Este artículo, escrito por un conocido parlamentario peruano omite que Perú compro 36 Mig29 hace pocos años, así que es una inmoralidad que critique las compras de los vecinos (Chile y Venezuela). Lo que Perú pretende, es mantener su superioridad militar, de manera de poder forzar a Chile a aceptar un cambio a las fronteras marítimas y terrestres.
Por cierto, también omite este caballero, que mientras Chile renueva su material bélico, el Estado chileno tiene un superavit fiscal de casi 5% del PBI (el año anterior fue de mas de 2%) al tiempo que Chile ha reducido su pobreza de 54% a sólo 18% de la población. Perú, tiene 54% de su población en la pobreza, 70% de los niños campesinos con desnutrición y anemia. Chile gasta 6 veces más en la educación de cada niño (que tienen el doble de horas de clases anuales, en comparación con Perú) y no tiene desnutrición infantil... además, la deuda externa chilena representa apenas el 8% del PBI chileno, la deuda peruana está próxima al 50% del PBI. El PBI per capita chileno es de casi 3 veces el de Perú, etc.
Así que si alguien no debe comprar armas (si se es consecuente), ese es Perú. El que también está moralmente descalificado para llamar armamentistas a otros, pues posee la segunda fuerza militar sudamericana (según medios especializados)... en medio de una de las sociedades más pobres de la región latinoamericana.
América Latina se ha convertido en oscuro patio trasero de vendedores de armas de Estados Unidos y Europa.
Chile, por ejemplo, ha recibido los primeros aviones norteamericanos F-16, adquiridos a un costo de 700 millones de dólares, que forman parte de una inversión estimada en 4 mil millones de dólares utilizada en buques, tanques, misiles y otros sofisticados equipos bélicos.
Venezuela, por su lado, compró 100 mil fusiles Kalashnikov y 15 helicópteros artillados a los rusos, y negocia otro contrato por 30 aeronaves de combate MIG 29, al tiempo que acaba de contratar con empresas españolas doce aviones de guerra y ocho patrulleras, por dos mil millones de dólares.
Se trata de material de última generación y alto poder destructivo, que solamente puede usarse en una guerra internacional, situación que configura un alarmante cuadro prebélico en el continente, provocando tensiones, suspicacias y razonables temores en nuestros pueblos.
El armamentismo succiona recursos indispensables para el desarrollo y engorda una deuda externa que sobrepasa los 800 mil millones de dólares, acentuando con ello nuestras precariedades.
Las estadísticas de CEPAL, en efecto, advierten que 316 millones de latinoamericanos son pobres, de los cuales 92 millones superviven en indigencia o extrema pobreza; que tenemos un déficit de 40 millones de viviendas; que 77 millones de personas no tienen acceso al agua potable y 103 millones al desagüe; que registramos 11% de la población desempleada y que miles de niños mueren por desnutrición o falta de atención primaria a su salud.
Paradójicamente, este dispendio económico ocurre en circunstancias en que discursos por la paz y la unidad continental inflaman las cuerdas vocales de los gobernantes latinoamericanos y cuando estamos construyendo la Comunidad Sudamericana de Naciones, bloque regional diseñado para integrarnos económica y comercialmente.
Digámoslo con claridad: son las potencias mundiales las que estimulan el armamentismo y con ello la miseria y la desintegración, con la anuencia cómplice de los organismos multilaterales de crédito - BID, FMI o Banco Mundial-, que nos exigen severos ajustes para garantizar economías sanas, pero que no dicen nada ante ese letal despilfarro de dinero.
Vivimos, además, en un hemisferio de sordomudos, porque un tema de esa importancia tampoco se aborda en las Cumbres Presidenciales o en la OEA, lo que hace necesario que nuestra Cancillería impulse una reunión del organismo hemisférico para alentar un entendimiento para limitar los gastos militares.
Mientras tanto, es urgente dotar a las Fuerzas Armadas de fondos que garanticen la seguridad del país, porque es una irresponsabilidad que nuestros aviones y helicópteros sigan abandonados en los hangares por falta de repuestos, lo cual, desde luego, expresa un concepto distinto del armamentismo que invade la región.
Nota: Estos peruanos son tan ridículos, que escriben una nota de prensa criticando la compra de armas, y terminan la misma, haciendo un llamado para que su propio gobierno compre armas. Inmorales. ¡Ah! y por cierto, hablan de desarme, pero ellos acaban de comprar 4 fragatas Lupo, y fueron el primer país en introducir (EN SECRETO) la tecnología de misiles aire-aire transhorizonte en Latinoamérica. Tecnología que EEUU se nego a vender a otros paises, hasta que se supo que Perú habia comprado misiles rusos. ¿Desarme? ¿Buena voluntad peruana? ¡No! simple y descarada manipulación mediática y propaganda.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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