
La profesional es parte del nuevo Centro de Modelación y Simulación del Ejército, que debutó en terreno en los preparativos de la competencia internacional de patrullas militares que finalizó esta semana, con la participación de más de 60 efectivos de siete países (Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Ecuador, Paraguay y Chile).
El duro desierto
El lugar de la competencia no fue casual. Es uno de los sitios más secos del planeta, con alta radiación solar, fuertes vientos y temperaturas extremas (entre 28 y -5° C en menos de 24 horas), y en ese contexto, la profesora recorrió a pie junto a una patrulla militar un tramo de 7 km, pasando en pocas horas de dos mil 300 a más de tres mil metros de altura, e instaló sensores digitales en el tórax y muñecas (relojes) de los efectivos.
"Hay que medir aspectos fisiológicos, ergonométricos y ambientales para estudiar la resistencia humana y determinar el mejor equipamiento, dieta, armamento y logística que facilitarán el desempeño en acciones militares", dijo.
No se dejó nada al azar. Frecuencia cardiaca, temperaturas corporal y del exterior, calorías quemadas, altura, kilómetros recorridos, distancias (ascendente, descendente o lineal), velocidad de desplazamiento e incluso posturas corporales (de pie o recostados) fueron medidos.
"Previamente, se tomaron exámenes de sangre y orina. También fueron pesados sin y con equipamiento (35 kg)", explicó.
El Centro está integrado por personal activo y en retiro, además de ingenieros, matemáticos, médicos y profesores de educación física, entre otros. Todos especializados en técnicas de simulación (computacional), investigación operacional y estadísticas, y algunos con doctorados y magísteres en Inglaterra y EE.UU.
Su jefe, el coronel Sergio Quijada, explica que buscan crear escenarios para reducir el riesgo de accidentes e incertidumbres. "Usamos la disciplina de la modelación y simulación para análisis científicos, cuantitativos y experimentales de la función principal del Ejército, el entrenamiento militar, y optimizar nuestros complejos sistemas".
Quijada dice que para ello se crean modelos computacionales para saber cómo será el rendimiento del hombre con su equipo, de un sistema de armas complejo y cómo una unidad se comportará en terreno.
"Se podría hacer por intuición o juicios de expertos, pero hace más de 40 años que la psicología cognitiva determinó que el cerebro humano no maneja más de siete trozos de información. Nosotros trabajamos con sistemas y más de 30 variables para que el ser humano adopte las mejores decisiones", dice.
Universidades
El Centro trabaja con investigadores de las universidades de Chile (centro de modelamiento matemático), Católica, Adolfo Ibáñez, Concepción (robótica y desarrollo de un avión no tripulado) y UC del Norte.
"Nuestras investigaciones nos permiten hacer proyectos duales con aplicaciones más allá del campo militar, como el minero, portuario, forestal y protección civil. Hay ejemplos mundiales como el GPS, internet o el primer computador", explica Quijada.
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