Desarrollan en Chile piel con células madre para sanar quemaduras

Especialistas elaboran un método que permite en tres días disponer de trasplante con piel del propio paciente. Esta técnica aumenta la velocidad de regeneración de las células y mejora la calidad de la cicatrización.

Los tratamientos de quemaduras profundas, aquellas que destruyen la capa superior e inferior de la piel, son costosos y no están disponibles de inmediato. Muchos de ellos, además, son de procedencia animal, generalmente piel de cerdos, lo que implica un mayor riesgo clínico de rechazo. Todo esto compromete la evolución de estas lesiones, con cicatrices notorias y secuelas que pueden incluso inhabilitar al paciente.

Con el propósito de disponer una piel más completa y en menor tiempo, tres universidades nacionales realizan un proyecto para generar piel mediante células troncales adultas extraídas del paciente. Sin necesidad de contar con un donante y con un tiempo de espera que no supera los tres días, este procedimiento asegura además una mejor cicatrización y apariencia.

NUEVA TECNICA
La Universidad de Valparaíso, junto a la Universidad de Playa Ancha y la Universidad Federico Santa María, trabajan en una investigación que busca disminuir los daños estéticos y los peligros de los implantes de piel. Inicialmente, el equipo de investigadores desarrolló el sistema de implante integrado (SII), técnica que consiste en usar células del mismo paciente a través de una matriz y un gel integrado que se aplica en la piel dañada. Luego es posible tener un implante en diez días.

En esta nueva etapa del estudio, los expertos buscan optimizar el SII mediante el uso de células troncales adultas extraídas del paciente. Manuel Young, director del Centro de Biotecnología de la U. Técnica Federico Santa María e investigador del estudio, explica que estas células se pueden incorporar al implante en tres días. Gracias a esta técnica, además se minimizará el riesgo del tratamiento de quemaduras profundas al permitir una regeneración de la piel más sana y con menos cicatriz.

El procedimiento, dice Young, consiste en propagar células troncales adultas desde diferentes fuentes cutáneas. Estas células, llamadas mesenquimáticas, son capaces de formar nuevos tejidos. De ese modo, se cultivan células de piel del mismo paciente y se implantan poco tiempo después de la quemadura.

AVANCE TRATAMIENTO
El especialista de la U. Federico Santa María explica que estas células se reproducen de forma más rápida y además están presente en gran parte de los tejidos del cuerpo, "ventajas que permiten que estén disponibles en menor tiempo y que regeneren una piel completa con dermis y epidermis".

Para el doctor Rolando Saavedra, director de Coaniquem, institución que atiende a ocho mil niños al año con quemaduras, esta nueva técnica puede ser muy útil en el tratamiento de quemaduras profundas y extensas. "Aprovechar el potencial de las células madre para acelerar estos procesos permitirá tener una piel que sea bien tolerada y que cubra gran superficie quemada", agrega.

En Chile, cerca de 100 mil niños sufren quemaduras al año y cerca de 60 de ellos mueren. Las cifras de mortalidad se han reducido, "lo que más preocupa es que muchos sobreviven con graves secuelas que le impiden vivir bien", aclara Saavedra.

PROCEDIMIENTOS TRADICIONALES
Carlos Sciaraffia, subdirector de investigación Hospital Clínico de la U. de Chile, explica que los tratamientos varían según la intensidad de la quemadura. Cuando son superficiales, se usan cremas que regeneran la piel. En el caso de las profundas, donde todo el espesor de la dermis y epidermis se destruyen, se saca la piel quemada y se buscar piel no afectada para trasladarla a la zona quemada. La cara interna o externa de los muslos es la piel más recurrida en estos casos.

"En pacientes muy comprometidos, donde no hay lugar donde obtener piel, se usan coberturas transitorias de piel de cerdo recién nacido, compatible con la humana, pero que no dura más de 15 días", indica el especialista. Esta es una medida transitoria que permite que las zonas menos expuestas se regeneren y posteriormente se pueda sacar piel de ese lugar.

Hoy no es posible tener una piel completa, con dermis y epidermis, dice Sciaraffia: "Tenerla implicaría un resultado de buena calidad que reduciría las secuelas en términos estéticos y permitiría tener una piel más elástica".

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