Tomado de diario La Primera, Peru
El asesinato de Hernán Saturno Vergara, vocal a cargo del juicio del cartel de Tijuana, más allá de la indolencia con que la sociedad asume el tema y de confirmarse la participación de las mafias de la droga, tendría la connotación del primer ataque de Sendero Luminoso en Chuschi, cuando se quemó ánforas y se le declaró la guerra al Perú.
En esta ocasión, el narcotráfico no recurriría a intermediarios o brazos armados como las FARC o Sendero Luminoso, le declararía la guerra directamente al Estado.
El esquema ya es conocido porque se aplica en regiones de Colombia y México.
La sociedad puede seguir existiendo, siempre y cuando conviva con el narcotráfico, de lo contrario, hablan las balas y granadas. Primero se derriba a los jueces probos, luego a los policías honestos y a los periodistas de investigación.
A diferencia de lo que creen nuestros alunados antiimperialistas, los efectos de la producción de la droga son más letales en los países productores que en las llamadas sociedades consumidoras.
¿A qué nos referimos? En los países donde se extiende la producción de hoja de coca o de cualquier insumo de estupefacientes, el Estado colapsa y surgen sociedades militares regionales.
Así pasó en el Perú de los ochenta con Sendero Luminoso, que controlaba un tercio del territorio nacional; así sucede hoy en Colombia; en Chiapas y Tijuana en México y así sucede en algunos valles cocaleros del Perú. ¿Alguien ha oído alguna vez que el narcotráfico haya amenazado la soberanía del estado de Nueva York?
Los lunáticos antiimperialistas se atreven, incluso, a calificar de sagrada a la hoja de coca, el principal insumo de la cadena mundial de la droga y el crimen. Y ante tamaña barbaridad histórica, antropológica y científica, las iglesias evangélicas y católicas han permanecido en silencio, incapaces de pelear en los valles cocaleros contra semejante movimiento profano. Y los cultivos de coca se incrementan y, de confirmarse de dónde vienen los disparos, la mafia ya habría apretado el gatillo con mano propia.
Tiene toda la razón Juan Carlos Tafur cuando señala que el gobierno de Toledo deja una enorme bomba de tiempo en el tema del narcotráfico. En este caso, el régimen toledista aplicó su filosofía con bárbara consecuencia: no hizo absolutamente nada.
Pero no se trata de una simple bomba, se trata de una verdadera bomba nuclear, que cuestiona los mismos cimientos de una sociedad democrática.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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