyl, en la actual Ucrania, que esparció 200 veces la radiación que causaron las bombas de Hiroshima y Nagasaki, que ha provocado la muerte de cientos de miles de personas y que dejó millones de afectados.
La seguridad de la energía nuclear, tema en el cual se han hecho notables avances en los últimos años, es un punto a considerar, así como qué hacer con los residuos que provoca. También es necesario considerar sus ventajas, como su limpieza, la estabilidad de los países productores de uranio (del que Chile tiene reservas), y la predictibilidad de los costos de operación.
Cálculos oficiales estiman que Chile requiere añadir unos 7.500 megawatts a su producción de energía en los próximos 15 años para permitirse crecer a un promedio de 6% anual. La probable integración de las centrales hidroeléctricas de Aysén y el uso de carbón probablemente serán suficientes para afrontar esa demanda.
La pregunta es qué sucederá después. La resistencia de grupos ecologistas al uso de carbón y petróleo y a la intervención paisajística y ambiental que suponen las centrales hidroeléctricas, hace difícil creer que la solución pase por ahí. Una probable vía es recurrir al gas natural licuado, propuesta que lidera Enap. Aunque el GNL es todavía un recurso caro, todo indica que con el tiempo desarrollará un mercado que le permitirá convertirse en un commodity y así bajar sus precios. Otras formas de generación, como la eólica y la geotérmica, son costosas y sólo hacen aportes marginales a la matriz energética chilena.
Visto desde esa perspectiva, y considerando que desde que se decide construir una central atómica hasta que ésta entra en operación puede pasar más de una década, Chile se encuentra en el momento preciso para iniciar un estudio profundo respecto de la energía nuclear.
Por mucho que la Presidenta de la República haya desechado la opción durante la campaña como una manera de captar el apoyo de grupos ambientalistas, se trata de una discusión necesaria que debe ser enfrentada sin dogmatismos. Si incluso existen ecologistas que han señalado que hoy en día la verdadera amenaza es el efecto invernadero y que, por lo tanto, es necesario recurrir a la energía atómica, no es comprensible que Chile se resista a iniciar un debate serio sobre el tema, el cual debiera ser liderado desde la Comisión Chilena de Energía Nuclear. Un país cuyo consumo de energía crece incluso más rápido que su economía y que necesita diversificar su matriz eléctrica no puede darse el lujo de obviar el debate sobre la energía atómica.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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