Lidiar con la desaparición de su esposa en el derrumbado hotel donde se hospedaba y la caótica situación generada en Haití tras el terremoto grado 7,3 Richter que hasta el momento ha cobrado decenas de miles de vidas, es la compleja tarea que hoy tiene el general de Ejército Ricardo Toro Tassara, luego de ser designado al mando de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah).
Horas después de la catástrofe, el general chileno, quien ostenta el grado de segundo comandante de la misión, debió tomar las riendas de los cascos azules de la zona, mientras espera recibir noticias de su esposa María Teresa Dowling (ver perfil en C 8).
A fines de año, Toro Tassara recibió una noticia clave. Por petición de las autoridades haitianas y de la ONU, debido a su buen desempeño -en septiembre fue condecorado con la "Medalla del pacificador"-, el general chileno estaría un año más en el país caribeño cumpliendo funciones en la misión de paz. La extensión del período (usualmente dura sólo un año) lo reconfortó. Quienes han trabajado con él, comentan que hizo un vínculo profundo con el país.
Incluso, entre sus novelas leídas este año figuran "El reino de este mundo", de Alejo Carpentier, y la "Isla bajo el mar", de Isabel Allende, ambas inspiradas en Haití. Y ya se maneja con soltura -además del inglés y del francés- con algunos términos del créole.
No es casualidad su pasión por estas misiones: su abuelo materno, también general de Ejército, ostentó el mismo cargo que actualmente tiene Toro, pero en la misión de paz que Chile integró en la frontera de India y de Pakistán.
Las labores de paz de Toro comenzaron el 93 cuando fue observador militar de las Naciones Unidas en el Medio Oriente. En 2004 fue su primer encuentro con Haití, cuando llegó como jefe de operaciones de la Minustah. Luego de un año en Puerto Príncipe volvió a Chile para retornar como la segunda autoridad militar de la ONU en el accidentado país.
Sus compañeros de armas lo definen como un militar "atípico" para los cargos que ha ocupado en su carrera militar. "Si bien es muy exigente con el trabajo, no descuida la parte humana de su gente. Es muy cálido y siempre está de buen ánimo", comenta un uniformado.
Este estilo lo ha complementado por las calles de Haití con una postura de autoridad y, algo temeraria, al rehusarse -según afirman quienes han compartido con él en Puerto Príncipe- a usar chaleco antibalas de fusiles como sí lo hace el alto mando allá destinado y los hombres que cuidan de su seguridad.
Sobre su "misión" más personal, Toro dijo ayer a Canal 13: "Dios quiera que haya buenas noticias", al comentar la búsqueda de su esposa.
Ex camarada: "Va a manejar el dolor"
"Ricardo va a tener la templanza de manejar el dolor y dirigir a las personas a su cargo. Lo va a hacer muy bien como comandante, pues está bien preparado".
El general de brigada (r) Eduardo Aldunate se refirió al difícil y duro momento que vive el general Ricardo Toro, quien estuvo a su mando cuando cumplía la función de subjefe de las tropas de la ONU en 2006.
El ex compañero de armas del alto oficial de Ejército aseguró que Toro reaccionará bien a la crisis en Haití, porque conoce a la perfección el entorno del país.
Sobre la desaparición de María Teresa Dowling, Aldunate señaló que "le entrego todo mi apoyo por el enorme desafío que tiene. Nosotros estamos preparados para enfrentar estos momentos duros".
El general (r) indicó que la misión de la Minustah será compleja debido a las debilidades estructurales.
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