En su columna en La Tercera del 12 de diciembre, el gerente general del puerto de San Antonio dio una certera visión respecto de los requerimientos en infraestructura portuaria que generarán los tratados comerciales suscritos por Chile durante los últimos años, que implicarán aumentos de carga y la recalada de buques de mayor tamaño.
Quedaron pendientes, sin embargo, varios temas importantes. Primero habría que señalar que el principal cliente de un puerto es el agente naviero, pero también son muy gravitantes los exportadores e importadores de mercancía. Por lo tanto, una promoción orientada a estos clientes debe ser constante, lo que hace necesario realizar misiones conjuntas al extranjero para afianzar los convenios comerciales y las alianzas estratégicas con otros puertos. Todo orientado a incrementar la carga que pasa por los terminales nacionales. Los intercambios no sólo deben ser comerciales, sino que tendrían que incluir la información logística que pueda mejorar los servicios que se entregan al interior del recinto.
Lo anterior se relaciona con el foreland de nuestros puertos, pero son varios los recintos nacionales que tienen un importante hinterland que será menester potenciar, es decir, los productos y clientes que se encuentran a espaldas del puerto. Los terminales del norte de Chile, principalmente Iquique y Arica, tienen en Bolivia y el centro-oeste de Brasil una zona riquísima en productos mineros y agrícolas, hinterland que sólo ha sido abordado en una minúscula proporción. Así, una infraestructura de transporte vial que permita el flujo de carga desde y hasta Asia por los puertos del norte, unida a la menor distancia de nuestra ruta marítima con Japón, China e India, podría constituir una ventaja económica sumamente importante para el largo plazo.
Chile no puede escapar a su realidad geopolítica, que permanentemente nos recuerda que contamos con un bajo número de habitantes y una gran estrechez de espacio productivo útil, sobre todo en rubros que tienen un fuerte componente territorial, como los vinos, las frutas, la agricultura y el sector forestal. Esta situación se podrá obviar mirando hacia los países del Cono Sur, donde nuestros empresarios podrán avanzar hacia una mejor utilización del espacio económico-geográfico disponible a través de alianzas estratégicas e inversión en aquellos segmentos que interesen a la producción nacional, incluyendo todo lo relativo a las rutas viales necesarias para dinamizar el comercio. Indudablemente, este proceso demandará una férrea voluntad para superar suspicacias históricas.
Y es acá donde entran en escena los corredores bioceánicos, concepto esencialmente integrador y dinámico. No se trata sólo de un camino con un trazado particular, sino más bien de un sistema de transporte que implica redes viales, marítimas y aéreas que permitan una expedita conexión del Pacífico con el Atlántico. Pero son los cinco o seis principales puertos chilenos los que estarán llamados ocupar un lugar preponderante en la plataforma de servicios requeridos para sacar los bienes de aquellos territorios de Bolivia, Brasil y Argentina que podrían representar el gran hinterland productivo nacional.
Por último, es necesario mencionar una nueva línea de negocios que ha entrado fuertemente durante los últimos años: el turismo de los cruceros. En Chile, las ciudades-puertos más atractivas en este sentido han sido Valparaíso, Puerto Montt y Punta Arenas, pero también han venido avanzando Arica e Iquique. Algunos puertos, como Valparaíso, cuentan con el respaldo de una urbe que ofrece al visitante su gran acervo cultural; otros, como Puerto Montt, tienen una oferta turística basada en la naturaleza y los deportes. Si bien los cruceros internacionales rara vez representan más del 5% de los ingresos de los puertos, les otorgan a éstos un gran prestigio internacional y dejan a la ciudad una importante contribución económica. Crean, además, una sinergia entre la ciudad y el puerto, acercando a los habitantes hacia el bordemar portuario y facilitando la construcción de una infraestructura revitalizadora, consistente en paseos peatonales, hoteles, restaurantes, centros culturales y todo tipo de equipamiento urbano.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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