Tomado de Terra Colombia
Enero 03 de 2006
He recorrido Chile en las últimas semanas, hacia el sur de la costa y valle central –casi 1.200 kilómetros hasta Chiloé–, y comprobé que por donde uno vaya o quiera desviarse, la impresión es la misma: todo funciona, hay orden, limpieza, buena voluntad, imperio de la ley.
Este es un período usualmente difícil en Chile para ser turista en su propia tierra: llega el verano y una importante mayoría de los 15 millones de habitantes se declara en vacaciones hasta marzo, cuando se renueva la actividad escolar. Además, las elecciones presidenciales tienen a todos puestos de cabeza, por cuanto en marzo también se renovará el gobierno. Y no es fácil suceder a un prestigioso Ricardo Lagos.
El sistema del Chile de hoy está claro: el crecimiento entra por la vista, la infraestructura vial es impresionante y los niveles de consumo experimentan cambios favorables. Una moderna red de trenes subterráneos se está implementando en Santiago y ya llega a los barrios más alejados, tratando de alguna manera de acabar con la odiosa y legendaria separación que usa la antigua Plaza Baquedano para ubicar a “los de arriba y los de abajo”.
La cultura se desparrama por todos los rincones. Mucho teatro, cine chileno, conciertos, música popular, ferias, museos y una remozada histórica Biblioteca Nacional que visité entusiasmado.
Tengo la buena impresión de que estoy escribiendo sobre un país con normas y principios que se respetan y se cumplen. Los Carabineros hacen su papel policial sin interferencias de coimas. Los jueces son independientes y el gobierno nacional se desenvuelve apoyado en una mayoría legislativa, que acaba de confirmar en elecciones libres. En democracia, la oposición política debe fiscalizar y en buena hora que lo haga.
Esta “loca geografía” llamada Chile, larga y angosta entre cordillera y mar, ha cambiado favorablemente en su gente. Respeto a la autoridad y de esta al pueblo; alta efectividad laboral; eficiencia en oficinas de servicio público. Un país que se ha insertado, como pocos, en todo el mundo, con tratados comerciales puestos en práctica con los grandes centros del comercio internacional.
El cobre es siempre su viga maestra y su precio los ha favorecido para el bien público: puertos, aeropuertos, carreteras, calles y transporte lo demuestran.
Su otra mercancía, el vino, ni se diga. Han surgido decenas de viñas nuevas en franca competencia con las tradicionales. Más de cien marcas se encuentran en supermercados y bodegas de todo Chile. Y quienes desean interiorizarse, aunque sea por curiosidad, tienen ahora un tren turístico que recorre la llamada Ruta del Vino, en el valle de Colchagua (Sexta Región), a casi dos horas de Santiago. Allí, “culebreando”, van apareciendo hermosos viñedos, como Ravanal, en cuyas bodegas, cubas y toneles maduran robustos vinos tintos y aromáticos blancos en sus diversos sabores.
Chile se ha modernizado porque su gente así lo ha querido, después de soportar privaciones y sufrimientos. El gasto social se ha triplicado en los últimos 15 años, el mismo tiempo en que los chilenos se han movido por el mundo para obtener y mantener lo que algunos llaman “la reactivación”.
Hay reformas pendientes, por cierto. Unas son de tipo político-electoral que permitan una representación equitativa de las mayorías y minorías, atadas aún por un sistema engendrado en la dictadura. Otras son de carácter social, como la redistribución del ingreso, reformas que están siendo ofrecidas con diferente óptica por la doctora socialista Michelle Bachelet y el multiempresario derechista Sebastián Piñera. Si ella gana el 15 de enero, no será porque la gente esté descontenta con el gobierno anterior, como sugiere un opinólogo, sino para mantener la buena gestión de Lagos.
Como fuese, se ve bien Chile, aunque sus habitantes crean aquello de que por ser los nuevos ricos, se las saben todas.
* Periodista y escritor chileno, radicado en Miami.
mmontaldo@sipiapa.org
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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