De los 362 vehículos que largaron desertaron 139, cuando falta la mitad de la competencia. Si quedaba alguna duda de que la versión sudamericana del Dakar es tanto o más dura que la original africana, la edición 2010 termina de disiparlas. Con la mitad de las etapas disputadas, ya suman 139 los participantes que abandonaron la carrera. Si se tiene en cuenta que los que partieron de Buenos Aires fueron 362, el porcentaje de deserciones trepa a 38%.
La categoría con más bajas es la de autos, donde hubo 58 deserciones sobre 134 participantes (43%). De los motociclistas, largaron 151 y quedaron en el camino 55. En los cuatriciclos hubo 10 abandonos sobre 25, y entre los camiones, 16 sobre 52.
Pese a que de antemano podía pensarse que lo más difícil para los corredores y las máquinas sería el desierto de Atacama, los números muestran que, hasta ahora, el verdadero "filtro" de la carrera estuvo en la 3ª etapa, entre La Rioja y Fiambalá. En ese parcial -disputado sobre una gran extensión de dunas y con tramos de camino roto y piedras- se quedaron 69 vehículos (40 autos, 25 motos, 2 cuatriciclos y 2 camiones). Así, esa etapa concentró la mitad de los abandonos producidos.
En el Dakar 2009, entre todas las categorías hubo 500 vehículos que largaron -fue la edición récord en cantidad de participantes- y llegaron 268. Es decir, el porcentaje de arribos fue de 54%.
Todavía falta disputarse la mitad del Dakar-Argentina Chile 2010, y es imposible predecir con exactitud cuántos serán los corredores que estarán en Buenos Aires el sábado que viene. Pero si la tendencia continúa como hasta ahora, lo conseguirán menos de la mitad de los que largaron.
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