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martes, noviembre 01, 2005

Impasse por límites marítimos con Perú

Editorial de La Tercera, Santiago - Chile
1 de Noviembre de 2005


El actual impasse con el gobierno de Perú, producto del envío al Congreso de ese país de un proyecto de ley que plantea una modificación unilateral de la frontera marítima con Chile, evidencia, así como ha ocurrido en otras oportunidades durante los últimos años, las dificultades para consolidar con ese Ejecutivo unas relaciones signadas por la estabilidad y la previsibilidad más allá de las formalidades diplomáticas y las expresiones de buenas intenciones.

Este nuevo episodio dificulta, además, que el gobierno chileno, ya en la recta final, le pueda entregar un escenario en materia de política exterior vecinal, sobre todo con Perú y Bolivia, en buen pie al que le suceda, al menos en lo que se vincula con la relación Santiago-Lima. Ese es el diseño que se ha seguido con especial intensidad desde la superación de las tensiones con el Palacio Pizarro producto de la venta de armas a Ecuador en 1995, el último capítulo que generó tensiones antes de este en curso, y la "deschilenización" de la agenda política boliviana, ahora abocada a evitar la fractura definitiva del Estado o, en el mejor de los casos, una situación de vacío de poder a raíz de la incertidumbre sobre el futuro de las próximas elecciones generales. Dos escenarios que en nada servirían a los intereses chilenos.

Con todo, y aunque otra vez la arremetida de Palacio Pizarro aparece estrechamente vinculada con dificultades internas, que afectan sobre todo la credibilidad y apoyo al Presidente peruano y sus principales iniciativas políticas, lo deseable sería que La Moneda no sobrerreaccionara. Esa parece la actitud más recomendable para dejar, a pesar del "ruido", márgenes de acción, lo que no significa, de ninguna manera, renunciar a las gestiones diplomáticas que más convengan a los intereses nacionales. Se trata sólo de no caer en actitudes que, por la naturaleza de lo que está en juego, detonen sentimientos exacerbados.

Hasta ahora, los pasos tomados por las autoridades chilenas señalan que La Moneda se ha propuesto seguir la misma estrategia que utilizó para enfrentar los peores momentos durante este gobierno en la relación con los dos vecinos del norte, contexto que sirvió para que en el mismo Ejecutivo se validara, aunque nunca lo reconociera oficialmente, la extendida percepción del aislamiento regional del país. En ese entonces, Argentina (una vez instalada la política de no "gasificar" las relaciones bilaterales) y, muy en especial, Brasil jugaron papeles determinantes y, en la medida de lo posible en este tipo de situaciones, bastante exitosos para recomponer lazos.

Así las cosas, las gestiones en curso, que consideran también llevar el asunto a la OEA, parecen bien encaminadas. Sin embargo, y aun en el caso de que resulten efectivas, está cada vez más claro que la mejor fórmula para consolidar vasos comunicantes con Lima y con La Paz es que de las próximas definiciones electorales en esos países (siempre que se despejen las incertidumbres en el caso boliviano) resulten gobiernos fuertes y estables, con verdadera capacidad y voluntad de negociación y que no requieran recurrir a la "carta chilena" para sortear dificultades personales (por acusaciones de corrupción, por ejemplo) o crisis institucionales, políticas, sociales o económicas, como ha sido frecuente durante el último lustro.

Estas situaciones sirven también para calibrar las verdaderas posibilidades para los procesos de integración regional, un asunto al que se suele recurrir con extrema facilidad en Chile a la hora de plantear programas y lineamientos en materia de política exterior. Este ha sido nuevamente el caso de la mayoría de las candidaturas presidenciales, a las que se les debería exigir, entonces, algo más de sentido de realidad en esta materia. No se puede empezar "la casa por el tejado"; antes se requiere tener interlocutores confiables, sobre los que no quepan dudas de que cumplirán la palabra empeñada, más si está plasmada en instrumentos vigentes de derecho internacional, y con vocación de estadistas.

2 comentarios:

  1. Anónimo11:23 a.m.

    la linea del mar peruano con el ecuador deveria ser para arriba no recta,como chile nos hace igual,pero como los peruanos somos sonsos nos dejamos ganar por ecuador

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  2. Anónimo1:09 p.m.

    CHUCHAS....IGUAL EN EL CENEPA, RECONOZCAN LE TIENEN TERROR AL ECUADOR Y SOLO QUE LES MATAMOS COMO 300 SIMIOS Y LES BAJARON TODA SU FLOTA AEREA O SEA 8 AVIONCITOS QUE SOLO TENIAN MARCHA ATRAS.
    PERUCOS MARICONES HACEN EL RIDICULO TODOS LOS DIAS.-

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.