Tomado de La Nación, Buenos Aires - Argentina
Cuando la derecha iza las banderas de la izquierda, ésta hace suyo parte del discurso tradicional de la derecha. Parece ser ésta una ley de la política moderna, que se aplica con diferentes modalidades según los países y las circunstancias. No es que se hayan borrado las diferencias, pero la frontera que separa a una de la otra se ha hecho cada vez más difusa.
Tres presidentes de centroizquierda de Chile, dos de la democracia cristiana (Patricio Aylwin y Eduardo Frei) y uno del socialismo (Ricardo Lagos), a lo largo de quince años no tocaron la economía de mercado, aunque le impusieron muchas correcciones sociales, con resultados desparejos (bajó la pobreza, pero aumentó la desigualdad, es decir se ensanchó la brecha entre los sectores más altos y más bajos de la sociedad).
En la reciente campaña electoral, la derecha chilena puso el acento en las cuestiones sociales, en particular la desigualdad, y trató de arrancarle votos de centro a la coalición de centroizquierda. Fracasó en el empeño, pero quedó en claro que la actitud de esa derecha (que de todos modos obtuvo el 47% de los votos) era arrebatarle banderas a la izquierda y atraer a parte de su base electoral.
Otro ejemplo es Gran Bretaña, donde el nuevo y joven líder del Partido Conservador, David Cameron, ha presentado un programa de ocho puntos que privilegia la estabilidad económica antes que la reducción de impuestos y propone iniciativas para ayudar a los pobres antes que favorecer a los ricos. Asimismo da prioridad a la defensa del medio ambiente, aunque se afecten intereses adquiridos y plantea que el Estado deben garantizar y tutelar los servicios públicos fundamentales.
Como puede verse, de la mano de Cameron los tories parecen ponerse "a la izquierda" de los laboristas de Tony Blair y proclaman un "patriotismo inclusivo" (que incluya a minorías e inmigrantes). Hay, pues, un desdibujamiento de las fronteras políticas tradicionales y una confluencia en objetivos básicos.
Algo similar ocurre en España, donde socialistas y populares se han alternado en el gobierno sin modificar demasiado la política económica, aunque tengan profundas diferencias sobre otros temas, como la intervención en Irak, el nuevo estatuto sobre la autonomía de Cataluña, el reconocimiento de parejas gay, el aborto o un posible acuerdo sobre el desarme de ETA.
Por ello es preciso ser claros: las ideologías contrapuestas han cedido terreno a un discurso más laxo y abierto en materia económica y social, pero no hay un "discurso único", como se ha sostenido, ya que se mantienen visiones distintas sobre el modelo de sociedad, ante todo en lo que respecta a los valores y a asuntos como la guerra y la paz o las autonomías regionales.
Sucede que la hegemonía de las ideas del "Consenso de Washington" durante la década anterior -ante el avance del desempleo, la pobreza y las desigualdades- ha sido sustituida por una revalorización de las políticas sociales y una redefinición de las relaciones entre el Estado y el mercado. No se vuelve al viejo estatismo o al viejo nacionalismo, pero se vuelve a idea de que el Estado debe tutelar y garantir los servicios sociales, como dice el programa torie .
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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