El cónsul chileno en en la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK), Mario Ignacio Artaza, dijo, el viernes pasado, que esa región puede servir a Chile como plataforma eficiente para que empresas chilenas puedan ingresar en el mercado de China.
Artaza se encuentra en Santiago para atender la visita que realiza, a ese país, el jefe ejecutivo de la RAEHK, Donald Tsang, quien fue recibido por el ministro chileno de Hacienda, Felipe Larraín, y por el vicepresidente Rodrigo Hinzpeter.
"Es una visita significativa, porque es el primer encuentro de Hong Kong con esta zona del mundo, y es parte de una estrategia que esa Región Administrativa Especial china ha delineado, con el fin de aproximarse, con mayor vigor, a aquellas economías emergentes del subcontinente americano", indicó el cónsul chileno.
El diplomático también destacó a ese territorio como mercado "offshore" (operaciones entre prestamistas nacionales y prestatarios extranjeros) de la moneda china, el Renminbi o yuan, en su proceso de internacionalización, donde Chile también ha estado trabajando.
Artaza afirmó que el Banco Central de Chile interactúa en el mercado "offshore", a través de la RAEHK para visualizar la internacionalización de la moneda china y la diversificación de las divisas en materia de reservas internacionales.
"Chile es una economía abierta, comprometida con un mercado libre, seguro, sustentado sobre bases de reglas, y Hong Kong aparece en nuestro radar como una interesante e inteligente opción dentro de esa ecuación de éxito en nuestra interacción con Asia Pacífico, aún cuando su economía es de siete millones de habitantes", indicó.
En su opinión, el Renminbi ocupará, en algún momento, un nivel muy importante en la economía mundial, especialmente para la materialización de negocios y el pago de éstos a través de divisas internacionales.
"No hay duda de que la moneda china, en un plazo no muy lejano, va a ocupar un papel, como otras monedas internacionales, como el dólar o el euro, siempre y cuando cumpla con todo lo referido a su convertibilidad", precisó.
El cónsul también indicó que su país estudia "la potencialidad que presenta la Bolsa de Valores de Hong Kong, que es una fuente muy interesante para recabar capital para empresas chilenas y latinoamericanas que buscan emplear ese capital para potenciar sus negocios en China".
También analiza ingresar en el mercado de metales, ya que en Hong Kong existe, en la actualidad, una plataforma para transacciones futuras de oro y se va a ampliar a la plata, el hierro y el cobre.
En estos días, se lleva a cabo en Santiago de Chile una segunda ronda de negocios para un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la RAEHK.
Según Artaza, "un TLC entre Chile y Hong Kong requiere, necesariamente, una interacción más potente a través del flujo de turistas y agentes de negocios, para lo cual es vital un acuerdo de transporte aéreo y, por eso, se contempla un acuerdo de servicios aéreos".
El TLC con Hong Kong es un mecanismo adicional a la política activa de Chile en su inserción en la región Asia Pacífico, el cual complementa, de manera efectiva, la relación que Chile tiene con la República Popular China, con la cual existe un acuerdo de libre comercio.
El comercio bilateral entre Chile y Hong Kong superó los 850 millones de dólares en 2011, según cifras de esa Región Administrativa Especial china,.
Ese puede ser el primer TLC que suscriba la RAEHK con un país latinoamericano.
"Creemos que ese acuerdo (el TLC) puede ser un factor importante para atraer fondos desde China, vía Hong Kong, hacia Chile y viceversa", afirmó el cónsul.
Por su parte, el jefe ejecutivo de la RAEHK dijo que "el momento es ahora, no es futuro, porque la cresta de la ola está frente a nosotros", al resaltar que Chile y los mercados latinoamericanos están siendo convocados a aproximarse a China, a través de Hong Kong.
"Esa es una buena noticia para todos los que seguimos un proceso de aproximación con la República Popular China, a través de la Región Administrativa Especial de Hong Kong", agregó.
Hong Kong volvió a la soberanía china en 1997, después de 157 años de ser una colonia británica.
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