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viernes, marzo 31, 2006

De la misma vaina, ni un ápice

Tomado de Los Tiempos, Cochabamba - Bolivia

Con la interjección que Abaroa inmortalizó, pregunto: ¿qué carajo tiene que ver la cultura andina, la esencia Kolla y el Pachacuti, con los temas que tenemos en tapete en política exterior? ¿Y la "realpolitik" del mar, carajo? Porque aún antes de la resaca de la festichola del 23 de marzo, ya el Canciller Foxley de Chile, que no adhiere a ninguna cosmovisión andina porque no es de su etnia (ni la mía), ya había ratificado que su país no modificará el tratado de 1904

La atalaya cruceña desde donde escribo estos días, mira hacia un mal llamado Parque de los Niños, donde la grama sepulta a menores de cinco años pugnando por deslizarse en el resbalín o mecerse en los columpios. Ya estaba por escribir el cuento del llorón al que le picó la víbora, o el del borracho al que se le apareció el duende, cuando llegaron tres municipales con herramientas equivocadas: corta bordes, machete y carretilla. En dos días de ruidoso trabajo, aparte de barricadas de grama y ramas cortadas bloqueando acceso al parque, poco faltó para que hallen perros muertos en el muladar de botellas y bolsas plásticas desenmascaradas de su verde escondite. No sé si era mejor el barbecho hasta el pecho, que el basural.

El operativo municipal me recordó la improvisación (vg., la inconsistencia), las estrategias inadecuadas (vg., la alharaca populachera) y los resultados contraproducentes (vg., la negación de siempre), que caracteriza la política boliviana sobre el mar, si es que tal existe. Porque confieso que estaba esperanzado en la visita de Evo Morales a Chile, la primera de un Presidente boliviano en muchos lustros, una que se destacó por muchos primera-vez-que. Entre ellos, resaltó una postura sobria de tratar bilateralmente el tema del mar en forma sosegada, sin estridencias ni fanfarrias.

Pero parece que prevaleció el estilo del Canciller del gobierno de Evo Morales, uno afecto a ¡jallallas! que recuerdan a soldados nipones gritando ¡banzai! en algún noticiero de los 40"s. Ni habían secado los besos de la compañera Bachelet en la mejilla del compañero Evo, en la cortesía que distingue a la Presidenta y primera diplomática de la impertérrita política exterior de Chile, que el gobierno nacional optó por echar por la borda la sobriedad, volviendo a lo de siempre en el Día del Mar. La misma vaina, pero forrada de un aire de circo y fiesta de pueblo, que hacía pensar: ¡pero si nosotros no ganamos la guerra!

Estoy decidido a dar el beneficio de la duda a este gobierno. A todo gobernante en la medida de que su norte sea el bien público. Así que pensé que el Presidente Morales haría anuncios espectaculares que justificasen la promoción de semejante entorno festivo. Que convenció a Chile y tendremos un corredor al norte de Arica, sin tener que cederles las lagunas multicolores de Sud Lípez. Que acordó un enclave en Patillos para exportar gas natural a Chile y a ultramar, al que previamente le habríamos sacado el GLP y exprimido diésel en tierra boliviana, pero del que también se procesen fertilizantes para exportar a países asiáticos. Que convenció a Perú a abrir el candado de 1929 y además ceder a Bolivia el malecón ariqueño, más el mar territorial en el triángulo que hoy disputa a Chile. Que contrató vender agua, previo arreglo amistoso de los pagos por el líquido de manantiales del Silala. Que cerraríamos la brecha comercial en 5 años, con apertura total del mercado vecino a los productos bolivianos. Que los tre es volverían a ser bolivianos, para enlazarlos en un arreglo trinacional de Chile, Bolivia y Brasil para una autopista de trenes bala, que atendiese el transporte en un corredor bioceánico en la cintura del continente, suplementario a dos o tres de supercarreteras que pasen por el país.

Pero no, fueron los mismos marineritos que ni han probado la sal del agua de mar, las mismas chácharas enaltecedoras de heroísmos inútiles. Que tapujan la imprevisión, improvisación, intermitencia y falta de seguimiento de nuestra política exterior.

Dando el beneficio de la duda, repito, busqué consuelo en cualidades ocultas del responsable de la política exterior del gobierno de Evo Morales. Las descubrió un senador del MAS por Cochabamba, médico y escribidor por añadidura, que las exaltó en un panegírico por demás llunquírico Fue a propósito de un informe verbal del ministro, ante inquietudes de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado nacional, porque "parece que mete la pata cada vez que habla", según otro senador.

"Poco a poco", narra el llunq"u "el contenido de su exposición, la que duró más de una hora, fue progresando en profundidad y en calidad conceptual. Habló de la cosmovisión y cultura andina, de la esencia cultural Kolla, del Pachacuti, de la inclusión social, del gobierno del MAS respetuoso de los derechos humanos de todos los bolivianos, de la fraternidad y la solidaridad propias de la comunidad indígena, de la proyección filosófica contenida y la priorización ecológica regional y continental. Remarcó la importancia del mensaje diplomático a todo el continente y al mundo… proyectar valores humanos superiores de trascendencia moral en el quehacer diplomático".

Con la interjección que Abaroa inmortalizó, pregunto: ¿qué carajo tiene que ver la cultura andina, la esencia Kolla y el Pachacuti, con los temas que tenemos en tapete en política exterior? ¿Y la realpolitik del mar, carajo? Porque aún antes de la resaca de la festichola del 23 de marzo, ya el Canciller Foxley de Chile, que no adhiere a ninguna cosmovisión andina porque no es de su etnia (ni la mía), ya había ratificado que su país no modificará el tratado de 1904; "no vamos a cambiar en un ápice lo que es la política exterior chilena"; "eso no excluye que trabajemos en conjunto para avanzar en una agenda común", recordando que la presidenta Bachelet desea mantener una agenda sin exclusiones con Bolivia. "Pero queremos ir paso a paso; las actitudes maximalistas pueden no ayudar en este sentido, así es que hay que darle tiempo y vamos a avanzar con un espíritu constructivo", añadió. Ergo, la sobriedad a la que se comprometió el Presidente Morales en Santiago de Chile.

No sé si era mejor el barbecho hasta el pecho, que el basural. Porque de la misma vaina cada 23 de marzo, no llegamos a ni un ápice en el tema del mar. ¡Carajo!

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.