La democracia en Chile se enriquece en cada contienda electoral, no sólo por la calidad de los esquemas programáticos que presentan las diferentes candidaturas, también por los debates entre los contendientes.
El debate es un mecanismo democrático que sirve para que la gente conozca de cerca al candidato, su personalidad, su pensamiento y su visión sobre diferentes asuntos de un programa de gobierno.
El debate en Bolivia está ausente. En los comicios electorales que favorecieron con el voto ciudadano al presidente Evo Morales, el debate fue proscrito, lo que determinó que asuntos esenciales para el país, como el marítimo y las relaciones con Chile, queden en la nebulosa, como ha sido una constante en el actual gobierno, junto con la famosa Agenda de 13 puntos, que resulta hasta ahora un misterio celosamente guardado por la Cancillería boliviana.
En Chile el problema del acceso al mar para Bolivia está en primer orden en las discusiones de los candidatos presidenciales. El debate ha incluido este asunto, porque los chilenos consideran que se trata de uno de los aspectos más sensibles, no sólo por ser algo pendiente y más que centenario, también porque atañe a una polémica de fondo en el plano histórico y de soberanía de ese país.
Las dos tendencias antagónicas están expresadas en dos candidaturas que acaparan preferencias electorales y que reflejan también dos posiciones ideológicas definidas. El candidato conservador Sebastián Piñera en el debate del pasado lunes transmitido por la Televisión Nacional de Chile (TVN) ha sido categórico en señalar, refiriéndose a la demanda marítima boliviana: “ni territorio ni mar” para añadir que siendo él Presidente de Chile “defenderá el mar, el territorio, los límites y la soberanía chilena, porque nos pertenece, porque están amarrados a tratados que fueron válidamente suscritos y vigentes”.
En contraste, el candidato presidencial oficialista Eduardo Frei ha garantizado la continuidad de la Agenda de 13 puntos pactada con Bolivia y anticipó que está dispuesto a conceder a Bolivia “todo el acceso al mar” incluida la posibilidad de una conversación con Perú. Sin embargo, en medio del debate televisivo Frei tuvo que aclarar que la concesión no incluye soberanía, “que puede ser un tema a discutir más adelante”.
Estas posiciones en el marco de las elecciones chilenas, no pueden pasar por alto para la política internacional boliviana y desde luego para el pueblo boliviano. Un posible triunfo del candidato opositor chileno dejaría nuevamente cerrada cualquier posibilidad sobre la demanda marítima, es decir volveríamos a fojas cero. Por el contrario si el oficialista triunfa en las elecciones de este domingo, la Agenda de 13 puntos sería reactivada.
Lo que el pueblo boliviano tiene que saber son las bases y condiciones que inicialmente se han establecido sobre la negociación marítima con Chile, es decir qué es lo que se viene hablando desde julio de 2006 con la diplomacia chilena en el marco de la denominada “confianza mutua” y de la Agenda de los 13 puntos.
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